Es de imaginar, la filosa picada con repique de espuelas de caparazón de tortuga de El Jabao, hacia el osado que se atrevió a prohibir las riñas de gallos en La Sultana del Mocotìes.
Sin hurgar en bibliotecas, archivos, ni consultar a Néstor Abad; en Tovar la actividad gallística es tan centenaria como las ferias y los toros; -quizás con data mayor-
Los Gallos en Venezuela son una costumbre, tradición arraigada en la cultura popular, que viene desde el tiempo de la conquista.
“Las peleas de gallos han dejado una huella significativa en la cultura y la economía de Venezuela. A nivel cultural, esta tradición ha sido transmitida de generación en generación y se considera parte del patrimonio cultural del país. Para muchos venezolanos, las peleas de gallos son símbolo de valentía, destreza y honor. En cuanto al impacto económico, las peleas de gallos generan empleo desde la señora que vende los pasteles, chicha en una gallera, aparte de la gran cantidad de dinero a través de apuestas y la venta de entradas para presenciar los eventos. Además, la cría y entrenamiento de gallos de peleas es una actividad económica importante, ya que los criadores echan mano de su experiencia para seleccionar y entrenar las aves más capaces de enfrentarse en la gallera”
En tiempos de campaña electoral, es de advertir que este virus que empezó con acabar los gallos, ahora amenaza con expandirse, pues mientras la Ley anti - gallos, toros se cocina en la Asamblea Nacional, los Alcaldes pueden regular o prohibir tales actividades.
En la Unión esta la fuerza, son muchísimos los galleros, taurinos y coleadores… Pica gallo! cacho en la manga! y oleé!!! que vienen las elecciones, ya todo ed mundo sabe por quién votar.
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