“Que 20 años no es nada” como el tango de Gardel... pero para un artista que ha estado en la predilección del público, muchas veces encabezando estadísticas, figura del toreo -se es figura cuando un diestro tienen la capacidad de llenar plazas- esa veintena de años para ese tipo de coleta, es todo un mundo, son precisamente los años que David Fandila "El Fandi" cumplirá de haber debutado como matador de toros en las ferias del Sol, ahora lo hace junto a Francisco de Manuel y el debutante en Venezuela José Antonio Valencia y toros de los Aranguez.
Recuerdo bastante aquel viernes 20 de febrero del 2004, fecha dónde también se presentaba como matador de toros en Venezuela el merideño Leonardo Rivera, y creo también lo hacía Manuel Díaz "El Cordobés", lidiando toros colombianos de Ernesto Gutiérrez, por algún motivo un toro había salido del encierro, el cual fue sustituido por uno de El Prado, el cual arribó a los corrales antes del sorteo; aquel bonito toro, auténtico dije de oro, todos lo querían.
Una frase corta: "Es tuyo o mío", aquella
frase despertó mucha suspicacia y sospechas.
El día anterior, por la noche, ante la fealdad, fuera de tipo de la corrida colombiana y con el rumor cierto de la traída de un toro de Don. Hugo Domingo Molina, tomé las previsiones del caso...
Sin tener nada que ver con los asuntos toreros de Leonardo Rivera, a quien le vi nacer como becerrista, novillero; aquel toro sí le tocaba a los compañeros, era por suerte y no por habilidad!
Fui hasta la sede de la Comisión Taurina, con
las previsiones que había tomado, les expliqué lo que estaba pasando en los
corrales, ellos entendieron y desde ese día se implantó las bolitas de cristal,
donde van los papelitos con los números de los toros para realizar los
sorteos, bolas que el viernes 10 de
febrero también cumplen 20 años en los
sorteos en Mérida!
Llegó la hora del sorteo, los
"habilidosos" seguros de lo que pretendían, no contaban con la astucia
criolla, hubo el apartado y emparejamiento de los astados, el toro de Don Hugo,
estaba con el más bonito del encierro,
se doblaron los papelitos, se hicieron las tres bolitas muy pequeñitas y,
cuando todo estaba listo, El Presidente de la Comisión Taurina, sacó de su
casimir las esferas de cristal dónde irían los papelitos, caras largas,
palabrerías, que bueno… que aquello… qué lo otro; cuando todo estaba listo para
el respectivo sorteo, el representante
del torero más antiguo, un banderillero, -que ya no pertenece al mundo de los
vivos- deseó suerte para todos, acercó
la mano a la boina contentiva de las bolas para
dar un toque, abajo del sombrero, lo que produjo que esferita salió
despedida justo al corral dónde estaban los toros; quien les escribe,
precavido, había llevado bolas de reserva, saqué una del bolsillo, se hizo de
nuevo los papelitos y a las bolas, nada que hacer, el sorteo se efectuó como
debe ser, limpio y sin triquiñuelas.
Y, el "Debutante" de la ganadería El Prado, número 10 con 425 kilos fue a parar a otro debutante, Leonardo Rivera quien de verde manzana le cortaba las dos orejas, al otro que también fue de orejas, le pincho; Rivera a hombros por la puerta grande, El Cordobés, en de rodillas imploraba que le dieran una oreja y “El Fandi” con el peor lote se fue en blanco... Que es un soplo la vida. Que veinte años no es nada…
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