La academia taurina “Rafael
Orellana” de Tovar acudió con sus alumnos a la clase práctica en el campo bravo
caroreño.
Sábado 06 de julio, día de sol ardiente con vientos revoltosos en la finca
“Los Caballos” ganadería Los Aranguez de
la familia Riera, ganaderos que una
vez más han abierto las puertas de la más
antigua ganadería de bravos en
Venezuela, cual aula de clases
para alumnos de las escuelas
taurinas, como la academia taurina Rafael Orellana de Tovar.
Alexander
Guillen
|
El día previo a la cita, fue de carretera, la licenciada Doraima Rojas, presidenta de la academia, desde hace días había aprontado con sus contactos todo lo concerniente al viaje, como posada y otros; el ingeniero Augusto Acedo, quien funge como vicepresidente, se encajaba del transporte, comida y otros menesteres, mientras que Raúl Plaza lo hacía como maestro interino de la Escuela, ante la usencia del maestro titular Nerio Ramírez, que se encuentra por España.
Reconocer el
esfuerzo que hace la directiva para trasladar, como pudieron a todos los muchachos de la
escuela desde Tovar, Estado Mérida hasta
Los Aranguez en Carora, Edo. Lar.
Ángel Orellana |
La mañana comenzó con un herradero, marcaje de machos y hembras -experiencia nueva para estos muchachos-. Bajo las órdenes del ganadero Jesús Riera y los toreros Erick Cortes y Alexander Guillen se abrió la tarde, tentadero, (clase práctica) para los alumnos de la Academia taurina venida de Tovar y el aspirante a novillero “Finito de Maracaay” de la ciudad jardín, quienes han salido airosos contentos, orgullos, agradecidos y sin nada que lamentar, no obstante algunos, como el niño Sebastián Acedo, que resultó “castigado” con voltereta… una vez recuperado, al niño se le veía contento y feliz. -Ya sabemos que esto es parte de la fiesta-, no todo es color de rosa, otros salieron con rayones en las piernas, moretones como el niño Santiago Acedo, que también la misma vaca le achuchó; a todos se les vio actitud, decisión, ganas y valor.
David Osorio |
Se lidiaron dos vacas, la primera lidiada por el matador de toros Erick Cortez, vaca fuerte, muy buena, donde el matador a estado breve, la vaca entera fue aprovechada al máximo por los jóvenes renacientes de la fiesta.
Por delante salió “Finito de
Maracay”, enterado, pensante; de finas maneras, muy bien. Luego sale Ángel
Orellana, quien anduvo con muchas ganas, instrumentando muletazos
de poder, con el sello de la casa,
recibió una voltereta, de la cual
se levantó sin verse el vestido, para volver a la cara; había que
aprovechar la ocasión para la puesta a punto en cara al próximo
20 de julio en Tovar.
Alí Burguera. |
Posterior le tocó el turno al novillero Alí Burguera, ejecutando derechazos de manos bajas, quien también se prepara para el compromiso del próximo sábado 13 de julio en Mérida, -novillada a beneficio del banderillero en retiro, Mauro Pereira-
Después vino Rene Ruiz quien
estuvo valeroso, con dos
tandas de derechazos,
prosiguió Leandro Romero, con una tanda con derech.
La segunda vaca la lidio el matador de toros Alexander Guillen
recibiéndola con gustosas verónicas muy sentidas por los invitados.
Vale resaltar que el merideño Alexander Guillen al momento de colocar la vaca ante el caballo de pica, instrumentó una larga cambiada en los medios dejando la vaca en jurisdicción del picador, -recordó el ganadero Jesús Riera, al malogrado Francisco Rivera “Paquirri” quien había realizado hace algunos años la misma suerte exactamente, en el mismo sitio, en un ruedo que sigue con el mismo aroma, salero y color de aquellos años-
Una vaca verdaderamente
brava enrazada, con la cual Alexander
anduvo muy artístico en todos los órdenes de la lidia, quien
también toma su punto,
para ir en pos de un triunfo el próximo 20 de julio en Tovar, donde se lidiará novillos de los Aranguez, que en el campo lucen como toros...
Vino el turno del merideño David Osorio, novillero de
magnifico corte, muy firme, sus
muletazos van impregnados de arte y temple acompañando
las embestidas de la brava vaca. Muy bien este joven torero que también
brilla en la confección de trajes de luces, avíos de torear y
demás.
Después salió Jesús Molina, decidido, con
actitud enjaretando una buena tanda por
el pitón derecho.
Cabe resaltar que uno de los buenos y mejores muletazos, han
venido de la tapia, por el jovencito Leobardo Méndez, con una tanda por el izquierdo, buena, de mucha verdad cargando la suerte.
Al final de la jornada la
familia Riera, acogió a todos los
presentes con paella, ocasión para la
tertulia, cometarios, agradecimientos y los
consejos de siempre, autentico broche de oro para un día de campo.
(F.R/R.P)
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