Sin dolientes Plaza de Toros Monumetal de Mérida
Por. Freddy Ramírez “Garapuyo”
Tal cual el aviso que identificaba la plaza de toros de Mérida, e imagino que así también estará marchando en lo interno la gerencia administrativa de la Plaza de toros Monumental “Román Eduardo Sandia”, y es que por más que lo quieran ocultar todo aquello es una vergüenza administrativa.
Las fallas estructurales, las múltiples filtraciones y las grietas en el tendido alto de sol y piso de plaza en los bajos, al pie de las escaleras del tendido de sombra están a la vista. (Graficas en reserva)
Es de todos sabido que el ente que regenta la plaza de toros es una Compañía Anónima donde el mayor accionista es la Gobernación, gerencia que funciona con recursos económicos provenientes de La Gobernación del Estado Bolivariano de Mérida y por algunos recursos generados por el alquiler de la plaza, de tal manera que la gerencia del coso taurino merideño ahora mismo se encuentra en la carramplana, sin dinero, y el poquito que entra por parte del accionista mayoritario apenas alcanza para cancelar algún salario, entones de ninguna manera podemos pedirle que arreglen, curen filtraciones y reparen grietas y demás.
Ahora, sí de verdad les duele la plaza de toros, donde muchos con la boca explayada dicen ser aficionados de solera, jactándose y presumiendo de regentes, ya deberían haber trazado alianzas estratégicas, abrir senderos, pedir ayuda. Es tal la ineficacia de la junta, que si ellos no pueden, quizás por orgullo al ser gente de oposición, muy bien han podido nombrar un comisionado que hubiese entablado conversaciones con el poder central y sí había que ir a Caracas hablar con el mismísimo Presidente de la Republica, tenían que haberlo cristalizado, pero no dejar que la ruina acabe con un bien del patrimonio cultural del merideño.
En cuanto al aviso que desde hace varios años esta fijado en lo alto de la fachada de la plaza de toros, el cual fue quemado en una manifestación estudiantil, aquello es una vergüenza, ahí se puede palpar la ineficacia de la junta administradora, quienes por cierto andan afanados trazando líneas de alto relieve en la historia taurina de Mérida por haber sido la peor junta administradora que ha pasado por la plaza de toros.
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