Este
domingo en la Plaza Monumental
Actuación de ribetes a destacar la que se ha graneado el espigado
diestro merideño ante el lote de cornalones toros de los hierros de Tierra
Blanca, Campolargo y Santa Fe.
RUBÉN
DARÍO VILLAFRAZ@rubenvillafraz Fotos: Aníbal García Soteldo. Triunfo
incontestable el que ha cincelado a base de entrega y ambición el diestro
tovareño Rafael Orellana este
domingo en la arena de la Plaza de Toros Monumental de Valencia. El corte de
par de orejas al bravo y serio astado del hierro de Santa Fe, corrido en 4º
lugar, fue la nota destacada de un encierro donde la seriedad del toro
presentado, así como las falencias de los demás diestros actuantes colocaron a
cada quien en su sitio. Al fin y al cabo, es el mismo toro el que se encarga de
ello.
Actuación
de ribetes a destacar la que se ha graneado el espigado diestro merideño ante
el lote de cornalones toros de los hierros de Tierra Blanca (1º y 6º),
Campolargo (2º y 5º) y Santa Fe (3º y 4º), entrados en kilos y pitones, de la
que destacaría el recorrido del 4º, a la postre el que más se dejó en los
engaños, aprovechado en plenitud por la poderosa muleta de Orellana, quien
volvía luego de ocho años de ausencia a esta plaza, a pesar de haber triunfado
en ella, aquella noche, saliendo igualmente por la Puerta Grande.
Contundente con la espada, Rafael Orellana ha
salido en volandas de la arena de Valencia, asegurando desde ya su contratación
para San Cristóbal y su regreso a esta plaza en noviembre próximo.
Pocas
opciones tuvo con el que abrió plaza, animal de aviesas intenciones y parado
recorrido, el cual supo encauzar en los vuelos de la pañosa. El certero
espadazo le despacho con solvencia, como de la misma manera lo hizo ante su
segundo, animal más potable y con transmisión en su embestida, en especial por
la mano diestra donde cuajo tandas de muletazos de gran calado en los tendidos
que para tal efecto albergó poco más de tres mil personas, un hecho a resaltar,
si tomamos en cuenta la escasa publicidad que la empresa de turno hizo del festejo.
Nuevamente
un “cañón” con el estoque, dejando “patas pa’ arriba” al toro, para desatarse
la unánime petición de los trofeos, el cual concedió el presidente del festejo,
Dr. Ángel Stopello.
Los demás
alternantes del cartel, tanto el valenciano Manolo Muñoz como el tachirense
Fabio Castañeda, cada uno en su estilo, lucieron por momentos desbordados ante
las complicaciones que desarrollaron los toros, siendo silenciados en sus
respectivos lotes, en un festejo que tuvo nombre propio en las faenas del
mencionado espada de El Llano de Tovar.
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