viernes, abril 19, 2024

FABITO GRISOLIA GUILLEN: Se cumplen cuatro años de la partida de un buen amigo...

 

 
Fabio Grisolia y Bernardo Valencia, dos grandes en la eternidad.
 
 

Nota al margen.

Palabras de “Castoreño” para Amílcar Dávila, al cumplirse hoy viernes 19 de abril, 4 años del fallecimiento del amigo de todos, Fabito Grisolia:

Amigo desde niños, pues mis hermanas mayores junto a Doña Blanca, la mama de Fabito las primas de Fabio, Guillen Dávila y las hermanas Rojas Bracho quienes eran coristas por navidad en Milla nos llevaban a las misas de aguinaldo.

Pasaron los años y surgió la monumental Plaza de toros, de allí germinó en la mente de Don. Fabio Grisolia, fundar una vacada brava que resultó un éxito en presencia trapío y bravura: LA CARBONERA.

Habían domingos en que Fabito, iba al cine en el Gran Casino en la plaza de Milla... más abajo había un cafetín donde pernoctaba Amílcar Dávila hermano de Fabito y allí acudía yo con 13 años.

Un buen día en El Morichal,  hubo un encuentro de taurinos y Don. Augusto Rodríguez, junto a Don Fabio Grisolia, anunció, “En estos pastos habrá una ganadería de casta”… viéndose muy pronto camiones con cajones especiales desembarcar vaquillas para el inicio de la ganadería.

Fabito, enamorado de aquel complejo y difícil arte, sacó adelante a la divisa (azul y rosa) colocándola  a un nivel de estrellato plausibles.

No hubo plaza donde los pupilos de Fabito no triunfaran, logros que despertaron en su hijo una latente afición hecha pasión que lo llevó a ser torero montado, Rejoneador.

Pasaron los años y el nivel, prestigio de los cenizos entrepelados de Fabito se mantenían incólume hasta que llegó el día de decirle adiós a tanta lucha por un sitial.

Leonardo Salas compró  los últimos cuatro novillos que quedaban en los potreros para lidiarlos en La plaza de toros de Chiguara,  habiéndosele cortado las ocho orejas al lote del adiós... entre ellos su hijo Leonardo Fabio y el mismo Salas.

Estaba en Argentina y mi esposa Carmen con tristeza me mostró el mensaje donde me decían del óbito de Fabito

Dolor por la distancia y ruegos al altísimo por su paz, allá en nunca jamás... donde Dios lleva a los que se ganaron de su indulgencia.

Para todos los suyos en especial su hija Magaly... mi amigo Amilcar, hijos y nietos nuestra palabra de tristeza en esta fecha de recuerdos.

Pax tecum... Consumatum Est.

/// Jesús Araujo “Castoreño”

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