domingo, diciembre 11, 2011

Diego Silveti a hombros en La México después de cortar las dos orejas y rabo al quinto de la tarde

El torero de dinastía cuaja una extraordinaria faena a un toro de vuelta de Los Encinos

Alejandro Talavante, sin suerte en su segunda comparecencia en Insurgentes, se fue de vacío.

Diego Silveti: "He disfrutado como jamás lo había hecho"

Tomado de: Aplausos...Diego Silveti ha cuajado una extraordinaria faena al sexto. El joven azteca logró cortar el rabo y entró de lleno en el corazón de los mexicanos. Alejandro Talavante, sin suerte en su lote y tampoco en el sobrero de regalo, se fue de vacío.


Silveti firmó un variado recibo capotero al sexto. Tres lances, dos delantales y una media belmontina tuvieron sabor y buen gusto. Quitó por cordobinas y en el último tercio el de Los Encinos se mostró como el mejor ejemplar del festejo, permitiendo a Silveti dejar muletazos de mano baja y largo trazo sobre el pitón diestro. Al natural hubo dos tandas sencillamente extraordinarias, enganchando la embestida adelante y rematándola detrás de la cadera, llegando mucho a los tendidos. Faena de torero importante, destilando personalidad y torería también en los remates y el toreo accesorio. Los circulares acabaron de enloquecer a la concurrencia, que estalló en el grito de ¡torero, torero!. Finalizó por bernadinas muy ceñidas y entró a matar en medio de una petición de indulto dejando una estocada casi entera en buen sitio que le valió el rabo. El toro, "Charro Cantor" de nombre, fue justamente premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre

Ante el tercero brilló con el capote en un buen quite por gaoneras en el que cargó bien la suerte. Frenado y poco colaborador, el toro ayudó más bien poco en el último tercio, impidiendo que Silveti, tesonero sobre ambas manos, lograra el lucimiento. Hubo voluntad pero escasos resultados por la deslucida condición del de Los Encinos en una labor epilogada por ceñidas bernadinas. Pinchó con los aceros.

Alejandro Talavante protagonizó una electrizante faena en su primer turno. A su labor, de excesiva velocidad y por momentos falta de reposo, le faltó unidad aunque contó con muletazos vistosos de todas las marcas, insistiendo en muchos de ellos con sacarse la embestida del de Los Encinos por la espalda. Lo mejor, sin duda, llegó en una serie de naturales finales en los que primero toreó desmayado para romperse después encajando los riñones antes de aguantar varios parones del animal, que llegó a olisquearle los muslos y la pechera del vestido de torear. Ahí rompió el público del todo con el torero, que ejecutó un inusual desplante al finalizar esa serie con la mano zurda. Anduvo desacertado con los aceros y sonó un aviso pero, aún así, fue obligado a saludar desde el tercio.


y en la muleta de Talavante repitió en los estatuarios con los que el extremeño inició la faena. Embistió con transmisión las primeras series, incluso con violencia y en algunas ocasiones por dentro, poniendo a prueba su lidiador, que optó por irse a por la espada para dejar una estocada muy trasera que bastó. El sobrero, del hierro titular, fue un ejemplar desrazado y muy parado. Talavante no encontró colaboración y el lucimiento resultó imposible.

De burdeos y azabache, Guillermo Capetillo, con 53 años y 34 de alternativa, sin duda uno de los diestros en activo más veteranos de México, dejó algunos detalles capoteros ante el que toro que abrió plaza, un animal cuya muerte brindó a la actriz Silvia Pinal, presente en una barrera de sombra. Muleta en mano, dejó varios naturales de planta erguida y enorme relajo ante un toro que embistió con nobleza y calidad pero tuvo poca fuerza. Algunos adornos tuvieron torería y sabor añejo. Mató de media estocada en buen sitio.El cuarto fue un toro más armado que sus hermanos y que en los primeros tercios no acabó de desplazarse en las telas. Pese a ello, Capetillo brindó al público y se puso por ambos pitones, pero nunca llegó a levantar el vuelo de su faena. Tras el macheteo por la cara, decide abreviar antes de pasar un mal rato con la espada.

México D.F. (México), 11 de diciembre de 2011. Toros de Los Encinos. 1º) Noble, con calidad pero poca fuerza. 2º) Manejable. 3º) Deslucido. 4º) Parado 5º) Complicado 6º) Bravo, premiado con la vuelta al ruedo. 7º) Parado y desrazado. GUILLERMO CAPETILLO: Ovación y pitos tras aviso; ALEJANDRO TALAVANTE: Ovación tras aviso, palmas y silencio en el sobrero de regalo; DIEGO SILVETI: Aplausos tras aviso y dos orejas y rabo. Entrada: Alrededor de un cuarto. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de aplausos en memoria del torero y fotógrafo Armando Rosales "El Saltillense". Luego, el público obligó a saludar a los tres toreros.



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