Cleiderman Méndez "El Moro"
Por. Víctor Ramírez "Vitico"
La novillada del Certamen de Las Américas celebrada en Mérida pasó en blanco en cuanto a trofeos se refiere, pero es de destacar el esfuerzo que los organizadores realizaron para llevarla a cabo. En estos tiempos es digno de elogio cualquier labor en beneficio de la tauromaquia, por encima de los resultados.
Tres ganaderías venezolanas aportaron los ejemplares lidiados en el festejo, ciertamente terciados y chicos, pero alguno con condiciones para el toreo.
Yonathan Ortega estuvo voluntarioso con el ejemplar de San Antonio que abrió plaza. Tardo, soso y reculando, el astado fue todo un crucigrama que Ortega trató de descifrar perdiendo pasos e intentando alargar la embestida. Lo mejor del trasteo algunos pases de pecho. Falló con la espada.
El mexicano Eduardo Sebastián se fue a portagayola a recibir al segundo, de El Trébol con el que estuvo tan entusiasta como poco resolutivo. Muy verde con el capote, muleta en mano se mostró entregado, voluntarioso e histriónico, vendiendo gestos y detalles para la galería.
Cleiderman Méndez "El Moro" con el tercero de Los Aranguez esbozó una faena de buenos detalles, con varios muletazos realmente conseguidos al dejar la muleta en la cara. El astado tuvo nobleza y clase aunque por el pitón izquierdo achuchaba y se quedaba corto. En lo que sería el sino de la tarde falló a espadas perdiendo una posible oreja.
José Gutiérrez estuvo voluntarioso con un novillo de San Antonio que cuando se le hacían las cosas bien embestía con clase. Valiente siempre, no acertó a comprender la distancia que pedía el astado ya que siempre le espero con la muleta retrasada cortando el viaje y sufriendo una fuerte voltereta. Al final de la faena dio dos derechazos estupendos al adelantar el engaño y dejarlo puesto para ligar, pero otra voltereta le hizo descentrarse. Con el descabello paso un quinario.
Jasiel Morales, el segundo mexicano del sexteto se las vio con un astado de Los Aranguez al que prácticamente dejó sin ver. Desconfiado y sin centrarse dio algunos pases muy despegados y luego tomó la opción del "no sabe, no contesta".
Cerro el festejo el colombiano Diego Alejandro que mostró oficio al lidiar con el capote acertadamente al astado de El Trébol al que dio muchos pases, corriendo bien la mano pero adoleciendo del defecto de no asentar los pies una sola vez. Se llevó una voltereta y le puso al asunto voluntad. Tras dos pinchazos y entera baja dio la única vuelta al ruedo del festejo.
Ficha del festejo
Plaza de toros de Mérida Domingo 3 de julio. Unas mil personas en tarde nublada y fría.
Novillada del Certamen de Las Américas.
Novillos de San Antonio (1° 4°) El Trébol ( 2° 6°) y Los Aranguez ( 3° 5°) Chicos y terciados. Encastado el tercero, noble y con clase el cuarto, noble el sexto. Complicados el resto.
Yonathan Ortega, de naranja y oro: Silencio tras aviso.
Eduardo Sebastián, de corinto y oro: Silencio.
Cleiderman Méndez "El Moro", de fucsia y oro con remates negros: Saludos tras aviso.
José Gutiérrez, de grana y oro: Silencio tras aviso.
Jasiel Morales, de burdeos y azabache: Silencio.
Diego Alejandro, de azul marino y oro: Vuelta.
Las cuadrillas cumplieron con eficacia destacando en la brega Gerson Guerrero, con las banderillas Ramón Contreras.
Al final del festejo se entregaron diversos reconocimientos
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