lunes, enero 01, 2018

CALI. Cierre histórico, todos a hombros

Tarde histórica en Cañaveralejo, los tres toreros se repartieron ocho orejas ante un gran encierro de Juan Bernardo Caicedo


Castella se retiró antes de la plaza para alcanzar a tiempo su vuelo.



Cali (Colombia), 31 dic (EFE).- La última corrida del abono de la Feria de Cali se ha desbordado entre las posibilidades brindadas por un importante encierro de la ganadería de Juan Bernardo Caicedo y tres espadas que han sacado provecho de ellas.

El francés Sebastián Castella cortó cuatro orejas y sus alternantes, el colombiano Luis Bolívar y el peruano Andrés Roca Rey, cortaron otras dos cada uno, para marcharse todos, junto con el ganadero, por la puerta grande de Cañaveralejo.

TODOS A HOMBROS

La corrida que la Feria de Cali esperó durante todo el ciclo de sus 60 años de aniversario saltó a la hora de echar el cerrojo de Cañaveralejo.
Ocho orejas y una plaza henchida de alegría es el balance de una corrida en la que los toros del hierro de Juan Bernardo Caicedo, bien presentados y, en general, encastados, sirvieron de materia prima para el triunfo de Sebastián Castella, Luis Bolívar y Andrés Roca Rey, quienes se fueron a hombros, al lado del ganadero triunfador.

Sebastián Castella picó en punta desde el turno inicial cuando se hizo a un toro que fue franco en sus embestidas y con suficiente fuelle para permitir la larga exhibición del torero francés.

Un espadazo en lo alto le permitió cobrar los dos primeros apéndices de la tarde. En el cuarto, Castella repitió la dosis, con lucimiento especial en el capote, antes de correr la mano con temple y suavidad ante un enemigo que no desentonó frente a esa propuesta, hasta ganarse la vuelta al ruedo.

Dos orejas más y, de paso, el pasaporte para el lidiador galo de convertirse en firme candidato a ser el triunfador de la Feria, por el número de orejas cortadas.

Luis Bolívar se hizo al favor de los tendidos no más recibió al segundo de la tarde con percal de categoría. El mando y la firmeza, más un trasteo en que no hubo tacha, potenciaron su lidia a los máximos trofeos, dos apéndices, lo que en efecto sucedió tras tirarlo con espadazo en el mejor sitio.

Los dividendos del colombiano pudieron crecer en el quinto de la tarde, un toro bravo y de calidad, pero el fallo con el estoque redujo el reconocimiento a un saludo desde el tercio.

Para el peruano Andrés Roca Rey hubo dos toros menos claros que los de sus compañeros, lo que no fue óbice para que consiguiera cautivar al público que en casi tres cuartos de plaza llegó al coso a despedir el año taurino.

Roca Rey dio una clamorosa vuelta al ruedo en el tercero, tras una faena de emoción que no pudo coronar con el acero.

En el sexto salió a por todas y, luego de entregarse sin pausa en una lidia de más ambición que de ortodoxia, despertó el clamor popular para ganarse la salida a hombros, con la aquiescencia de la Presidencia, bondadosa en extremo a lo largo del festejo.

FICHA DEL FESTEJO

Seis toros de Juan Bernardo Caicedo, bien  presentados y de comportamiento notable. Se le dio la vuelta al ruedo al cuarto de la corrida, mientras la mayoría de sus hermanos fueron aplaudidos en el arrastre.

Sebastián Castella (azul marino y oro): Dos orejas y dos orejas. Entera y entera.

Luis Bolívar (azabache y oro): Dos orejas y ovación. Entera y dos pinchazos y acierto con el descabello.

Andrés Roca Rey (pizarra y plata): Vuelta, tras petición, y dos orejas. Tres pinchazos e intento de descabello; y pinchazo y entera




domingo, diciembre 31, 2017

CALI. Tarde de suspenso y terror

*En la tarde no se cortaron orejas, solo se escucharon las trompetas. Al final a nadie le importó. El caleño es un pueblo obsesivo por las historias de vampiros y duendes, en su cinematografía y en la mitología popular. Le encantan las historias fuertes, las luchas épicas y los antagonistas que inspiran temor. Como los toros de Salento de hoy.


 Foto:  Agnès Peronnet.

Feria TV / Juangui PalacioCorrida de emociones fuertes. No las que Cali pedía, de orejas y salidas en hombros. Esta, la de Salento, fue una corrida a la antigua, de principios del siglo anterior, aunque a la colombiana.

Tarde de truenos y relámpagos, lluvia con enormes goterones y un profundo y frío cielo gris. De ventisca y borrasca. De batallas épicas y cine negro.

Los saltillitos colombianos de Salento, armaditos, cárdenos, recogidos y ojiachinados, sacaron a relucir su genética, la historia, su carácter pendenciero. Ariscos, retadores, vivarachos, exigieron lidiadores, no jovencitos artistas. Corrida de banderilleros, que expusieron el pecho ante las dagas, y de otros que dieron la media vuelta y prefirieron huir. Tarde de gritos a favor del toro, pinchazos y avisos.

Bolívar. Un espadachín, mulato y con patillas de libertador, Luis Bolívar, fue, de los tres, el que plantó cara y propuso la mejor pelea. Al segundo toro lo logró someter por bajo a pesar de su intención permanente de huir. Al quinto, una sabandija, lo sometió después de una lucha larga y equilibrada, hasta que pudo declarar su superioridad. Faena de unipases rematados por alto, toreo de piernas y lidia pura, decimonónica. Pero el colombiano se pasó de faena y el genio del toro de Santa Coloma salió a relucir haciéndole imposible la suerte final.

Miguel Ángel Perera tuvo una tarde amarga. El primero, un guepardo ágil y veloz lo puso a sudar. Fue un toro con mucha duración, como el conejo desesperante de las baterías que no se cansa de andar y hacer bulla con los platillos y el tambor. Al final logró retenerlo y componerle tres series del toreo actual. Como también se pasó de faena, el Santa Coloma le pasó factura. Al el segundo le cogió asco. Faena de trompicones y pocas series. Sin importar que era un espectáculo, decidió poner el punto final. Pero le salió caro. Escuchó los tres avisos y el toro se fue vivo al corral.

López Simón se fue otra vez inédito. Tuvo inicios ilusionantes, incluso con el sexto, que fue el toro menos agresivo. Pero era una corrida que exigía personalidades con más carácter. Pasó nuevamente desapercibido.

Síntesis del festejo.

Temporada 60 de la Feria de Cali, sábado 30 de diciembre del 2017. Quinta corrida. Lluvia al inicio con relámpagos y viento fuerte. Un tercio de plaza. Se lidiaron toros de Salento bien presentados en general, de acuerdo a las características del encaste (Santa Coloma de Ibarra con algo de saltillo). Encastados, con algunas dosis de mansedumbre, especialmente el primero, el segundo y el cuarto. Todos transmitieron sensación de peligro.

Miguel Ángel Perera: 2 avisos y 3 avisos, silbatina.
Luis Bolívar: palmas y ovación tras petición.
Alberto López Simón: silencio y 1 aviso.

La Feria de Cali termina este domingo 31 con los toros de Juan Bernardo Caicedo para Sebastián Castella, Luis Bolívar y Andrés Roca Rey.

sábado, diciembre 30, 2017

CALI. Enrique Ponce fue el Rey




El torero español fue el triunfador de la cuarta corrida al cortar dos orejas a un toro de Las Ventas del Espíritu Santo, actuó en mano a mano con el peruano Roca Rey

Enrique Ponce y Andrés Roca Rey se midieron en mano a mano en la cuarta tarde de toros en Cañaveralejo. Un duelo entre un maestro consumado, con más de 25 años de alternativa, y un joven retador que busca asaltar la cima del toreo. Esta vez, en el ruedo de Cali, Ponce siguió siendo el rey.


Al español le bastó un solo toro, el primero del festejo. Tenía el hierro y la divisa de Las Ventas del Espíritu Santo, y se llamaba Panelita. Fueron tan dulces sus embestidas que Ponce las aprovechó para acariciarlo con su muleta. Su toreo elegante y estético puso de pie de pie a los aficionados que llenaron los tendidos y que no se cansaron de aplaudir cada uno de los muletazos que se hicieron interminables. El toro de la ganadería de César Rincón fue el más sobresaliente, y a la postre fue el único que se llevó el premio de la vuelta al ruedo en el arrastre.

Otro capítulo de maestría fue el que Ponce firmó en el tercero. Ebanista, de Ernesto González Caicedo, salió al ruedo en substitución del titular de Las Ventas, al que la presidencia ordenó su regreso a los corrales apenas en el primer tercio. El toro, de pelo cárdeno y fina estampa ilusionó con sus hechuras, pero rehusó a dar pelea y se refugió cerca a la puerta de toriles, su terreno favorito. El maestro español pidió calma al público pues sabía que lo podía engañar. Y así fue. Le dejó la muleta en la cara hasta que el toro dejó de resistirse, o mejor, la muleta de Ponce logró convencerlo y la plaza entró en ebullición. Tanto en este toro como en el quinto, el torero valenciano no tuvo fortuna con la espada, y los trofeos que estaban listos para caer en su mano se esfumaron.

El peruano Roca Rey no tuvo la complicidad de sus tres toros para seguir el camino por la puerta del Señor de los Cristales trazado por Enrique Ponce. Su primero, con el hierro de Las Ventas, tuvo nobleza pero se apagó tan pronto que el público quedó con los crespos hechos. El cuarto toro también regresó a los corrales, y el de Ernesto González que salió como reserva tampoco resistió. El sexto era su última carta pero el de Las Ventas se encargó de cerrarle la puerta grande, ese túnel que conoce de sobra, pero que tendrá que esperar para abrir en la corrida del 31 de diciembre.

Cali, plaza de toros de Cañaveralejo. Cuarta corrida
Se lidiaron 4 toros de Las Ventas del Espíritu Santo (1°, 2°, 5° y 6°) y 2 de Ernesto González (3° y 4°). Panelita, número 203, con 512 kilos de peso, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Enrique Ponce: dos orejas, saludo desde el tercio y saludo desde el tercio tras aviso.

Roca Rey: silencio, ovación y silencio
el-rincontaurino.com


jueves, diciembre 28, 2017

CALI Alternativa y puerta grande de ensueño de Guillermo Valencia

Corrida goyesca de los 60 años y susto con Manzanares



Guillermo Rodríguez / tendido7.com.co El encierro de Las Ventas, disparejo en presentación y juego, deja como balance un toro noble, con recorrido, repetidor, que seguía los vuelos de los engaños, el de la alternativa de Guillermo Valencia , el ideal para comenzar a andar ese nuevo camino empedrado de matador de toros del primer caucano que es investido y en una tarde con trajes goyescos ( como se vestían en la época del maestro de Fuendetodos a fines del XVIII )...El maestro César Rincón, nuestro más encopetado matador de toros sabe y , seguro estoy porque le conozco, que la corrida en conjunto no fue lo que él esperaba y no está satisfecho con el comportamiento de varios toros más allá de ese buen sabor que le deja ese primero que tampoco fue, en lo que busca el ganadero, la alegría de la huerta..

No podía contar con un colaborador tan eficaz como ese "Nativo" que le permitió el desparpajo, estar tranquilo. sosegado, en jornada de tanto compromiso con dos monstruos Manzanares y Cayetano a la vera...

Las tandas le resultaron limpias, toreó a placer, sin angustias. Hizo lo que aprendió en ese largo proceso de formación como novillero con y sin caballos en España y Francia, dio los toques oportunos de eficacia y lucimiento con trincherillas que le salieron limpias y hasta con el capote se dio el lujo de las saltilleras..Con la muleta, dos cambios por la espalda " para abrir boca " y puso la emotividad de esa juventud que hace posible que el toreo que ejecuta llegue al corazón del aficionado que le aplaudió sin medida y a rabiar y obligó (siempre entrecomillado) al presidente a que le concediera las dos orejas que paseó con una felicidad que se le dibujaba en el rostro.

Brindó a sus padres y cuando el toro dobló se fue a ellos para abrazarlos y reconocerles que sin su concurso difícilmente hubiera podido llegar a este puerto de montaña..

Florencio Castillo, con andar cansino, pantalón vaquero , camisa a cuadros y gorra taurina le entregó las dos orejas a Valencia y se fundió en otro abrazo como lo había hecho hace 60 años con el catalán Joaquín Bernadó en la inauguración de Cañaveralejo vestido de alguacil....
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Hay quien protestó la segunda oreja...? Voy a amargar la dulce tarde de quien conocí de novillero en Bogotá en los ventosos festivales de verano en agosto de La Santamaría llevado de la mano por el Dr Felipe Negret ?....Que disfrute esa puerta grande. A nadie le amarga un dulce...

Con el sexto, un toro con cara pero sin el cuerpo del toro a que nos acostumbró el maestro Rincón con sus encierros, estuvo digno, con largas cambiadas y muletazos sueltos pero sin la contundencia con la espada...Le premiaron con una gran ovación...

EL MOMENTO AMARGO.

Fue en el segundo toro de Manzanares cuando "Pamplonico" lo prendió, lo busco con saña, intentó que ese pitón hiciera carne, le dio una paliza que obligó a los médicos de la plaza al término de la faena llevárselo a una clínica local para realizarle un TAC y determinar si hay o no lesiones mayores....Venía de una lesión cervical de la que se recuperó y reapareció en Lima...Los pitones del toro le buscaron el cuerpo en el suelo con el torero inerme, sin defensa ..Solo el concurso bravío de toreros como El Piña que auxiliar al diestro, evitaron más males...Fue espeluznante!!!

Empaque estético, temple como divisa y como suele ocurrir cuando se está más entregado, como en el amor, vienen los percances...La colocación y las distancias como sólido fundamento de su tauromaquia… El toro mostró ya desde el capote que punteaba, pegaba feos tornillazos y cuando el torero se colocaba sabía que se dejaba atrás...Vino ese volteretón y el consiguiente milagro........Quizás hubiera merecido una oreja.

Con su primero, él no podía ligara los muletazos…  era de uno en uno y tandas cortas. El sabe que con lo mucho o poco que tengan los toros, él debe entregarlo todo...

CAYETANO.

Tiene esas dos facetas: la del aguerrido padre, "Paquirri" y la del abuelo Antonio Ordóñez .Lo demostró en sus dos...Sabe torear. Y está sobrado de recursos y de tauromaquia. Ese primero gazapea, el pitón izquierdo es complicado pero el torero esta para eso, para torear. .Escasea la bravura del toro...Pincha...

Con su segundo también era de uno en uno suena  "Currito de la Cruz " y el torero deja gotas de buen toreo, le deja la muleta en la cara para que repita y todo con una gran limpieza...Bellas resultan las manoletinas, despatarrado.....Entra l espada y cae la oreja...Apenas hemos atisbado el fondo de un torero que con otro material hubiera dado más aunque, eso sí, lo dio todo con lo que tuvo como compañeros de viaje...

LOS BUEYES.

Es preciso cuidar esos detalles que no son menores en una plaza....Más de un cuarto de hora para entrar a toriles a un toro que fue devuelto por el presidente....Con el paso de los minutos desde la orden del palco salen los mansos que no están adiestrados y esa tortura de la espera, y del paso del tiempo....Es preciso formar pastores que "enseñen" a los bueyes y no se presente el penoso espectáculo de esta tarde en una plaza de primera..

EL NO ESPECTACULO DE LOS JINETES...

A qué salieron esos jóvenes montados en briosos caballos? Qué sentido tuvo lo que quiso ser un espectáculo de Doma que no venía a cuento y con el fondo del " Toreador de " La Carmen de Bizet....?

Plaza de toros de Cañaveralejo, Cali (Colombia). Tercera de feria. Corrida Goyesca del 60º aniversario del coso. Casi tres cuartos de entrada. Toros de Las Ventas del Espíritu Santo, el segundo como sobrero, desiguales de presentación y juego. Destacó el lote de Valencia (1º y 6to.)
José María Manzanares, ovación tras aviso y ovación.
Cayetano, palmas tras aviso y oreja.
Guillermo Valencia, que tomó la alternativa, dos orejas y ovación