sábado, junio 17, 2023

ESPAÑA / Un vicepresidente de Puerta del Príncipe


El Recuadro


Valencia es la tierra de las flores, de la luz y de Mazón, presidente de su autonomía. Y de algo hasta ahora insólito: de un torero como vicepresidente y consejero de Cultura de su comunidad autónoma. Esto es como la anécdota del banderillero de Belmonte que llegó a gobernador, pero a lo grande y no "degenerando", sino regenerando la política valenciana, y marcando las pautas para los pactos entre el PP y Vox que ayer mismo, con los nuevos ayuntamientos, pintaron a a España de azul en lugares hasta ahora impensables, como los "8 de 8" de Andalucía. Usted habrá visto políticos que antes de dedicarse a la vida pública fueron notarios, médicos, profesores, abogados (muchísimos abogados), o simplemente militantes de las juventudes del partido que abandonaron los estudios y siguieron la más fácil carrera del carguito orgánico, concejal, diputado a Cortes y consejero autonómico. Pero nunca habíamos visto a un consejero de Cultura y vicepresidente de autonomía que fuera torero, como a Vicente Barrera, que salió a hombros por la Puerta del Príncipe en la plaza de Sevilla. Así ha sido lo insólito de Barrera. Un político que a lo largo de su carrera en los ruedos lidió unas 500 corridas de toros, cortó casi 600 orejas y diez rabos y sufrió once cornadas gordas.

En los años 90 vi muchas tardes en Sevilla a Barrera, del que se comentaba que era abogado aparte de novillero. Y nos llamó la atención por su toreo amanoletado e hierático, su valentía, su afición. Los mayores lo recordaban como nieto de Vicente Barrera Cambra, el gran torero valenciano a quien habían visto al final de los años 20, en los tiempos de Belmonte, Chicuelo o Cagancho, con los que alternó muchas veces. Pero este nieto de Vicente Barrera era otra cosa. Estuvo muy bien llevado y tuvo una fulgurante carrera, desde que empezó como novillero sin caballos en 1992, hasta debutar con picadores en 1993 en San Pablo de los Montes (Toledo). Ahí empezó una triunfal carrera de novillero, que culminó en Sevilla, donde el 2 de mayo de 1994 cosechó un gran triunfo con novillos de Torrealta al cortar tres orejas y salir por la Puerta del Príncipe. Sevilla lo acogió con respeto y cariño, y más por ser de estirpe torera. Hasta el punto de que fue Curro Romero quien le dio la alternativa en la Feria valenciana de San Jaime de aquel año, con Miguel Báez "El Litri" como testigo y toros de Juan Antonio Romao de Moura. Llegó a torear setenta festejos en 1995, cortando 92 orejas y 1 rabo. E hizo las Américas, ganando el escapulario del Señor de los Milagros de Lima en 1996. Y así se mantuvo en las siguientes temporadas del final de siglo, hasta su retirada en 2003, en que se dedicó a los negocios familiares.

Desde sus arranques, Vox tuvo una particular relación con la defensa de la Fiesta Nacional y de la caza. Morante de la Puebla le prestó muchas veces su furgoneta de cuadrilla para hacer las primeras campañas electorales. Pero hasta ahora no habíamos visto una vinculación de Vox con el toreo como la de Vicente Barrera, un vicepresidente de autonomía que salió a hombros por la Puerta del Príncipe de Sevilla. Sólo le deseo que salga en la autonomía valenciana a hombros, como ayer salió José Luis Sanz en la alcaldía de Sevilla, que ha dejado de ser la capital del Régimen socialista.

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