La campaña de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia seguro que debe ser la más barata de nuestra historia y del mundo.
Por. Rafael García Marvez
María Corina se transporta en su camioneta Fortuner año 2007 por todo el país, a veces se tiene que bajar y luego montarse en una canoa, en un caballo, en una moto o a pie, pero llega a su destino.
Come empanadas o cualquier bocadillo que la gente le obsequia y duerme donde le agarre la noche, porque no la dejan utilizar hoteles, y pobre de aquellos que se arriesgue hacerlo.
No puede usar grandes tarimas, y mucho menos sofisticados equipos de sonido.
No se reparte ni se regala nada a los asistentes que llegan por sus propios medios.
Donde escasea la gasolina el pueblo se la guarda y se la regala.
No gasta en publicidad porque la censura lo impide, por lo tanto no hay radio ni Tv que pueda transmitir en vivo las concentraciones; menos mal que existen las redes sociales, donde la censura no procede y todos somos reporteros de lo que ocurre en la calle.
Por su lado, el candidato, Edmundo González Urrutia, se pasea por las barriadas en su carro particular, que tiene 2 décadas y media de antigüedad, sin escoltas, solo rodeado de la gente que lo quiere conocer.
No necesita llamar la atención, lanzándose encima de unos tipos de aspecto cubano para que lo carguen; menos obligar a nadie para que lo acompañe-
El helado de barquilla de su natal Victoria Edo Aragua y el perro caliente de Petare - Caracas, contrasta con la opulencia descarada de quienes por ahora detenta el poder con fecha de vencimiento.
Más barato no le pudo salir a nuestro país sacar por los votos a este régimen.
Pocos días nos separan del día 28 de julio, cuando en la noche, Edmundo González Urrutia sea el Presidente electo y luego entre victorioso a Miraflores, en representación del ciudadano de a pie, del venezolano que quiere estudiar y trabajar en Venezuela.
A votar pues y a cuidar los votos.
Viva la democracia y la libertad.
Dios Bendiga a Venezuela
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