Hablar de la sangre
brava o del toro de lidia en el país es anteponer el nombre de la señera y
desaparecida Guayabita, vacada
formada con vacas criollas y un semental español que le trajo de regalo Juan Belmonte a Juan Vicente Gómez, andino del Táchira con pasión taurina.
Encierro de Los Ramírez que se jugará en la Feria del Sol el Lunes de Carnaval
Fueron muchas las
tardes de gloria de la divisa rojo y negro después de su definición, las
figuras españolas la desorejaban y nuestros
César y Curro Girón junto a Joselito Torres le dieron un nivel de
importancia hasta que desapareció pero sirvió de encaste para nuevas vacadas a
nivel nacional.
Después de Guayabita surge con mucha prestancia Los Aranguez de la familia Riera y
otras de media casta que no calzaban la categoría para ferias de importancia,
surgiendo de los pastos patrios nuevas divisas con tinte de primera como La Carbonera de Don Fabio Grisolia imponente,
respetada y con son, Campolargo siempre
bien presentada, TierraBlanca, Euclides Sánchez, Santa Fe con dijes como “cristalino” Campo Pequeño y El Trébol
con asentamientos y encastes que constan en libreta y nuestra bandera ondeante
a los vientos de la sierra... Los Ramírez,
la de los toros lustrosos, potables de acariciante embestida consagradora de
figuras dada su imponencia, La Cruz de
Hierro siempre en su plinto oteando
el panorama torero de los matadores y Bella Vista quien poco a poco, escala peldaños con sus nuevos dueños
y recordemos con sorna Los Marañones
de la divisa carmesi, hoy desaparecida.
Pero siempre hay
motivos para echarle de comer aparte a ciertas cosas... acaso... las cosas
comen... pues bien esta “cosa” no es otra cosa que los Molineros de Hugo con su
Rancho Grande chantilly en las embestidas,
El Prado de la misma reata y La Consolación del apreciado “Morocho”
encastes que han costado mucha
dedicación y celo para llevarlos a un nivel envidiable como el gusto de las
figuras por lidiarlos.
Mérida, siempre distinta y
diferente, anuncia para este Sol del 15 solo hierros nacionales, pues hasta los
sobreros son tricolores, visión de unos empresarios que dan lo mejor de si para
el éxito de lo esperado, bis a bis o agarrón de embestidas, imponencia y
bravura que dará mucho que hablar, pues nos imaginamos que Ricardo Ramírez Mora, empresario y ganadero se lucirá con el hierro
de la casa, pues traerá a la plaza una muy bien escogida corrida de toros que
será de la admiración y gusto de la afición que llenara la plaza.
El toro bravo nuestro
apreciado lector, no tiene malas “ideas” mucho menos Giribiya” (malas
embestidas) no... Sucede que criar toros bravos es un arte muy complejo y muy
esquivo aparte de oneroso.
El duende que les da
la bravura, ese misterio escondido indescifrable, ha sido por años un
crucigrama profundo de resolver. El cruce debe dar el ligue, mucho criador se
preocupa por el fenotipo o belleza,
otros por el trapío y la imponencia, puede ser que manipulando cierta genética
los productos nazcan como queremos, ahora lo siguiente...los ganaderos no enseñan a sus toros a embestir, no les
enseñan bravura...por eso el buen taurino debe apreciar con atención el comportamiento
del toro durante la lidia, el ganadero
querido lector no es culpable del juego que de el toro en la plaza.
Decía un recio
ganadero que los toreros pasaban dos sustos en la plaza y ellos seis… Dos toros
el torero, seis toros el ganadero, ahora bien, puede ser cierto, pero no sabía
este hombre de campo que cada cite y cada embestida es un susto para el torero
o para el ganadero, de ahí la grandeza admirable e indescifrable de ambos
protagonistas.
Como aficionados
debemos hacer votos por que la sangre de
nuestros toros le den prestancia a la cría de estos semovientes en pastos nuestros,
que las divisas con su multicolor alegría, ondeen orgullosas al aire, que los
hierros sobre las ancas broten y que el trapío cause admiración en los apasionados,
miles de ellos toristas para consolidación de la fiesta brava en esta Venezuela
ancha y generosa.
Permita el devenir de
los tiempos que la reciedumbre de nuestros ganaderos con sus votos, chaquetas largas,
aromados puros y gorras toreras refrenden el sacrificio, inversión y tiempo que
estos caballeros de campo le dedican a tan esquivo arte, ojala los toreros
sepulten sus espadas hasta la cruz para que salgan a hombros torero y ganadero
por la puerta grande con las orejas para admiración del populacho profano y de los exigentes entendidos...va
por Uds. Castoreño en mano!
morenitomilla@gmail.com– 0416
7703846.-
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