CÓRDOBA Apoteósica tarde de Morante de la Puebla, que hace historia en el Coso de los Califas
Por: Emilio Trigo.
Burladero.com. Córdoba (España). Al grito de 'viva el toreo' ha salido por
la Puerta de los Califas Morante de la Puebla tras hacer historia en Córdoba.
Ha cortado cuatro orejas y rabo premio a una actuación difícilmente calificable
en los estándares técnicos.
Morante
emborrachó de toreo ya del todo, a Córdoba entera en el quinto toro, de nombre
'Guasón'. Meció Morante el capote con suma belleza tanto a la verónica
como en un posterior quite por chicuelinas, con el público roto. Incluído el
galleó, también por chicuelinas, para llevar al toro al caballo, donde se
empleó el toro.En el inicio de faena, con mucho sabor, le dejó la muleta
siempre adelantada para ligar y compactar las tandas. Mejor por el derecho el
de Juan Pedro, algo más en línea por el izquierdo, y muy valiente, sin
alharacas Morante. La muleta plana, sin medir ni tiempo ni longitud.
Compendio de toreo al natural, por derechazos, todo con profundidad, con su
estética añeja y sin perder un ápice de verdad. Una faena en la que la técnica,
que la hubo, quedó encubierta por la suma belleza de todo cuanto hizo. La
espada, más de media, no resto ni un ápice de grandeza al 'totum' de Morante.
Apoteósico: dos orejas y rabo.
Faenón de Morante de la
Puebla al segundo. El torero sevillano desorejó a un buen ejemplar de Juan
Pedro Domecq. Ya desde el primer momento mostró disposición Morante en
las verónicas de inicio rematadas de una larga cordobesa. Prosiguió en un quite
de mucho gusto con tres verónicas y una media. El toro llegó con movilidad pero
falto de un punto de transmisión al último tercio y ciertas complicaciones.
Suplió esto el torero con una entrega absoluta. Se llevó al segundo a los
medios, donde toreó con composición y hondura por el pitón derecho. Por el
izquierdo, aunque el toro tardeaba y deslucía, Morante le imprimió mucha
estética y le buscó el fondo hasta que lo encontró. Labor muy compactada del de
La Puebla, que remató de más de media estocada y paseó el doble trofeo.
El tercero toro recibió una
lidia muy cuidadosa de toda la cuadrilla de Manzanares, que puso estética
en su labor y le dio tiempos. Sin poder apretar del todo, el alicantino muleteó
a media altura al natural, pero el toro se vino a menos, dificultando su labor.
Tras fallar en la suerte suprema fue aplaudido. Manzanares hizo un
esfuerzo con el sexto, apagado. Sacó el torero la raza que algunos le niegan y
se impuso al último, arrimón incluido. Fallo nuevamente con la espada y fue
ovacionado.
Sorprendió Finito en el
inicio, con una larga cambiada y encantó ya en su excelente saludo a la
verónica. Se le vio muy a gusto en todo momento con el primero, que tuvo fondo,
pero no terminaó de entregarse del todo y derrotó al final del viaje. Finito
lo dosificó bien y supo muletear a favor de toro al inicio. Tiró bien de
las embestidas del primero por el pitón derecho, con temple. Faena larga, muy
dispuesta, y con dos tandas al natural sobresalientes. El epílogo, con la
estética propia del torero en los remates por bajo. Sól un mal remate a espadas
dejó el premio en una oreja. El cuarto mostró en el último tercio mostró falta
de fuerza pero también nobleza, lo que permitió a Finito esbozar retazos
de su torería. Esfuerzo sincero del cordobés, que permaneció largo rato en la
cara del toro. Fue ovacionado.
Plaza de toros de Córdoba. Más de tres
cuartos. Toros de Juan Pedro Domecq. Finito de Córdoba, oreja y
ovación; Morante de la Puebla, dos orejas y dos orejas y rabo y
José María Manzanares, palmas y ovación. Saludaron Juan José Trujillo y
Luis Blázquez en banderillas del tercero.
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