Por. Carolina Baquero.
Se lidió un encierro de la ganadería de Fuente Ymbro de buena presentación, con bastante cara. El juego dispar, algunos con ideas de llevar por delante siempre. Destacó el lidiado en tercer lugar. También hay que rescatar que todos tuvieron buena pelea en los caballos.
Adrián de Torres quien sustituía a David Fandila “El Fandi”, tuvo una presentación muy meritoria frente a un toro manso, descastado y con un peligro inminente todo el tiempo, en especial sus malas ideas por el derecho. Le prendió dos veces al torero, casi para matarlo, le marcó cornadas en zonas muy peligrosas como el abdomen. Adrián lo probó por los dos pitones, incluso más de lo que debía por el derecho, sabiendo el defecto debió fundamentar más su faena por el izquierdo y bajar más la mano; sin embargo le logró cuajar una faena completa y con ritmo. Una estocada en buen sitio y de efecto mortal inmediato. Vuelta al ruedo tras fuerte petición de oreja y aviso.
Poco dijo De Torres en la segunda faena, el toro era manso pero le permitía estar en mejores terrenos que su primero, pese a ello la faena se tornó sosa, de uno en uno, con poco contenido. El torero tuvo siempre disposición, eso no se puede negar pero le falta decisión, se le ve inseguro. Pinchazo y estocada. Leves palmas.
Totalmente nulas las posibilidades que tuvo Juan Leal con un toro parado, manso, sin clase y con peligro. Intentó iniciar de rodillas en el centro del ruedo, pero como el toro no arrancó, lo hizo con cuatro pases de rodillas al hilo de las tablas, fue quizás lo más ligado que pudo hacer porque después fue un unipase no muy lúcido y con la muleta no tan planchada. Estocada caída y contraria. Silencio.
Juan Leal alargó innecesariamente una faena que empezó bien, porque la afición conectó con él, al verlo de rodillas recibiendo al toro con un cambiado por la espalda en él centros del redondel, buscó siempre ser variado con la muleta u probar los dos pitones, fue una actuación decorosa y con temple; pero no llegó a romper y el toro es que era encastado que exigía una muleta que entendiera mejor la distancia y le hiciera pasar con mayor calidad. Entrando a matar se llevó una voltereta y unos golpes muy fuertes, que por fortuna no fue cornada. La estocada fue un pelín trasera. Leves palmas y palmas en el arrastre al toro.
Leo Valadez de México, cortó la primera oreja de la tarde; con un ejemplar que tenía buen recorrido, picante y bravura complicada de llevar. El torero estuvo muy dispuesto, valiente y le llevó el ritmo al toro desde el capote, donde tuvo destacados momentos antes de la puya, por su variedad. Con la muleta tuvo ligazón pero faltó profundidad, torear más en redondo que en línea recta. Estocada en muy buen sitio. Oreja.
Con el sexto de la tarde, la faena no tuvo la continuidad esperada, porque dio buena pelea en el caballo y persiguió en las banderillas. Aunque si en el capote algo se le vio de lo desatento que era, Leo tuvo que llamar mucho su atención y en la muleta cada vez más se quedaba de recorrido, poco motor. Todo lo puso el mexicano, que se cruzó, citó con la muleta planchada y no se la quitó del hocico para poder terminar las tandas. Muy buena estocada. Palmas.
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