Freddy Ramirez "Garapuyo".
“Moñito” signado con el numero 34 de 538
Kilos de peso y marcado en el codillo
con el “0” sí el cero,
lo que decía que fue herrado en el 2010, lo cual para el momento tenia
los cinco años (5) todo un toro-toro,
con las barbas que da la edad de un adulto “contemporáneo” o sea un cinqueño de
Victorino Martin. Toro que fue lidiado casi a la perfección, -ni un capotazo de mas-
todos en su sitio- el torero mandando en el ruedo, solo con señas, nada de gritos ni manotazos,
solo gestos con su cara y labios, que decían mas que aquellos mítines que afloran por allí cuando se esta hasta las
trancas.
Allí en medio del susurro del gran publico,
espectadores y aficionados había un toro,
unos subalternos eficaces con un picador
altivo y un torero presto y decidido.
Vino el tercio de varas, todo
un espectáculo que erizo la piel de muchos, vinieron los “bravooo”
para el picador (Luis Quintana) y
las palmas al toro, que en dos
ocasiones acudió pronto con
selo, raza y codicia a la cabalgadura, allí rematando por debajo del estribo,
peleo de lo lindo empujando; en el segundo puyazo, el varilarguero mandó con las riendas conduciendo su cabalgadura
para incitar al bravo que por instante se lo pensó a lo que el Picador se
descatoreño o sea que se despojó del castoreño
para lanzárselo a unos siete metros
frente a “Moñito” para que este cual mas
bravo se fuera raudo tras él embistiéndole, pitones que surcaron la arena
al igual que su morro, para después ir en pos del segundo castigo,
allí el toro volvió a recibir un largo puyazo en todo lo alto, mas palmas para toro
-en otro lado con un publico con mas sensibilidad, el picador pudo haber dado
una vuelta al ruedo-…momento cumbre de la corrida, las
palmas de todos y el reconocimiento de los entendidos para el picador y
el encastado y enrazado toro.
Lo de la muleta y demás
tendrá un capitulo aparte…
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