MÉRIDA SE VISTE CON CARTELES ENTRE EL COLORIDO DE UN CARNAVAL REPLETO DE SOL

El Dr. Jose Luis Rodriguez hace los últimos toques para el Carnaval Taurino de América

César Dao Colina. Los señores empresarios Rodríguez Jáuregui, como todos los años, invitan a los aficionados del territorio taurino a presenciar una novillada, seis corridas de toros y un espectáculo cómico- taurino como cierre de ramillete ferial donde la alegría como el entusiasmo ya se han apoderado de una ciudad, de un estado y parte del país, donde la caballerosidad y el rumbo de su turismo inigualable brindan un medio, un espacio, un escenario para pasarla mejor.

Echamos los dados de las cien suertes para su ferial donde el Rejoneo, el Toreo a la Jineta, el Rejoneo, marcará regia estampa sobre el cielo azul ataviado de montañas y nostalgias, crines y atalajes, brisas y suertes donde jinete, caballo y toro, conjugando alquimia de riesgos en las Suertes a la Tira, de Frente y a Pecho en Cite; quiebros, cambios, banderillas y rosas a dos manos, mientras la cola de la jaca muestra su altanería, toreando al astado en la salida de las distintos encuentros caracoleados a media la vuelta, de costado, enfrontilada en quites en el mismo terreno y con salidas por los dos lados, para perpetuar otra línea histórica del rejoneo en Venezuela donde el momento queda cargado entre la llegada de las embestidas a los estribos dejando el respiro al animal impetuoso en las ancas musculosas del bello equino.

Todo, sumado a los hombres vestidos de luces, a los toreros de a pie, a los matadores de toros acompañados por la infantería de plata… ¡Toros y Fiestas!, desde el (3) de marzo hasta el martes (8).

Y, entre el caminar de los feriantes, pensamos, que, calladamente, se cruzará la imagen de don Augusto Rodríguez Aranguren, aquel bello hombre y sensible poeta quien sembró, entre los surcos dejados para las semillas de trigo, su abono mental revestido de espigas rejoneadas por una inviolable como respetabilísima afición…aficiones como herencia recogidas en estos tiempos para ser de Mérida una novia que todavía le falta arroyuelos de besos para que lleguen al altar de mejores progresos. Hoy, usted, Don Augusto, emociona mis horas de letras.