sábado, noviembre 19, 2011

Valencia. José Antonio Valencia una oreja en la primera de Feria

César Dao Colina. .Noche agradable, la gente quería ver toros a rabiar. Había expectación en la plaza, sobre todo, destacaba la presencia del buen aficionado. Con más de un (1/4) de plaza la gente respaldó el llamado a los toros y a la Plaza Monumental a pesar de tanto plomo cruzado que comenzó desde cuando destruyeron los bellos carteles de calle. La violencia y la estupidez son sinónimos de cobardía cuando se dispara por mampuesto sin dar la cara; sobre eso, hablaremos luego. Por delante, el coso taurino y el Parque de Feria.

LOS TOROS DE DON JERÓNIMO...UNA SINFONÍA DE PELAJE

Los toros de San José de Bolívar, tuvieron un comportamiento similar durante la lidia. Sueltos de salida respondiendo a su encaste parladeño, fueron al caballo con prontitud dejándose pegar, propinando el primero un tumbo espectacular al piquero de segunda tanda ubicado cerca del Portón de Cuadrillas. Luego, a mitad de faena se rajaban a tablas. Gustaron el primero y el último de J.A. Valencia.

VALENCIA ESTUVO TODO UN TORERO...ENTRE EMOCIONES Y EL TEMPLE SANBLASINO

BIEN, qué bien estuvo usted, matador. Ayer, de nuevo, a pesar de tanta miseria corrida en las filas gremiales que rodea la fiesta, nos imaginamos que con el resultado de la corrida de ayer, su estímulo y sus reflexiones lo deben empujar a colocarse en la cima de la torería vernácula. No puede ser de otra manera, no. De nuevo, inquirimos y seguimos propulsando que ya es hora de poner las cosas en su sitio... sitio que usted demostró dibujándolo en la corrida nocturna que abrazaba la ausencia de su hermano Bernardo y de la oreja de peso que cortó en su primero... que pudieron ser tres sino falla con la espada en el último toro de su lote, un jabonero perlado, noblón...

Sí, José Antonio, una vez más no te olvides de ese "Bernardito" que en caminatas de pasos infantiles y de ilusiones toreras, se sorprendía viendo ese frondoso samán que aún bate sus lances de seda frente al Cabriales mientras "El Quemao" se ganaba la vida. Oiga usted,una vez más, matador, lea, no voy a describir su oficio en cada toro, voy a conjuntar su labor... Conjugaste el arrojo y la torería con el riesgo; su capote voló por encima del vuelo de su bamba mientras las muñecas describían, al compás de la cintura, las medias verónicas y los remates desmayados. Arrebujaste a Bernardo cuando echaste rodilla en tierra y delineaste aquellas tres largas con rotundidad. La muleta definida en redondos, circulares, regulares... vale decir, derechazos lentos, con sabor de temple sanblasino, donde aún rueda una lágrima, donde, todavía, huela a torero recio y natural; naturales y circunferencias escarlatas soberbiamente rematados con aquellos doblones ¡Achenelados!... únicos, añtoñetistamente prodigiosos... y, usted, saliendo de la suerte con absoluta limpieza... ¡Vaya trincherazo sin violar la conciencia del pase!.. No olvidéis, Pepe,que el Arte sin saber el Oficio no es más que un intrusismo macabro. Bien, torero, bien, ojalá, dentro de poco tiempo, pueda llamarla Maestro en un Patio de Caballos, tal como solía hacerlo con su finado hermano. Oiga, lea, vuelva, usted se va yendo sin pedirle permiso a nadie y a la afición, tómela en cuenta en esta caravana de mediocridades que nos asalta. ¿No olvides los óles largos, rítmicos y emotivos de ayer, donde escribiste con la Pluma de Oro.

"FINITO" DEJÓ LAS FINURAS...

EL DIESTRO catalán criado en Andalucía, en Córdoba la Serrana, a pesar de que sólo le embistió el último de su lote y dejó pinceladas de toreo de esencia, caro y perfumado, vino desganado, desdibujado, espantándole las moscas a sus toros; nos imaginamos que dejó las ganas en el hotel donde debe guardar lo que cobró. Aquellas calidades solamente aparecieron en muy bajo relieve, muy bajo...

MISCELÁNEAS DEL FESTEJO CON COJINES Y FLORES

CONCHETTO colocó su habitual pancarta en memoria de su torero Bernardo Valencia. Valencia, te admira y te respeta buen amigo.

LA PLAZA bella por sus exteriores e interiores; pintada luce.

BUENOS los acordes de la Banda Taurina.

Las cuadrillas desubicadas; a corregir excesivos capotazos y saber colocar al astado que saben cuando las cosas se le hacen de mala manera y aprenden de ipso-facto.

BUENOS pares de Jesús Martínez y José Uzcátegui "El Chirimoya".

PRECIOSA la Reina de la Feria, María José Brito.

Alegría ver al Tío Brito acompañado de Felipito, Luis y un ejemplar pura casta.

EL CUERPO MÉDICO, diligente y profesional. A solventar tema sanitarios sobre la marcha.

LA PRESIDENCIA, un tantín cicatera.

OIGA, lea, José Antonio, no le de la espalda a ese puesto que le está esperando para darte el pan de cada jornada y la felicidad que aún ronda por el Samán...!


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