Por. Carolina Baquero
Se lidiaron dos toros de Guiomar Cortés de Moura para rejones y dos de Montalvo para la lidia de a pie. Lo dos de rejones de muy buen comportamiento. El comportamiento de los de Montalvo fue más irregular.
Diego Ventura dio inicio a su faena parando al toro en el centro del redondel, luego dando una vuelta entera a todo el redondel templando al ejemplar, que tenía amplio recorrido, nobleza y bravura. La faena transmitió a los tendidos que se gustó viéndole mandar y templar al toro, cambiándolo de terrenos con facilidad mientras ejecutaba el tercio de banderillas y la suerte de la rosa. Pinchazo y rejón en lo alto. Palmas al toro y saludo desde el tercio.
Excelente faena la de Ventura al buen cuarto toro, que acudía al caballo con fijesa, con prontitud y clase; le permitió al rejoneador portugués, llevarlo templado en redondo, como si fuesen derechazos y naturales en el centro del redondel. Muy bien ejecutados los tercios de rejones de castigo y banderillas. Un pinchazo y luego un rejón de muerte en buen sitio. Oreja y palmas al toro.
Paco Ureña de tabaco y oro, ejecutó una buena lidia pero le faltó como popularmente se dice, el centavo para el peso; porque el toro era escaso de fuerzas y se fue mermando en su recorrido, pero era bueno, si él no quitaba la muleta y le jalonaba el tercer muletazo, el toro le permitía mayor ligazón pero le retiraba la muleta y la continuidad se cortaba, una lástima porque el toro era muy claro. Estocada un poco desprendida. Silencio y palmas al toro.
No fue esta la tarde de Paco Ureña, el segundo de su lote no fue bueno, era soso y se quedaba muy corto en recorrido, sin motor y ni codicia alguna. Y la verdad es que a Paco tampoco se le vio ambición en su actuación, muy parco y plano. Estocada. Silencio.
Ginés Marín de rosa y oro, rematado en cabos blancos. Su astado parecía que iba a funcionar, tuvo motor y persiguió en banderillas, además también dio una buena pelea en el caballo. Pero luego en la muleta se vino a menos, se quedaba en la mitad de cada muletazo y evidentemente se convirtió en una faena de uni pase, tratando de arrancarle los pases. Estocada en buen sitio. Palmas.
Marín anda por un buen momento, tiene una madurez y serenidad para lidiar a los toros, le caben muy bien en la cabeza. Con este sexto que había que estarle allí firme, se le cruzó y ejecutó una faena técnica, limpia, ligada, haciendo ver incluso mejor al toro de lo que realmente era, confeccionó con orden una lidia de puro conocimiento. Oreja tras un estocadon.
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