***En la memoria de “El Boris” esta la de Fermín de paso por Ciudad Tablita, “La Modelo” de Caracas, El Barrio El Nazareno y el beisbol
Aquel día la señora Figueras, más que alegre, andaba presurosa cocinado lo que seria el último almuerzo allá en Catia, a una pregunta del niño Fermín, Dilia María responde: -“nada de preguntas, te comes todo, para que después ayude a empacar los corotos para la mudanza”- era medio día, por cierto sábado; y no un sábado cualquiera, era el día previo a la mudanza, día festivo para los soldados del cuartel Urdaneta quienes desfilaban al frente del rancho ansiosos en busca de “amigas” en las muchas casas de “amor” de aquella vecindad que por los fines de semana aquellos “desfiles” se acentuaban, igual que el alboroto; justo aquel día el volumen del sonido de las circundantes rokolas aumentó más de lo debido; Las rancheras sonaban a todo dar; la música de Ray Barreto, las despechadas de Julio Jaramillo y las contagiosas de Víctor Piñero con Los Melódicos le daban un toque alegre y a la vez melancólico al sitio.
Al empezar a empacar los pocos enseres, Dilia María Figueras, recordaba nostálgica a sus amigas y conocidos del barrio donde habían pasado muchos días, quizás un año o mucho más desde qué Dámaso, los trajo desde el Oriente a Ciudad Tablita. No pasó mucho tiempo para que “el Rancho de los Figuera”, se convirtiera en una especie de embajada para tanta gente amiga que desde Barcelona (Guamachito) llegaban a la capital en busca de un nuevo horizonte; la señora Figuera no escatimaba esfuerzo para atenderles brindando un bocado y un techo mientras levantaban su propio rancho; también recordaba los días banqueando tierra para hacer el plan de lo que fue el primer hogar en la Capital.
La madre de Fermín, un tanto cansada de vivir en aquel sitio, nada ejemplar para su familia, se marchaba agradecida, como no recordar que desde “La Modelo” muchas veces llegó comida enviada por presos conocidos y de guardias.
Cabe señalar que en la cárcel Modelo, purgaron condena famosos delincuentes como Pedro Rafael Serrano Toro “El Barrabas”, quien puso en boga el arrebatón, aquel ladrón una vez redimido se refugio en la pluma para ser escritor libros como “Memorias de la casa grande” y otros; allí también pagaron condena “El Pica y juye”; Ramón Antonio Brizuela, el de la película “Soy un delincuente”; Carlos Ventura Linares “El rey del chuzo”, y los tantos presos políticos que marcaron la historia con huelgas de hambre.
Aquel recinto lúgubre, cruel fue derribado en 1983, donde por cierto un aviso advertía a la visita: "lo que aquí se vea, se escuche, se hable, aquí se queda", tal cual como en la Alemania Nazi. Por cierto hoy día en la era del ciberespacio aquellos letreros alusivos a callarse la boca no se muestran, pero igual como en la época de la Seguridad Nacional los derechos humanos se siguen violando, los presos políticos se cuentan por decenas y las huelgas de hambre son noticia.
La nostalgia de Dilia María, era compartida por sus hijos Clara Rosa, Tivisay, Ramón Antonio y el menor Fermín con tan solo11 también extrañaría a compañeritos de escuela, los juegos y travesuras.
La Caracas de aquel entonces transitaba en la opulencia de los privilegiados y la inmensa pobreza de las barriadas y cerros que empezaban a poblarse en una Venezuela saudita floreciente
En su nuevo hogar, Los Figueras con el escolar Fermín, encontraron en el barrio El Nazareno” en Casalta un ambiente de mas comodidad, al contar con algunos servicios con el agua potable; la alegría de Fermín era manifiesta pues ya no iría escaleras abajo a buscar el vital líquido para subirlo al rancho en Ciudad Tablita, en el recuerdo quedaban aquellas riñas a puño limpio por la revanchas de las metras, juegos de trompo con los cuadernos vueltos tiras y las camisas rotas, ahora en la nueva casa con techo de zinc, sala sanitaria, cocina, radio y hasta un televisor el escolar continuaría los estudios primarios.
En barrio “El Nazareno”, el muchacho pronto empezó a combinar los estudios con la pelota al entrar a Los Criollitos de Venezuela alcanzando a jugar infantil, pre-junior y junior. “El Boris” recuerda con cariño a los profesores Pompeyo Davalillo y Augusto Rojas, también se acuerda de Aristóbulo Isturiz, por cierto cuando Pompeyo o Augusto no se aparecían, era Aristóbulo quien impartía las clases, para la época el maestro de escuela vivía en un edificio del Bloque 30 en Casalta, también conoció a los boxeadores Alejandro e Isaías Martínez, a Oswaldo “El Gago” Olivares y a mucha gente ligada a los deportes.
Relata “El Boris” de estos días, que el último juego de pelota fue vistiendo el uniforme de Ultimas Noticias enfrentando a Discomoda, aquello fue para coger palco; El día previo al juego Pompeyo reunió a la manada, una vez terminada la practica conversó con los muchachos haciendo la entrega de los uniformes anotando en una libreta del Line Up; como siempre Fermín, el del brazo prodigioso iría a cubrir el jardín central… Continuará…
/// Freddy Ramírez “Garapuyo”
Exelente
ResponderEliminarApreciado garapuyo, me pareció muy brillante esa vena literaria ,de la cual, has destapado el frasco delicioso de la inspiración, me parece que estás en el camino de esa prosa fresca y sobre todo taurinisima. Deseo que tu pluma te lleve en sus alas al olimpo de los dioses , que serán tus mecenas en tan loable labor, que con pasión, vendrán a iluminar nuestras almas ,en la lectura de tus líneas. FELICITACIONES.!!
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