lunes, mayo 08, 2017

LA TAUROMAQUIA de Juan Belmonte




"No admito que pueda hacerse nada meritorio con una muleta o un capote en las manos, sino a base de que el torero sea siempre el supremo dictador. Torear es llevar la contraria al toro, obligarle... a lo que él no "quiere":  Si es huido, a que doble; si es tardo, a que embista; si se resiste a pasar, a que pase; si se cuela, a que acometa derecho; si derrota alto a que humille; si se revuelve pronto, a que vaya lejos; si acomete recto hacia el torero porque este "se cruzó" con él, a que quiebre la derechura del viaje; y si embiste fuerte y rápido, a que pase suave y lento.

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