Mérida Venezuela. Jesús Araujo “Castoreño. Mérida es una ciudad de soles radiantes y noches estilo Parisinas dado sus parques con fuentes luminosas y sus citadinos con abrigo y bufanda, sello caballeresco que han hecho de la ciudad, una urbe cosmopolita con un claustro universitario bicentenario.
Su plaza de toros, próxima a cumplir boda de oro, posee una estructura arquitectónica inigualable, tiene un ruedo de 4O metros, aforo para 16.OOO personas, batan de 14 corrales, tasca, museo, un patio de cuadrilla clásico y la frecuenta una afición espectacular.
Este año, una vez mas la idónea administración de unos hijos de la tierra, le dieron a la misma un periplo taurino de órdago, pues las marquesinas taurinas, anunciaron nombres de primerísimas figuras del toreo, cosa que ratifica que el ciclo taurino siga en tan capaces manos… Los Hermanos Rodríguez Jáuregui.
Se celebraron 5 corridas de toros y una de rejones, dos novilladas y el festejo menor para los niños, La bravura estuvo representada por la gloriosa divisa Colombiana de San Sebastián de las Palmas,Ernesto Gutiérrez, y El Capiro, toros serios, con edad y el difícil ligue en la definición de la embestida, por Venezuela, la imponente Cruz de Hierro, Los Marañones y Campo Largo, corriéndose en las novilladas, reses de Campo Pequeño, la divisa de la casa.
En las novilladas despuntaron Antonio Suarez con buenas maneras y Jesús Enrique Colombo quien corto dos orejas, Los merideño Carlos Sulbaran y José Antonio Salas, oyeron palmas de aliento.
El Juli y Castella se enfrentaron a toros difíciles con los que hicieron florituras al destapar la caja de Pandora y cincelar arte con capote y muleta, El Fandi y Alejandro Talavante armaron la marimorena y no se quedaron atrás cercenando auriculares oticos de triunfo, demostrando grandes condiciones atléticas Ferrera y deteniendo el tiempo Jalabert al permitirnos oír el tic tac de un reloj con su toreo a lo Morante.
El Cid es un torero de profundidad con un gran sentido del hacer. Debut a lo grande exponiendo el físico a sabiendas de su nivel de figura, cosa que le valió 4 orejas.
El tricolor nacional flameo altivo con Rafael Orellana a quien la autoridad le otorgo 2 orejas muy merecidas pero fueron un tanto retrasadas en conceder, puesto, con andares de maestro, le falto el respeto a la estrechez de los espacios y se gano el respeto del paisanaje que le concedió la mas atronadora ovación del periplo, ganándose el honor de compartir la puerta grande con sus alternantes.
Otto Rodríguez lucio puesto y con mucho seso ante sus toros, con tinte de torero castellano, Otto hilvano pases tirando de sus toros con la muleta planchada y las zapatillas inanes hechas poste, corto una oreja y recibió gran ovación.
Leonardo Benítez estuvo un tanto apático con su ángel lejos, cortó una oreja y oyó palmas a su labor.
Hassan Rodríguez "El Califa de Aragua" es un tren de carga sin frenos que no pide paso, grita...Quítense...
Jonahatan Guillen, el otro elevado a matador, sorprendió en el de la ceremonia con su reposo y quietud, hizo las cosas bien, oyó música y a la hora de demostrar su nuevo grado...matador de toros, no se fue tras la espada y señalo tres envites fallidos que le truncaron las orejas, oyó palmas y una nutrida ovación en su vuelta.
Leonardo Rivera se ve maduro con sus cosas de caballero de luces, si acierta con la espada este escrito hubiese sido otro, reposado, seguro y con ganas, oyó ovaciones en sus toros y paseo la redonda.
Eduardo Valenzuela tiene cosas de torero caro con sentido práctico del arte, fue ovacionado y él, muy respetuosamente, contesto al premio.
Alexander Guillen es un torero con cierto tris de pureza maestra, maneja la capa con elegancia y con la muleta se hunde en el sopor elegante de su hacer, pisa fuerte, sabe torear y se le hincha el corazón ante las reses, cosa que le permite aflorar muletazos con sello de chantilly que son del gusto de los entendidos, corto una oreja, fue el triunfador y recibió una placa por parte de la empresa y de Corealsa.
La bravura de Los Marañones calibro una vez mas el decantado arte de José Luis Rodríguez a la monta, indudablemente es la elegancia del toreo a la jineta, preciso, certero y emotivo, lucio sus jacas y corto dos orejas, demostrando Francisco Javier, que por sus venas corre sangre de torero bueno al no dejarse ganar la pelea.
El publico maravilloso, mucho civismo, que mejor referéndum que los llenazos cada tarde, las reinas hermosas, las radios sembrando fiesta y la autoridad, caduca y con escaso criterio, inclinada hacia los españoles.
Luciendo un mundo como siempre, la banda de la plaza batuteada por el maestro Antonio Rangel.
Aparte especial para el banderillero merideño Mauro Pereira al quitarse de su nuca el añadido o coleta que por mas de 44 años lucio con garbo y orgullo, que bonito homenaje de la afición de su tierra, la plaza llena ovacionando a este maestro de plata triunfador en Colombia, España y todas las plazas de Venezuela, con el, compartimos muchas alegrías, triunfos, tristezas y por sobre todo, una gran amistad.
Gracias a VENEZUELA DE FERIA, mis letras vuelven a la palestra de la crónica taurina, por ella tenemos pasión, a Uds. me debo y ovaciono a nuestro director Freddy Ramírez "Garapuyo" por su deferencia de permitirme plasmar mi juicio taurino en tan leída pagina electrónica...Montera en mano...va por Uds.
En Mérida, tierra de cóndores y riscos gélidos, culta, universitaria e intelectual, monta nutricia de mis 6O eneros, cuna de rejoneo y de la Escuela Taurina con mas performance en el país.
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