Por. Freddy Ramírez “Garapuyo”
Se escribe fácil, a 16 años del siglo 21, 09 diciembre 1984, la plaza de toros Monumental “Román Eduardo Sandía” de Mérida, era una jovencita que cumplía 17 años.
De aquel diciembre, a nuestros días, es mucho el público, autoridades taurinas, toros y novillos, empresas taurinas que han pasado por el coso taurino de los merideños.
Para homenajear aquella jovencita con rasgos de una miss, que después fue Reina y que hoy es toda una dama fortachona, bien mantenida y querida por muchos, se organizó un regio festival taurino con toreros de jerarquía y novillos - toros.
Los muchachos, unos 82, que se estaban graduando de abogados en la facultad de derecho de la Universidad de los Andes, habían escogido al Profesor José Eladio Quintero para ser Padrino de la promoción; tremendo compromiso! el Profe, siendo un taurino, no desperdicio aquella ocasión para echar andar una idea que tenía desde hace tiempo y no era otro que organizar un festival taurino con todas las de la Ley en la plaza de toros, que el vio construir ahí mismo cerquita, a unos 100 pasos donde él vivió por varios meses, en la casa hacienda “La Liria” que había sido adquirida por la Universidad de los Andes -hoy, Colegio Emilio Muñoz Oraa-
Aquel proyecto empezó moviendo aquella maquinaria muy joven, delegando funciones, el joven Jorge Cepeda, se encargaría de la permisologia, propagada y demás que acarrea montar un evento taurino; el mismo profesor con el graduado, Presidente de la Promoción, Bachiller Jesús Díaz fueron a escoger a Falcón – Mirimire, donde Don. Oswaldo Michelena, los 7 novillos, con un promedio de 365 kilos de peso, acudieron volando en la avioneta del recordado Pajarraco Padilla, hijo del Ingeniero calculista de la Plaza de toros Don. Manuel Padilla; por las calles, comercios, centros nocturnos, barrios y urbanizaciones de aquella Mérida, era común ver aquellos casi abogados moviendo la boletería.
En pocas palabras, el festival fue un éxito, tanto en los económico como en los artístico, el torero de la Emoción Bernardo Valencia, cortó las orejas, igual que Celestino Correa, El Tovareño, que anda por España, creo que también, de Pirela y Garrido, habría que buscar en los libros “A Los toros” que edita todos los años la Comisión Taurina de Mérida.
Vivir para contarlo! el Dr. José Eladio Quintero, -en el cuaderno de apuntes de la plaza de toros que tengo-, cuenta que el toro sobrero, que no había sido pagado al ganadero, permaneció por varios días en los corrales de la Plaza de toros, el mismo fue adquirido por el joven empresario Jesús Adolfo Ruiz Colombo, para ser lidiado en la Feria de Palmira Edo Táchira, el Profe con sus humor característico, cuenta que el toro metidito en carnes, resultó muy bueno y rendidor para el carnicero y su carne muy gustosa…
Asi es un grato recuerdo, como presidente de esa prestigiosa promoción de abogados ya proxima a cumplir 40 años, me tocó junto a nuestro querido padrino trabajar para hacer posible ese magno evento taurino, fué una hermosa esperiencia el viaje a Mirimire donde fuimos atendidos por Don Oswaldo Michelena y su hijo Oswaldito. Rompimos todos los pronósticos con ese evento. Enhorabuena este grato recuerdo. Gracias Garapullo.
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