Festejo que fue televisado al mundo por Tlaxcala Tv y Tlaxcala Taurina en Facebook
Especial, sábado 19 septiembre. La plaza de toros “Ranchero Aguilar” abrió sus puertas nuevamente para un evento muy importante y distinto, 150 años de aniversario de la Ganadería de Piedras Negras, la más emblemática de la historia del torero mexicano. Distinto, por estar enmarcado en esta “nueva normalidad”, sin el entradón ante un selecto grupo de Taurinos e invitados.
No había manera de celebrar este
acontecimiento de mejor manera con lo que hoy ha mandado Piedras Negras, una
corrida muy bien presentada con edad, muy en su tipo y peso. Tres de
ellos Cumplieron, y tres fueron sobresalientes. Cuarto de arrastre lento,
Quinto de muy bueno y sexto de vuelta al ruedo.
Jerónimo representando a la dinastía del propio “Ranchero”, ha dejado la huella inconfundible de su personalidad al torear muy en él. Toreo distinto de profundidad y barroquismo, ante dos toros que le dejaron expresarse, Mucho más en su segundo al que le premiaron con arrastre lento. Llegando a los altos niveles deseados, en tandas largas y acompañadas. Dejó de conseguir los trofeos por fallar a ambos con la toledana. Ovación y un aviso.
Fermín Rivera es un torero de una gran técnica y pureza, un ortodoxo de Cepa que ha venido comprometido con su dinastía a representarlos de manera clásica. Dos faenas en su tipo, mejor la segunda a un “Soy de Seda” al que le hizo una faena muy completa para matarlo de una media en lo alto, que fue suficiente para cortarle una merecida oreja. En su primero fue ovacionado.
Diego Silveti ha sido el triunfador de la tarde al desorejar a un gran toro de nombre “Rey David” un verdadero toro-toro en presencia y tipo. Fue muy emotivo, claro y con mucho fondo. Diego lo entendió desde el principio al torear a pies juntos con el Capote en lances de Temple. Tumbo del toro al caballo, para luego arrancarse desde los medios en un segundo encuentro con gran puyazo de Salomón Azpeitia. Ya aquí “Rey David” había declarado su casta, y vino Diego a capitalizar en una faena de mucho empaque y fondo.
Toreo con ambas manos de gran hondura y largueza, Citando de largo para hacer lucir más al Toro, muletazos aderezados con desdenes imperiales y remates de pecho completísimos. Lo mató de una estocada completa delantera, por lo que perdió los máximos trofeos, aun así fue premiado con las dos orejas, dando la vuelta con Marco González por su triunfo. Diego abandonó la plaza en hombros. En su primero cumplió, fallando con la espada, para ser silenciado.
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