jueves, julio 03, 2014

TOROS ESPAÑOLES “Zalduendo” en Valencia, descartado José Tomás



 *** contratados venezolanos Eduardo Valenzuela y Manolo Muñoz

Toro de la Ganadería Española Zalduendo No. 50
Rodrigo Rivas. (Valencia-Venezuela). La ganadería española “Zalduendo” saltara a la arena de la plaza de toros Monumental de Valencia, se ha confirmado oficialmente que la importante divisa hispana pasará el charco para ser lidiada en una de las corridas de la feria carabobeña, la cuales están pautadas para los día 8, 9, 15 y 16 de noviembre.

Es la primera vez que un encierro de  esta ganadería viene a Venezuela y a América, pasta en la finca “Moheda de Zalduendo” en Cáceres, provincia extremeña. Los colores que la identifican, encarnada y azul, su señal punta de lanza, fue fundada a finales del siglo XVII con reses navarras por D. Joaquín Zalduendo, finalmente la adquirió   D. Fernando Domecq Solís, quien refresca  la sangre con “Jandilla”. Es realmente una de las ganaderías de mayor prestigio en España.

El torero español JOSE TOMAS, definitivamente no hará ninguna presentación en América del Sur. Las empresas Fabio Grisolia C. A.  y  Don Fabio  Grisolia C. A. tenían la esperanza de complacer la  afición venezolana y suramericana contratando al torero de Galapagar, vía telefónica el apoderado informó que su torero no tenía interés en hacer el paseíllo en ruedos venezolanos y que no saldría de España con ese fin.

Eduardo Valenzuela y Manolo Muñoz son los dos primeros coletudos venezolanos firmados para actuar en las corridas de Valencia. Ellos son nativos de la Sultana del Cabriales.


miércoles, julio 02, 2014

CANAL+ TOROS rumbo a Pamplona



Especial. Tras disfrutar de lo lindo con la Feria de las Hogueras de Alicante, en la que pudimos ver cuatro puertas grandes en dos días, volvemos la mirada hacia una de las grandes ferias de la temporada en España: la Feria del Toro de Pamplona, San Fermín.



Una feria que aterrizará en CANAL+ Toros el próximo sábado día 5 de julio, como suele ser habitual, con una novillada. El domingo, tarde de rejones. Y el lunes, turno para los matadores.

En total, 10 tardes, hasta el lunes día 14, para disfrutar de una de las ferias más internacionales del calendario.

También en el mes de julio, estaremos presentes en otras dos Ferias a uno y otro lado de los Pirineos.

El sábado 19 y el domingo 20, la Feria de la Madeleine, desde Mont de Marsan, Francia. Veremos a Urdiales, Escribano, Aguilar, Rafaelillo, Castaño y Robleño.

Y del lunes 21 al jueves 24, la Feria de Santiago, en Santander, con los matadores Padilla, Ferrera, Jiménez Fortes, El Juli, Perera, Ureña, Morante, Manzanares y Del Álamo, y los novilleros Garrido, Rey y Ruiz Muñoz.

LEONARDO Buenaño vuelve a México



Nikolas Babin. El novillero venezolano Leonardo Buenaño viajo el pasado martes 1 de julio a México, país donde por tercer año consecutivo acude el joven espada venezolano para buscar seguir sumando experiencia tano en el campo bravo como en los ruedos mexicanos.

Luego de estar en España desde el pasado mes de Marzo haciendo algunos tentaderos de la mano del diestro sevillano Manuel Escribano, Buenaño hizo una breve parada en nuestro país solamente para poner en orden algunos detalles y partir a tierra azeca en donde ya se encuentra nuevamente.

Durante sus dos viajes anteriores a este país Buenaño ha podido participar de forma oficial en 4 festejos en los que ha cortado igual numero de trofeos y ha participado en una bena cantidad de tentaderos que le han servido para seguir acumulando esa experiencia necesaria ara llegar a cumplir el sueño de convertirse en matador de toros.


martes, julio 01, 2014

MANOLO VANEGAS de Tienta en Tierras Galas



Por: Nikolas Babin

Luego de su participación en la novillada de Ledesma, el pasado 23 de junio el novillero venezolano Manolo Vanegas partió hacia tierras francesas con el fin de continuar con su temporada ya la vez participar en tentaderos en varias ganaderías de ese país.


 
El pasado domingo 29 de junio participo en una tienta en la ganadería “Grand Badon” propiedad de Philippe Cullé en donde estuvo acompañado por el novillero sin caballos  frances Tomas Ubeda de la escuela de Nimes.


El tachirense pudo torear 3 vacas en solitario como preparación para un festejo picado en el que participara el próximo día domingo en la población de Vauvert que esta ubicada en la región de Languedoc-Rosellón, departamento de Gard, en el distrito de Nimes.

lunes, junio 30, 2014

TOROS Y FUTBOL, ¿enemigos complementarios?




Por: Alcalino.

Me comentaban dos buenos amigos, entre mosqueados e indignados, que era el colmo que en al menos dos secciones taurinas de sendos tabloides deportivos se hayan publicado, al día siguiente de la victoria de México sobre Croacia,  extensas notas recogiendo el júbilo de diversos miembros de la “familia taurina mexicana” cuando los reporteros les inquirieron acerca de la gesta mundialista del Tri. ¿Te imaginas una nota similar, con gente del deporte opinando sobre algún suceso taurino realmente significativo? Ni en sueños, se contestaban, furiosos.

Como tantos aficionados a toros, expresaban así esa alergia tan peculiar –entre ataque de celos y fatalidad derrotista– que despierta en muchos taurófilos la popularidad arrasadora del balompié, que todo lo invade, mientras la fiesta brava como tema y como noticia apenas alcanzan un débil reflejo en la prensa, la radio o la televisión, que son –sobre todo esta última– el único certificado actual de que algún tema o acontecimiento, por insulso que sea, merece citarse, comentarse y, en definitiva, existir.

Candelero y ninguneo

Evidentemente, es erróneo culpar al futbol de la crisis de información que padece la tauromaquia, a sabiendas que a los medios lo que les interesa es vender, no facilitar el ejercicio del derecho a la información que toda sociedad tiene. Si para ello deben arrojarse en brazos de lo populachero y vulgar, pues bien haya. Y conste que con tales calificativos no aludo específicamente al futbol –cuya particular magia, acrecentada en los mundiales, goza de entusiasta y general aceptación–, sino, en realidad, a cualquier asunto capaz de producir dinero, lo mismo si se trata de concursos donde a las supuestas “estrellas” no les pagan ni el camión, que lamentables sesiones de comicidad zafia o ramplones programas de música grupera.

Ya operaba ese principio mercantil en los tiempos de auge de la fiesta, y precisamente por eso –es decir, porque interesaba y vendía a gran escala– hace unas décadas diarios y revistas rebosaban de notas, crónicas y columnas taurinas, y las corridas y novilladas eran televisadas y transmitidas por radio regularmente. Lo que los aficionados tendríamos que preguntarnos es qué ocurrió en el camino que el poder de atracción del toreo, las especialísimas sensaciones que este arte ha sido capaz de comunicar a tantas generaciones en nuestro país, se fue debilitando paulatinamente hasta llegar a la triste situación actual.

Cuando toros y futbol eran compatibles

Ni siquiera es necesario conversar con un aficionado curtido por los años, basta con preguntarse sobre el por qué de la vecindad de nuestra Plaza México con el estadio Azul: cuando Neguib Simón concibió la idea de lo que bautizó como Ciudad de los Deportes –proyecto finalmente trunco–, bien presentes tenía los gustos de la época, en los cuales fiesta brava y balompié coincidían. El astuto yucateco, simplemente, pensó en facilitarle al ciudadano común un acceso directo a escenarios apropiados para ambas aficiones. Y gracias a ello, los capitalinos pudieron disfrutar ambas durante muchos años e incontables domingos no como espectáculos opuestos sino complementarios.

Históricamente, la afición a los toros es muy anterior a la del balompié. Y es un hecho que a éste, en México, le costó abrirse paso –en los 30 se implantó el horario de mediodía para los partidos a fin de evitar que la corrida vespertina les quitase público–; llegó más tarde un momento un momento de equilibrio entre ambos, que, con algunas variaciones entre países, puede localizarse en el periodo que va de los años 50 a los 80 del siglo XX. Y es a partir de la última década del mismo que la popularidad del futbol se disparó, mientras la de la tauromaquia menguaba a ojos vistas.

Equilibrios y desequilibrios

Que el ciudadano promedio encuentre mayores emociones en las hazañas de los ídolos futboleros y el caprichoso viaje de un balón que en los lances de la lidia merece un análisis que nos interpela directamente. El primer paso sería reconocer que tal cosa nunca hubiera sido factible si los mercachifles volcados hoy a la explotación del balompié no hubiesen olfateado a tiempo que ahí había, por decisión soberana del pueblo, el embrión de una generosa fuente de ingresos, que otros espectáculos, como el toreo, ya no garantizaban.

Ante esto, quedaban dos caminos: el de la compatibilidad de ambas aficiones, si el hipotético cliente las aceptaba como parejamente emotivas, o el predominio de una sobre otra. Desde luego, no era una competencia pareja: siempre moverá más a pasión la pugna directa que plantea el deporte que la simbólica que encierra la corrida. Y desde la mercadotecnia, las posibilidades de potenciar el interés de la gente a través de apuestas, venta de camisetas y demás parafernalia, llevada hasta límites delirantes en el siglo presente, explica, junto con la inevitable internacionalización del balompié, su incontenible popularidad actual.

Causas probables

Ahora bien, ¿cómo contrarrestar todas esas desventajas desde la trinchera de lo taurino? Emoción por emoción, me sigo quedando con la que me producen las evoluciones de un arte al filo de la muerte, sin desconocer que el futbol puede alcanzar también, a su manera, niveles estéticos y emotivos sobresalientes. No siempre, desde luego, como tampoco la tauromaquia. Lo malo es que esos éxtasis esporádicos pero preciosos se han ido evaporando a grandes pasos de las plazas de toros, mientras en las canchas de futbol ocurre lo contrario, como bien demuestra la actual Copa del Mundo. Por más que sigan teniendo un lugar aparte en el corazón del taurófilo sensible y fiel gestas como las que la anterior semana nos regalaron Joselito en Istres y José Tomás en Granada y León (por cierto, con muy poco eco en los medios, ya condicionados por años de ninguneo a la tauromaquia).

Pero, al margen de lo excepcional y lo vicioso, la única manera de combatir, tanto el silencio informativo como la indiferencia del público, sería devolverle a la fiesta su emoción e incertidumbre naturales. Lo cual sólo puede conseguirse con toros de verdad y artistas excepcionales. Y si la baraja taurina actual llama a la esperanza, no pasa lo mismo con el elemento astado, cuya progresiva degeneración incluso ha dado lugar, entre nosotros, al post toro de lidia mexicano; y en España, a las usuales manifestaciones de hastío e impaciencia de públicos cada vez menos interesados en las peripecias de la lidia, aunque acudan a los cosos, si bien en cantidades preocupantemente bajas.

De manera que, aficionados, a dejarse de quejumbres y diatribas contra el futbol, y a pugnar porque la fiesta recupere los valores éticos y estéticos que le fueron propios. Y que, cuando se presentan, no son comparables ni reemplazables por el balompié ni por ningún otro espectáculo. .lajornadadeoriente.com.mx