Una
oreja paseó Francisco de Manuel de “Sacacuertos” de Fuente Ymbro. Téllez, dejó
detalles de buen gusto a las puertas de su alternativa y Rafael González pechó
con el peor lote, en el inicio de la temporada en Las Ventas.
Alberto Bautista. Madrid, 24 marzo. Un año más la divisa de Fuente Ymbro servía
de apertura del curso en Las Ventas. La ganadería de Ricardo Gallardo que tan
buen final de temporada tuvo en Madrid en la feria de Otoño, como inicio de
temporada han deparado la feria de Fallas, fue un puro espejismo a tenor del
juego dado por los novillos lidiados en el festejo que descorchó la temporada
venteña. Y es que salvo el tercero - a la postre el de mayor juego de la tarde,
el encierro gaditano no llegó con fuerza al tercio final, y le faltó en muchos
momentos un punto de transmisión.
Quién
mejor supo aprovechar las embestidas de los novillos, fue Francisco de Manuel.
El más listo de la clase, que una vez más se quedó a las puertas de su anhelada
salida a hombros.
Lo de mayor peso de la tarde sucedió en el
tercero. “Sacacuartos” tuvo acometividad y recorrido, y el novillero de la
escuela de Colmenar aprovechó el trazo largo y la mano baja para regalar un par
de tandas de limpieza y despaciosidad. Su desparpajo reinó al igual que su
disposición con las banderillas, aunque no tuviera recompensa. El estoconazo le
ayudó a pasear una oreja de Ley. El que cerró función tuvo demasiadas teclas, y
no se empleó en las telas. Amenazó con rajarse aunque el poderoso novillero
desechó cualquier atisbo. La faena le faltó juste y metraje pero el madrileño
lo despeño de otra gran estocada. La Puerta grande… le espera. San Isidro,
también.
Quién
si tiene fecha de alternativa es Ángel Téllez, que en apenas dos semanas en la
ciudad alcarreña de Guadalajara pasará a formar parte del escalafón superior.
Morante y “El Juli”, serán padrino y testigo respectivamente, de una
alternativa de excepción.
Su
despedida como novillero en Las Ventas, vino a constatar que es un torero
hecho, pero que corre con los mismos defectos que la mayoría de sus compañeros.
Faenas largas y toreo perfilero. En consecuencia, taurinamente no dijo ni pío.
Y eso que a su primero dejó algún detalle suelto con el capote en una faena
compacta a la media altura, donde combinó el acople con otros momentos menos
lucidos. Y con el quinto, instrumentó una faena larga donde hubo un meritorio
comienzo estático, pero que se diluyó en un mar de pases. Aun así, estuvo por
encima del novillo. Dejó un bajonazo y fue silenciado.
Poco
se puede extraer de Rafael González, quién no pudo refrendar las gratas
sensaciones que dejó en Valdemorillo.
En la novillada que abrió el curso en Madrid,
se le vio desbordado en su primero. Se alivió en exceso y tomo las lógicas
precauciones por la complejidad del novillo. Hubo tiempo para que lo intentara
sobre la zurda pero sin mucha decisión. Con el cuarto, dejó una actuación breve
y de corto bagaje, como la novillada de Fuente Ymbro de la que se esperaba más. portaltaurino.net
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