miércoles, junio 21, 2023

EFEMÉRIDES / 106 años triunfo Juan Belmonte corrida del Montepío

Efemérides taurinas 21 junio

1917.-  A 106 AÑOS DEL COLOSAL TRIUNFO DE JUAN BELMONTE EN LA CORRIDA MADRILEÑA DEL MONTEPÍO DE TOREROS… Con Rodolfo Gaona y José Gómez Ortega “Joselito” como triunfadores, y aun retumbando el eco del grito "Los dos solos, los dos solos…!", picado en su amor propio, Juan, irrumpió con el sol poniente el que cerraba plaza: El toro "Barbero", de Concha y Sierra y,  Belmonte, "más quemao que un rastrojo" -loadas sean las competencias-, llamó al duende y aprovechó la suave y noble embestida para acabar sublimemente con el cuadro. A opinión de testigos, la mejor faena de su historial. Cuentan que Joselito confidenció: "Esa faena de Juan ha sido la más fenomenal del toreo, pero el torero más grande soy yo". -Únicamente reconocemos que al actual guiso del toreo le falta esa salsa picante-. Y, de tal modo, aunque los caracoles sean de mejos calidad, nos saben a té con limón…Don. Gregorio Corrochano  en el  ABC de Madrid remataba la  crónica, con un estilo muy personal, dejando  en claro la grandeza de la obra que Belmonte había cuajado en el redondel madrileño: "¡Cuánto siento tener que volver a los toros! ¡De qué buena gana me retiraría del tendido, para que otras tardes no vinieran a enturbiarme la visión que tengo de esta faena! Y, cuando cruzara la calle de Alcalá a la hora de los toros, yo me acordaría de esta tarde, y cuando la gente me hablase de toreros que hicieran prodigios con la muleta, yo les contestaría maquinalmente: Ah, sí, Belmonte, ¡Juan Belmonte!". Belmonte. Triunfal temporada de  1917,  toreando  97 corridas de toros -mató 206 ejemplares - casi todas las tardes fueron triunfales.

"La corrida del Montepío de Toreros. La mejor faena de Belmonte… El sexto toro era negro, chico, algo sacudido, delantero de cuernos, veleto, muy brocho y astifino. En el primer quite, Juan dio tres lances y un recorte muy buenos, que le valieron una ovación y muchos olés. En su turno, nos regaló otro quite con una verónica, un farol y media verónica de las suyas. Las tres suertes fueron apretadas y toreras… El torillo llegó a la muerte suave, noble, boyante, y Juan Belmonte comenzó con un pase ayudado, colosal, con los pies juntos y atornillados en el suelo. Siguió con uno natural y uno de pecho muy ceñidos, que arrancaron olés de entusiasmo. Un natural sublime, así como suena, y otro natural y uno de pecho con mucha valentía. Uno con la derecha y otro alto con la izquierda, y dos molinetes, ejecutados en la cara del bicho. Un pase con la derecha arrodillado y muy ceñido; otros dos más, y un pinchazo superior, acometiendo bastante bien. Siete pases más y entrando bastante bien atizó media estocada un poquillo delantera, que fue lo suficiente para dejar para el arrastre al animalito de Concha y Sierra… Fue una faena precisa, justa, equilibrada, en la que no hubo pases de más ni de menos. Le dio Juan al bicho los muletazos que debían dársele. Y en muy poco terreno, en el mismo tercio, metiéndose en su jurisdicción, llevándolo atado a los vuelos de su muleta... Muchas veces he visto a Juan bien, muy bien, superior. Pero como la tarde del jueves, no le he visto nunca. Tan variado, tan preciso, tan suave, tan emocionante, no le había visto nunca".  La Lidia, 25 junio de 1917. Por. Don Severo.

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