Licenciada Gabriela del Mar Ramírez.
Defensora del Pueblo.
Miembro del Consejo Moral Republicano
En apoyo a las
Escuelas Taurinas de Venezuela
El
Objetivo de nuestras Escuelas Taurinas es formar personas de provecho para el
futuro, es por esta razón que una de las condiciones para ingresar en una
Escuela Taurina venezolana es que el alumno esté motivado por el deseo de ser
torero, que cuente con el apoyo de sus padres ó representantes, que tenga y
mantenga un buen rendimiento académico y un comportamiento ejemplar.
La
preparación de los toreros es intensa y sacrificada, es una formación integral,
en la cual es determinante reforzar en el aspirante valores como el respeto, la
disciplina, el esfuerzo, el compañerismo y la responsabilidad.
Se
requiere de mucho sacrificio y constancia para alcanzar las metas. Dentro de
las Escuelas Taurinas no todos llegan a ser toreros, se forman subalternos,
banderilleros, picadores, apoderados, aficionados, entre otros.
En
Venezuela tenemos la gran ventaja de contar con personal altamente capacitado
en el arte y con el interés de prepararse cada día mejor, dispuestos a formar
nuestros jóvenes toreros, que trabajan con amor y pasión sólo con la ilusión y
la seguridad de hacerlo bien, la mayoría de las veces de manera voluntaria, sin
más remuneración que llevar a los niños por el camino del bien, son hombres y
mujeres que han dedicado su vida a los toros y pueden entender perfectamente el
sentimiento de nuestros hijos; ellos cuidan, apoyan y enseñan a los jóvenes el
arte de los toros con el máximo respeto y consideración, pero con la seguridad
de guiarlos positivamente para que logren alcanzar sus sueños.
Un
alumno y un maestro de la Escuela Taurina, además de impecable rendimiento,
llevan una vida sana y ordenada, deben
tener excelente condición física que sólo la consiguen entrenando con mucha
dedicación, para esto es determinante no
fumar, no consumir drogas ni bebidas alcohólicas.
Los
alumnos de nuestras Escuelas Taurinas dedican su tiempo al deporte, al estudio
y a su preparación.
Ser
torero es simplemente una pasión… ¡¡se es o no se es!! No podemos cambiar los
sueños de nuestros niños, si quieren ser toreros no debemos ponerlos en una
escuela de pintura, ó de música ó de cualquier otro arte… ¡¡estos quieren ser
Toreros!!
¿Por
qué no? ¿Por qué tienen que buscar sus sueños en otros países? En Venezuela
tenemos los recursos para formarlos integralmente, tomando en cuenta que
ninguna oportunidad de educación debe ser discriminada.
Los
toreros son hombres y mujeres de bien, no andan en drogas, juergas ni vicios;
llevan una vida sana y sacrificada, llena de esfuerzo y constancia.
Ejemplos
hay muchos, niños que desviaron su camino en determinado momento y su pasión
los salvó, llegando a ser grandes figuras taurinas.
Las
Escuelas Taurinas no solo forman a los alumnos en el arte y la cultura taurina,
también unen a las familias, se estrechan lazos de amistad y de solidaridad que
perduran en el tiempo.
Estos
venezolanos quieren ser toreros. Son niños, son jóvenes, son hombres y mujeres
valientes que tienen derecho a ser lo que elijan. Nuestro deber es ayudarlos y
apoyarlos.
Igual
harán brillar el nombre de nuestro país como tantos venezolanos ya lo han
hecho; serán extraordinarios embajadores de Venezuela en el mundo… ¡¡Serán
Toreros, serán Grandes Toreros!!
Carlos
Rosales.
V-5.448.661
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