lunes, enero 30, 2023

SAN CRISTÓBAL / Apuntes primera de Feria de San Sebastián

 

Isaac Fonseca, el toreo de la emoción de México. F. L. López 

*** ...y, es que todos somos una sociedad de cómplices, desde los empresarios, organizadores de corridas de toros,  autoridades, sobre todo los que tenemos el oficio de reseñar, escribir los acontecimientos de una corrida de toros, algunos por callar y otros quizás  por el bozal de arepa, no hemos sido veraces en la información. 

Por. Freddy Ramírez “Garapuyo”

El pasado  jueves 26 de enero, con más de tres cuartos de graderío o cemento  escueto de público y buen tiempo se iniciaba el trio de corridas de toros de la Feria de San Sebastián, tarde en que se corrieron “toros” de Rancho Grande y El Prado, -para los que siempre estamos pendientes y confiados con esta ganadería- hemos pasado vergüenza, toros predilectos de los toreros y empresas, pero con aquello de: “Es lo que hay…”, las diferentes Comisiones Taurinas -con el debido respeto que se merecen-, aceptan todo lo que venga con dos pitones y llegue a los corrales de las plazas en cajones y, es que todos somos una sociedad de cómplices, desde los empresarios, organizadores de corridas de toros,  autoridades, sobre todo los que tenemos el oficio de reseñar, escribir los acontecimientos de una corrida de toros, algunos por callar y otros quizás  por el bozal de arepa, no hemos sido veraces en la información. 

Para qué los anti – toros, animalistas, ecologistas, anti-taurinos, menesterosos, fundamentalistas y de más fauna, sí dentro de la fiesta los tenemos a montón, ojala y  las velas nada agradables con cinta de luto de la Virgen de la Candelaría, que desde hace algún tiempo han sido encargadas, nunca enciendan pabilo para el réquiem final, pues la intención sigue latente con las corrida de feria de Tovar, San Cristóbal y Mérida, que aún siguen con vida. Corregimos o vamos al desolladero.

En descargo a los señores ganaderos, la “corrida de toros”, si bien es cierto que los “toritos” o mejor novillos, estaban parejos para una novillada con picadores, también es obligado decir que varios brindaron buenas embestidas a la cuarteta de matadores, tampoco llevaron peligro a los lidiadores, alguno por motivos, luz artificial, las  sombras reflejadas en el ruedo y la flojedad del mismo, alguno dio visos de colarse al bulto con feas intenciones.

En cuanto a los toreros, Luis Bolívar dejó el magisterio del temple ante el primero, con  la capa nadie daba un centavo, pero de tanto sobarlo y mostrar el sendero a seguir, el animalito rompió regalando claras embestidas, series templadas sobre  ambas manos, al no estar fino en ultima suerte al neogranadino se le fue la opción de al menos una oreja, en sus dos oponentes el público le homenajeo con cálidas palmas.

Rafael Orellana, pechó con un lote infame, un famélico primero y un segundo que jamás debió salir al ruedo por feo -que culpa tenía el pobre, al ser bizco en demasía del pitón izquierdo- para colmo reparado de la vista, el cual fue devuelto. Este par de ejemplares debieron ser abiertos en el sorteo,-si es que hubo- y haberlos emparejados (lotes) con los otros seis que estaban mejor presentados, no obstante Rafael Orellana, todo corazón echó mano de los recursos, logrando buenos momentos, al fallar con la espada perdió la ocasión de tocar pelo, su labor fue premiada con palmas y vuelta al ruedo.

El tachirense Antonio Suarez, con el lote más parejo y más potable ha estado en torero de clase, perdió las orejas del primero, gracias a los buenos oficios de los “asesores” que desde el callejón le bocinaron (indicaron) que siguiera toreando, cuando el “toro” había pedido la última suerte, todo quedó  en una vuelta al ruedo y silencio en el séptimo de la tarde – noche.

Isaac Fonseca, el toreo de la emoción de México, nos trajo a la mente al recordado torero de la emoción de Venezuela, Bernardo Valencia, en resumen el jovencísimo Fonseca ha dejado gratísimo sabor entre los buenos aficionados, conquistando a todos cuantos acudimos a la Plaza de toros  Monumental “Hugo Domingo Molina”,  su labor que pudo ser de tres orejas, solo quedó en dos, una en cada toro. 

Destacar el cambio de arena del ruedo de la plaza de toros, que ahora luce un nuevo tono, de aquel oscuro estilo Bilbao,  cambiando a un claro mucho más vistoso, pero muy pesado, al ruedo le sobró arena que no compactó como debiera, el factor tiempo no dejó.   

Tarde donde los toreros de plata han estado  bien colocados, eficaces y  prontos en la lidia.

En lo alto de la Presidencia, los señores de la autoridad se comportaron a la altura de las circunstancias, serios, justos, esperamos en  lo  que falta mantengan el equilibrio.   

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