lunes, junio 24, 2024

A 203 AÑOS DE LA BATALLA DE CARABOBO 1821




A 203 AÑOS DE LA BATALLA DE CARABOBO

1821- 24 de junio - 2024


Hoy 24 de junio de 2024, se cumplen 203 años de la victoria de los patriotas en Carabobo, batalla que consolidó la independencia de Venezuela. 

Antecedentes: 


Según María García de Fleury, Presidente del Apostolado Mundial de la Virgen de Coromoto apunta que: "El 24 de mayo de 1821 Simón Bolívar estuvo en Guanare, venía de Merida, habiendo pasado por Trujillo, luego por Barinas y de allí a Guanare, donde se quedó  y fue varias veces a la iglesia  dónde está La Virgen de Coromoto, la que se le apareció al casique Coromoto en la mano. Simón Bolívar con todo su ejército se arrodilló frente a la Madre de Dios y le dijo: " Virgen de Coromoto, te quedastes en Venezuela para ayudarnos, vamos a una batalla muy importante en Carabobo, echanos una mano. Saludó, se pusieron de pie, y salieron hacia Carabobo. El 24 de junio de 1821 hace 201 años, estaban sellando la independencia de nuestra patria..."


Otras referencias históricas como las de Ubaldo García, en su plática "Del Armisticio a Carabobo" destacan que: Para los días previos al encuentro de Carabobo, los realistas ocupaban los territorios centrales de Valencia, Valles de Aragua Caracas y La Guaira, teniendo como baluarte  principal la fortaleza de Puerto Cabello.  Los movimientos de las divisiones republicanas habían colocado el ejército del rey en posición defensiva. Las cinco divisiones españolas estaban concentradas y esperaban ataques por todos lados. Por su parte, Bolívar se encontraba en su mejor momento, y la vanguardia había tomado las líneas enemigas hasta más allá  de Tinaquillo.

El día 23 de junio de 1821, el Estado Mayor preparó una parada militar. Durante aquel día, se dio tiempo para el aseo de la tropa, para preparar los vestidos y estar muy bien presentados. Bolivar, dirigiéndose a la Legión Inglesa le dijo: " Mañana veréis que los colombianos son dignos de pelear al lado de los hijos de Albion, y gritó con fuerza para todos: Soldados...mañana seréis invictos en Carabobo". Eran 6000 corazones, con la esperanza de un amanecer glorioso para la republica. Dicen los expertos, que la infantería española, aún  cuando eran menos en  número, presentaban superioridad en  tanto a disciplina y entrenamiento. Sin embargo, eran muchas las prácticas de los republicanos, que se vivieron en Achaguas, teniendo como instructores a los oficiales británicos  que habían asistido a las batallas europeas. Parecía también una verdad que la caballería patriota, era decididamente superior a la española. Los jinetes apureños cargaban primero en escuadrones cerrados y luego se dividían en grupos de 15 o 20 hombres, que eran huracanes letales para el enemigo. La lanza de los llaneros manejada con la pericia aprendida desde la niñez, era un arma efectiva para la pelea cuerpo a cuerpo.

Todos los analistas, hablan de la experiencia y disposición de los comandantes, Morillo se había ido a España y quedó en el mando el Gral Miguel de La Torre, un hombre sin la categoría necesaria para la conducción de los batallones, y además, contaba en sus filas con un segundo, el Brigadier  Francisco Tomás Morales, un militar fogueado y conocedor de la tropa, al que poco le interesaba el diálogo y la guerra humanitaria, con quién fueron muchos los encontronazos  y desacuerdos en el ordenamiento de las operaciones. Del lado republicano, los hombres tenían la moral muy en alto. Bolívar disponía del comando único, ya Mariño lo acompañaba. Páez estaba alineado en el orden militar, y no se reconocían divergencias  en  ninguna momento previo a la batalla. Las cartas estaban listas en las manos de los contenedores. La avanzadas han dicho que el león ibérico espera en el campo de Carabobo, al día siguiente será la fiesta de San Juan, y se enfrentarian las tropas bien organizadas de Colombia, contra las veteranas legiones españolas.


Como se señaló anteriormente, al dejar el Gral. Pablo  Morillo Caracas, después del armisticio de 1820, quedó como primer Jefe en Venezuela el Mariscal de Campo Miguel de La Torre, y como segundo el Gral. Francisco Tomás Morales, Jefe del ejército español. Lo que tenía La Torre de caballeroso, de honrado, pundonoroso y culto, de distinguido y apuesto, siempre en el camino del deber y de la patria, lo tenía Morales de ruin, de envidioso, de insubordinado, cruel y codicioso.

Roto el armisticio y obligando a La Torre a continuar la guerra, juzgó que era el momento de reconcentrar todas sus fuerzas y oponerse al ímpetu de los patriotas, deseoso a dar frente a una guerra devastadora que se prolongaba. Bolívar que abrigaba estas ideas, llamó a su lado a sus principales divisiones del ejército patriota, al mismo tiempo, ponía en jaque a los cuerpos más distantes del ejército español. En la mete de los beligerantes se proyectaba la pampa de Carabobo, como sitio propicio, donde podrían obrar con libertad, los diversos cuerpos de infantería y caballería de ambos ejércitos. Bolívar tenía que atacar a los españoles por los puntos más difíciles, y abrirse paso por los lugares más escabrosos, teniendo antes de entrar en batalla, que vencer la quebrada, el desfiladero y los accidentes del terreno, que ponían fuerte barrera al libre paso de los infantes y caballerías. Bolívar se dirigía por el Sur, punto difícil de atacar por lo escarpado de las colinas, veredas y quebradas. En esta dirección estaba el ejército español compuesto de los siguientes cuerpos: Batallón Valencey al mando del Coronel Tomás García, y tras éste, los de Hostalrich y Barbastro; un poco a retaguardia estaba el de Infante, teniendo de reserva al de Burgos; atrás figuraban los 1.500 lanceros a las ordenes de Morales. Llegaban estas fuerzas a 5000 combatientes. El ejército de Bolívar constaba de 6.000 infantes y caballerías, distribuidas en 3 Divisiones. La 1ra Batallones Bravos de Apure y Británico, con 1.500 caballos a las órdenes del Gral. José Antonio Páez, montado sobre un hermoso caballo blanco, de riguroso uniforme bordado de oro, y con un penacho de plumas de garza en el ancho sombrero. 2da Los Batallones de Tiradores, Boyacá y Vargas, y el escuadrón sagrado del Coronel Aramendi, a las órdenes del Gral. Manuel Cedeño. La 3ra Los Batallones Rifles, Granaderos, Vencedor de Boyacá y Anzoátegui y la Caballería del Coronel. Juan José  Rondón, al mando del Coronel Ambrosio Plaza. 

La Primera División fue la que conquistó la Pampa, a ella ocupó la gloria de desbaratar por completo al ejército español, no habiendo podido entrar en acción 9 cuerpos, pero si algunos de los jefes, que llenos de entusiasmo conquistaron fama y honra con muertes gloriosas. El ejército patriota al mando de Bolívar comenzó la bajada de la Pampa, con un guía tomado de Tinaquillo, Alejandro Febres, muy práctico en aquellas regiones, quien les indicó, que había una pica por donde podía continuar el ejército sin ser visto por el enemigo, al que podría atacarse por el flanco derecho. Se necesitaba marchar bajo el amparo de un bosquesillo, y atravesar una quebrada escabrosa, para entrar en seguida a la Pampa.

Todo estaba listo en el campo español, cuando Bolívar se presentó a la altura de Buena Vista. La Torre, viendo llegada la hora de la batalla, hace avanzar su caballo hacia el estado mayor de Morales, y le dice con voz acentuada: “General...esta es la oportunidad en que se necesita sacar todo el partido que se pueda, de la grande opinión que usted disfruta en los pueblos. La vanguardia de usted puede proporcionar un día de gloria a las armas españolas”. “Ya no hay opinión general, todo ha sido perdido.” fue la contestación de Morales a La Torre. He aquí las frases de desaliento, precursoras quizás de una vergonzosa derrota.

La situación había cambiado, cuando el batallón Cazadores Británicos acudió en apoyo a los Bravos de Apure que comandaba Páez, obligando a retroceder al Burgos. Para lograrlo, se sacrificaron 17 oficiales y cerca de 120 soldados británicos. Otros 2 Batallones realistas, habían entrado en auxilio del Burgos, pero Bravos de Apure se había organizado y reanudado el ataque, unido a los Cazadores Británicos  y 2 Compañías del batallón de Tiradores. El Gral. Santiago Mariño, Jefe de Estado Mayor. Figuran también,  Pedro Briceño Méndez es responsable de la logística; Diego Ibarra, O´Leary y Farriar, valerosos llaneros y oficiales extranjeros.

Para detener el repliegue de sus unidades, La Torre había movilizado otros 3 batallones, y logró sostener la línea de combate por poco tiempo. A penas era el medo día y la situación de los realistas se había ido agravando, pues Cedeño y sus hombres, también habían penetrado en la llanura. Para enfrentar este nuevo ataque,  La Torre ordeno a su regimiento, cargar contra la caballería patriota, pero su unidad se retira después de disparar sus carabinas. Atacados de frente por la Infantería y por la derecha por la caballería, los soldados realistas comenzaron a retirarse. Como último recurso La Torre ordenó a otro regimiento, atacar la caballería patriota, pero esta unidad, no solo desobedece la orden, sino que se desbanda y huye.

Al entrar la batalla en su fase final, y casi decidida la victoria en favor de los republicanos, Ambrosio Plaza ataca de frente con su  3ra División, y recibió un tiro mortal de fusil, en momentos en que imponía su rendición a un batallón realista. Los patriotas iniciaron una tenaz persecución del ejército español, que dejó en su retirada unas piezas de artillería. Intentando rendir a las tropas en fuga también fueron abatidos el Gral. Cedeño, Comandante de la 2da División, además de Julián Mellado y  el Teniente Pedro Camejo, este ultimo conocido como “El Negro Primero”, oficial inicialmente realista; pero al cambiarse para el bando patriota, se destacó como uno de los héroes más recordados de la batalla. De él escribió Francisco Tosta García esta anécdota: Cuando Páez lo vio acercarse: “-Gran vagabundo- gritóle Páez con agrio acento- ¿en eso han venido a parar sus balandronadas y discursitos burlescos, tantas roncas y monerías, para venir corriendo como un cobarde, a la hora en que todos cumplen con su deber y ganan charreteras? - ¡Pedro Camejo no ha jullido nunca!- contestó con amargura el valeroso y desgraciado negro, llevándose una mano al pecho herido, de donde salían borbotones de roja sangre, que se confundían con el color de su uniforme:  “Vengo muerto mi General, y antes de ir pa er cielo, quería decirle adiós y recomendarle mi familia…” Páez arrepentido de su dureza quiso acercarse a él para socorrerlo; pero ya era tarde, porque el ínclito Negro Primero, había caído muerto a tierra al pronunciar estas palabras.

Todos los intentos por dar alcance a las tropas realistas fracasaron, y muchos llegaron llegar a su fortaleza en Puerto Cabello donde se refugiaron. Poco después de la una de la tarde, la batalla había terminado. Había sido un enfrentamiento rápido y sangriento, y apenas habían participado cerca de la mitad de los soldados republicanos. Simón Bolívar descendió al campo de Carabobo, y allí mismo nombró a Páez General en Jefe, por su intrépida actuación, que fue clave para decidir el triunfo. Para Guillermo Morón “Carabobo, no fue solo una batalla, sino ante todo una magistral campaña, con unidad, estrategia y organización”, que selló la independencia de Venezuela.

Carta del Jefe Realista a Bolívar:

Excelentísimo Señor:

Ha llegado a mi noticia que por V.E. han sido tratados con toda consideración los individuos del ejercito de mi mando que han tenido la desgracia de ser prisioneros de guerra. Doy a V.E. las debidas gracias por este rasgo de humanidad que me hace disminuir el sentimiento de la suerte de dichos individuos; esperando que continuara de este modo dado pruebas nada inequívocas de que hace renacer las virtudes sociales que han desaparecido por el enardecimiento de las pasiones, que han desolado estos fértiles países.

Dios guarde a V.E muchos años.

Cuartel General de Puerto Cabello, 6 de julio de 1821.

  Miguel de La Torre.


Es importante reseñar la participación de un eminente militar merideño de alto rango en la Batalla de Carabobo, se trata del Coronel José Antonio Rangel Becerra. Según referencias históricas escritas por  Rafael Ramon Santiago, el CNEL Rangel Becerra, para 1820 formaba parte de la 2° División de la Guardia que comandaba el Gral. Rafael Urdaneta,  y el 19 de mayo derrotó en el Puente Real del Chama derrotó a los realistas. El 2 de octubre entró triunfante a Mérida y destrozó la retaguardia enemiga en las afueras de Mucuchies, y persiguió al Obispo de Mérida Lasso de La Vega que estaba en favor de los realistas. Regresó a su ciudad natal, para asumir provisionalmente las funciones de jefe civil y militar de la provincia serrana hasta marzo de 1821.  Año en que partió por última vez de la ciudad de los caballeros, para incorporarse a la 2° Brigada de la Guardia del Libertador Simón Bolívar en Barinas.

Refiere además Rafael  Santiago, que la participación de Rangel Becerra como 2° Brigada de la Guardia del Libertador , que arrancó elogios de Simón Bolívar: " El Coronel Rangel, que hizo como siempre prodigios, ha marchado a establecer la línea contra Puerto Cabello". Señala además que en el fragor de la Batalla, trato de desbaratar al heroico Valencey comandado por el CNEL. Tomas  García, pero lo consiguió de hostigando hasta Puerto Cabello, donde inicia el asedio a la plaza el 26 de junio de 1821, el cual abandonó, días después de haber sido nombrado Gobernador y Comandante General del Departamento de Occidente. También se distinguió por su buena habilidad y persuasión, recursos que utilizo para bu atraer a la causa republicana al Cnel. Español Pedro Luis Inchauspe, después de la  entrevista que tuvo con el Coronel en el Pedregal.

Después del triunfo de Carabobo el Cnel. Rangel Becerra se encontraba en Maracaibo, dispuesto a acompañar a Bolívar en la Campaña del Sur, para librar batallas por la independencia de América, pero lo sorprendió la muerte de el 24 de septiembre  de 1821, de apenas 32 años.

La plaza de El Llano, Municipio Libertador del  Estado Mérida, lo engalana con su nombre. Allí se encuentra su figura y busto, labrado en bronce.


Maria Garcia de Fleury en el marco de estos 200 años de la Batalla de Carabobo, pide que le demos las gracias a Dios por nuestra patria , y siga bendiciendo a Venezuela, con paz, armonía, tranquilidad, y recordando que si nuestros patriotas fueron tan marianos, ser venezolano, es ser coromotano".


Alfonso Castro Escalante.

Miembro Honorario. 

Sociedad Bolivariana del Estado Mérida.


Fuentes consultadas.

Arístides Rojas. Leyendas Históricas de Venezuela. Caracas. Colección Libros Revista Bohemia.1985.Tomo II N° 68

Francisco Tosta García. Carabobo. Caracas. Colección Libros Revista Bohemia. 1985. Tomo II N° 66

Guillermo Morón. Historia de Venezuela. Caracas. Los Libros de El Nacional. 2011.


Rafael Ramón Santiago. Vida y Obra del CNEL José Antonio Rangel Becerra. Prócer de la Independencia de Venezuela. Mérida. Fundecem. Alcaldía del Municipio Pueblo Llano. Septiembre 2011.

Ubaldo García. Del Armisticio a Carabobo. Audio. Junio 2021.

Maria Garcia de Fleury. Áudio. 200 años de la Batalla de Carabobo. Junio 2021


Historia de Venezuela en Imágenes. Caracas. Fundación Polar. El Nacional. 2000 


Grandes Hechos Históricos de Venezuela. 1806-2002 Caracas. Ediciones Ediarte. 2011.

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