jueves, febrero 09, 2023

A MANERA de reflexión: entre comisiones te veas

Por. Nestor Abad Sánchez

 

Decir cuál comisión lo hace mejor o peor en nada ayuda a la fiesta brava.

Sobre la bravura y desempeño de los toros en una corrida nada puede ser predecible, un buen toro puede venirse a menos por muchos factores (desde la ganadería hasta el momento de la pica) o ir de menos a más ante la destreza del matador. Eso lo vemos a diario en las plazas.

¿Qué la fiesta brava está en crisis? es una verdad inobjetable, pero que puede mejorar también es cierto.

Ahora que las comisiones taurinas vayan de desacierto en desacierto o de barranco en barranco es imperdonable, se presume que los elegidos son conocedores del mundo del toro, aunque ahora la politiquería se impone.

La justificación parece ser la misma, un error lo comete cualquiera, aunque al año siguiente sea mayor.

El juzgamiento de una corrida de toros debe ser objetivo, sobre lo que está en el ruedo y prevalece en la Ordenanza. Dejando de lado el chaivinismo, compadrazgo e intereses personales.

En San Cristóbal ocurrieron tantos disparates al decir de los que saben, que la comisión taurina en pleno es acreedora de banderillas negras y por vergüenza su renuncia debería pública y notoria con corte de coleta incluida. Ya los verán en sus mismas funciones el próximo año como pasa en todas partes.

En lo personal pongo en duda que entre dos faenas o tardes de toros pueda existir un empate técnico con dos matadores, al menos que prevalezca sólo el número de trofeos logrados en la tarde. ¿Dónde queda cada faena, la valentía, el arrojo y la entrega de cada matador?, que en su totalidad debería ser evaluada. Un buen libro no puede juzgarse sólo por la portada.

Que sea del patio o lidere las estadísticas para nada debe influir y en muchos casos es determinante.

Otro elemento de peso es que una faena mal premiada conlleva a otro desacierto peor (ocurrió en San Cristóbal), por tanto cada faena debe ser vista con un criterio prístino y sin equívocos.

¡Qué los tiempos de antes fueron mejor!, si es cierto. Quienes integraron las comisiones taurinas de antaño y hogaño eran más precavidos, lo hacían con más mística y tenían vergüenza, ahora salen con la cara tan lavada a reírse de sus babosadas.

Le corresponde a la Comisión Taurina velar por la integridad de la fiesta brava, elevarla como arte y estar conscientes que antes de defensores de las empresas y toreros, su labor se debe a los aficionados.

Y me disculpan los taurinos, mi intromisión, reconozco que soy neófito en la materia.

En la feria del sol nos esperan mayores sorpresas... no sólo es Tovar y San Cristóbal.

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