miércoles, julio 13, 2011

En novillada de emociones Alejandro Mejías se alza con el triunfo

Alejandro Mejias

Freddy Ramírez “Garapuyo” El pasado domingo 10 de julio, con buen tiempo y unas mil personas de aforo, se efectuó la II novillada sin picadores de la Escuela taurina “Humberto Alvares”, esta vez contando con el apoyo de la Sociedad Anónima dependiente de la Gobernación del Estado Mérida (COREALSA) empresa propietaria de la Plaza de toros Monumental Román Eduardo Sandia de la ciudad de Mérida.

Hay que resaltar que los adversarios de los festejos taurinos,”los Antis” no hicieron acto de presencia en las adyacencias del coso, estos prefirieron ir a un conocido restaurant de la ciudad a consumir el rico Angus -que lo sigan haciendo-

La única en su género en organizar festejos.

La Escuela taurina de Mérida es la única en Venezuela en organizar novilladas, haciéndolo de nuevo junto a los entusiastas alumnos, padres, junta directiva y COREALSA, que se han dado íntegros en el montaje de la novillada, algunos puntos quedaron pendientes como la publicidad en radio y prensa escrita. Una nota -muy escuálida por cierto- fue lo único que los escribientes de la crónica en Mérida sacaron en los impresos, valla ironía, cuando se aproxima y llega la hora de las grandes corridas de toros en la plaza Monumental, estos despliegan paginas enteras publicando cualquier remanguiñé o describiendo las espantadas de moscas que en ocasiones realizan las llamadas figuras del toreo. Allá ellos con su conciencia.


Samul Rivas

Un éxito.

Ya metidos en el toro, diremos que la Novillada fue todo un éxito artístico, no hubo el ramillete de orejas esperado por el mal uso de la espada, aplausos a granel para los ganaderos de Los Aranguez que enviaron encierro de atentico lujo, con seis erales (novillos de dos años) que dieron el juego deseado que en líneas genérales sirvieron para que los muchachos que empiezan se lucieran ante un publico que no seso de jalear y aplaudir con fuerza las faenas de los novilleros.



Camilo Cepeda

Camilo Cepeda.

Abrió plaza Camilo Cepeda, quien se topó con un buen novillo al que le realizó artístico trasteo -debo decir que ha sido la mejor faena- las series tuvieron la particularidad artística de haber sido rematadas, algunas veces con los forzados de pecho o con cambios de manos -por supuesto que hubo fallos y desatinos que deberá corregir- lastima que Camilo Cepeda estuvo errático con los aceros, perdiendo así los trofeos. Al final el novillero escuchó los tres recados (avisos) presidenciales, que no desalentó a la concurrencia para aplaudirle.



Juan Guillen

Samuel Rivas.

De Samuel Rivas, el mas espigado de la camada de muchachos, nos deleitó con algunos lances de capote llevando la res imantada (halada) con bamba del mismo, tres o cuatro lances con la muleta de mucha plasticidad. Su trasteo quedó en una aplaudida vuelta al ruedo.

David Osorio.

Posterior vino la actuación de David Osorio, disposición y actitud. Con el capote lanceó con solvencia, recibiendo la res con una larga cambiada de rodillas, en este novillero se observó que le gusta hacer el toreo de manos bajas, llevando largo el trazo del muletazo. Al final este joven tampoco tuvo tino con la espada, perdiendo la opción de oreja. Palmas en la vuelta al ruedo.

Juan Pablo.

En cuanto a Juan Pablo Marrades, el menos toreado del sexteto -en su haber escasamente una o dos vaquillas- aplaudible la voluntad que puso Juan Pablo ante un novillo que no dio opciones para hacer o realizar lo que Juan Pablo quería, dos o tres muletazos demostrando que de seguir entrenando en un futuro conseguirá hacer el toreo que él quiere.

Sí hay quinto malo y fue para Juan Guillen.

El quinto le correspondió a Juan Guillen, novillo que no hizo honor a lo de que no hay quinto malo, no obstante el joven hizo de tripas corazón con tal de agradar, Juan demostró soltura, valor serenero, colocación y disposición, vuelta al ruedo.

Alejandro Mejías a hombros.

El sexto fue para Alejandro Mejías, llevándose el de más kilos y pitones. El joven novillero que solo había toreado algunas vaquillas salió a por todas con tal de conseguir el ansiado triunfó, el cual consiguió a base de querer ser el mejor, este joven alumno de la Escuela Taurina de Mérida, tiene un talento innato para este difícil oficio, solo auguramos que no desvié el sendero que se ha trazado, el lo poco que le vimos, resalta su valor; que piensa ante el peligro, que sale dispuesto al triunfo, que le gusta el toreo alegre, que llega rápido a los tendidos, tiene colocación, oye sin ver al apuntador y se entrega a la hora de la suerte suprema entrando recto y por derecho, sin irse de la suerte, las dos orejas, premio para el debut en traje de luces, que le da opción de salir a hombros de la Monumental Román Eduardo Sandia de Mérida.

Muchos niños.

Al final la chiquillería invadió el ruedo de la plaza, una niño jugaba al toro con su hermanita o amiguita, otros les hacían rueda a la faena, toda una fiesta, el público ávido de ver toros continuó en el recinto taúrico -recordemos que allí en la plaza de toros ahora hay restaurant-tasca- la tertulia de siempre continuo por espació de varias horas, algunos acalorados discutían que sí este fue el mejor; que si aquel… bueno en fin la tertulia terminaba sin ponerse realmente de acuerdo, algo normal que ocurre en la fiesta brava.

En el remate de la novillada se oyó los planes para organizar la III novillada sin picadores que se efectuará por el mes de octubre. Que así sea…


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