MADRID / Viento que se llevó la tarde

Por. Carolina Baquero

Se lidiaron ejemplares de Juan Pedro Domecq de buena presentación, con juego desigual e incluso algo incómodo, faltó fondo. Sobresalieron los dos primeros. 

En el primer toro de Daniel Luque, en el quite que hizo el matador Ángel Tellez, el toro lo golpeó de frente y cayó de muy mala manera sobre la espalda, no se pudo levantar y tuvo que ser trasladado por sus compañeros a la enfermería. Qué buena faena la ejecutada por Luque (frambuesa y oro), el toro tuvo más recorrido en su inicio, fue quedándose corto pero era un muy buen toro, bravo, noble y con clase. Las tandas con la muleta abajo, bien planchada y llevando los pases hasta el final de la cadera, naturales de extrema suavidad y pases de pecho largos; se paró en sitios increíbles… tan cerca de los pitones. Mató con estocada trasera. Saludo desde el tercio tras petición de oreja y aviso. 

Daniel lidió el tercero porque nuevamente se corrió turno para darle tiempo a Ángel Téllez que se recuperara. El toro fue muy deslucido, sin bravura, una embestida incluso molesta… venciéndose y tratando de hacer daño en algunos momentos. Daniel Luque estuvo correcto, tratando de someterlo por bajo y buscando el terreno correcto pero poco pudo hacer. Estocada de buena ejecución. Silencio. 

Se corrió el turno, así que en segundo lugar lidió el matador Francisco de Manuel, quien vestía un azul noche y oro.Le correspondió un toro noble, con falta de clase al embestir pero atendía a los engaños, faltó más lidia por parte del torero, que aunque con mucha disposición y valor, se le ve lo poco plazeado porque no se le vio un norte ordenado a la faena y no encontró la lidia adecuada. Dos pichazos y estocada. Silencio tras dos avisos. 

El quinto tuvo recorrido pero sin clase, descubrió los errores de colocación de Francisco de Manuel, que aunque trataba de corregir, no se cruzaba correctamente y eso le daba terrenos ganados al toro. La faena no fue ligada y fue bastante tediosa en los tendidos. La espada no entraba con facilidad porque su brazo permanecía recogido, fue al tercer intento que puso una estocada en buen sitio. 

Ángel Téllez de malva y oro, fue aplaudido al salir al ruedo pues tras él percance salió al ruedo como si nada hubiese pasado. Las maneras de este torero son de toreo caro, con temple y elegancia, sin embargo no hubo total entendimiento entre toro y torero, el ejemplar no transmitía nada, cortaba los terrenos y no era franco. El ánimo se vino a menos y tras estocada se fue silenciado. 

Tampoco hubo mucho en el sexto de la tarde, Angel se le vio incómodo con el toro y sobre todo con el viento, era muy complicado quedarse quieto y se le vio algo desorientado con cuál debería ser la distancia y altura correcta. No hubo emoción alguna. Estocada. Silencio