Por. Freddy Ramírez “Garapuyo”
Gracias a
los buenos oficios, la pericia con el teléfono móvil de la Señora Ana Trossel, quien desde las gradas de los bajos plaza de toros,
este jueves 20 de julio, muchos aficionados de Venezuela seguimos en directo la
presentación del novillero venezolano José Antonio Valencia en Las Ventas de
Madrid.
Nos
hubiese gustado haber titulado este viernes
un triunfo grande de José Antonio
Valencia, esta vez, el poco juego de los descastados novillos de su lote, no
permitió tal gesta, no obstante el joven torero demostró: oficio, valor seco,
actitud, buen gusto al torear dejando un buen sabor entre los buenos aficionados
y público en general y, sobre todo le hemos visto, lo que muchos toreros
carecen, como es el temple, este don, es tan igual al valor, se tiene o no y José
Antonio demostró que lo tiene, al templar las tacañas embestidas de los marrajos
que tubo por oponentes, el frescor, temple y el
buen sabor de su toreo, seguro que su nombre volverá a ser parte de
carteles venteños.
Gonzalo Bienvenida en elmundo.es “dibuja” lo ocurrido a Nay Zambrano:
Insatisfecho por haber derribado al caballo en su choque, el cuarto novillo bordeó la mole desplomada que forman peto y jaco hasta dar con el picador Ney Zambrano que yacía medio atrapado bajo la cabalgadura. Dos envites. Un primer derrote hacia la zona del pecho que no alcanzó carne y otro certero que recorrió la gregoriana hasta calar en la mitad del muslo derecho con "dos trayectorias, una ascendente de 15 centímetros que produjo destrozos en músculo sartorio y recto anterior y otra hacia atrás de 20 centímetros que produjo destrozos en músculos sartorios y cuadriceps alcanzando el fémur y contusionando arteria femoral", informó el parte del doctor García Leirado.
Uno se pregunta para qué está el caballo de reserva en la puerta de cuadrillas si no es para estos casos. En el impasse del inverosímil gesto, mientras levantan al caballo, el novillo se podía haber quedado picado en terrenos del 10. Pero a nadie se le ocurrió.
Acusaría después el novillo la falta del segundo puyazo, con un comportamiento rebrincado y defensivo al que plantó cara José Antonio Valencia. Se presentó en Madrid el novillero venezolano muy dispuesto, cómo se vio también con el noble primero.
Que reseña tan perfecta y bonito verbo!
ResponderEliminarTremendo picador
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