viernes, octubre 01, 2021

BRUTAL MORANTE!

Morante con otro vestido de estreno muy original. Foto Empresa Pagés

Sevilla, Feria de San Miguel 

Por. Ignacio Sánchez Mejías

Ya sé que brutal no es un adjetivo muy taurino, pero es que se me viene a la cabeza para describir cómo ha estado Morante de la Puebla en su segundo toro. Los tres cambios de rodillas para recibirlo, despacio, erguido (de rodillas) y sin un tirón, ya valían las entradas no de la tarde, sino de toda la temporada. Morante ha querido resucitar suertes antiguas que estaban muertas y que no creímos nunca volver a ver. El galleo del Bú, de Gallito, y ahora este cambio de rodillas con el capote recogido y dado por bajo, del gran Rafael El Gallo, ejecutado con la tranquilidad del que toma café en su casa, ya merecían sacarlo a hombros.

Las verónicas que vinieron a continuación fueron inconmensurables. Con las zapatillas asentadas, moviendo los brazos y la cintura a compás, y con un empaque y sabor que sólo Morante es capaz de imprimir al toreo. La media fue un broche de oro de verdad de la buena. Sonó la música y la plaza ya era un gallinero (hervidero). Pero es que después llevó al toro al caballo con un galleo cruzando los brazos que no habíamos visto nunca, ni en fotos antiguas. Ya estábamos muchos llorando de emoción.

El toro era algo tardo y con su chispa de peligro. Empezó con una serie de ayudados rodilla en tierra, de sabor añejo, que fue el aperitivo de la locura que vino después. Después Morante se jugó los muslos en cada pase sin trampa ni cartón. Faena larga de pase en pase, lo que admitía el toro y cada pase era mejor que el anterior y cada tanda mejor que la precedente, y la acabábamos todos en pie rompiéndonos las manos de aplaudir y frotándonos los ojos para quitarnos las lágrimas. En un pase quiso sacar la muleta por debajo del pitón para rematar a la antigua y el toro le echó mano, empitonándolo de forma que creíamos que lo había calado. Se levantó como si tal cosa y mató al toro de una estocada entre el delirio de los aficionados (menos del maestro de la banda que sigue sin enterarse de nada). Le pedimos las dos orejas y debimos pedirle el rabo. En ese momento debimos echarnos al ruedo y sacarlo a hombros.

La corrida empezó y acabó en ese toro.

PD. Si yo fuera la empresa abría las taquillas ahora mismo para la corrida de Miura con Morante llegar al 100% del aforo, ahora que se puede.

@isanchezmejias

No hay comentarios:

Publicar un comentario