Sin
suerte Iker Cobo llevándose los peores toros de la corrida, José Miguel Parra
perdió las orejas al pinchar su primer toro, no salió en el toro de cierre ya
que una banderilla lesionó su ojo derecho
Freddy
Ramírez. Con tiempo a favor y menos de media plaza finalizó la
temporada de toros de la Feria Internacional del Sol con una corrida larga en
su contendido, ocho toros se han lidiado, que pertenecieron a diferentes
hierros. El primero que rompió plaza fue de la ganadería colombiana de Ernesto
Gutiérrez, San Sebastián de Las Palmas, dos de El Prado, dos de Juan Bernardo
Caicedo y tres de El trébol, en conjunto corrida bien presentada y, por
supuesto, de variado juego y comportamiento. El quinto de El Prado y el sexto
de El Trébol se fueron al destasadero sin una oreja; los jugados en segundo,
tercer y séptimo lugar no dieron opciones, fueron mansos y con peligro, los
demás han dado algunas facilidades.
Abrió plaza el tachirense Marcos Peña "El Pino", quien se llevó el ticket de lotería favorecido, el cual no fue cobrado en su totalidad pues apenas cortó una oreja de las tres que pudo haber cortado y la puerta grande. El primero de Ernesto Gutiérrez se dejó, acá con este "El Pino" hizo una labor como para cortar oreja, su faena corta fue musicalizada, perdió la oreja al no estar fino con el acero. En el quinto el torero de San Cristóbal se topó con un buen ejemplar de El Trébol al que le cortó una oreja después de artística faena colofonada con la espada y en el de cierre "El Pino" volvió a perder otra oreja.
El merideño Alexander Guillén estuvo muy bien en su primero, lidiando por bajo a un toro de mucha edad, de complicadas y ásperas embestidas. En el sexto Alexander estructuró interesante y artística labor que estuvo calificando para el trofeo a la mejor faena, entró a la última suerte con fe, cortando una oreja.
En cuanto a el español Iker Cobo es poco el comentario, su ilusión y deseos de agradar se fueron al pozo por culpa de su lote infame, que no dio ninguna opción al lucimiento, auténticos marrajos de malas ideas, el primero con mucho peligro y sentido, el otro sin movilidad, manso y sin recorrido.
Mala fortuna
Mala fortuna para José Miguel Parra en su debut en Mérida, apenas se fue a los medios para realizar un escalofriante péndulo y en el segundo pase una banderilla le dio en el ojo derecho lesionándolo, no obstante, el joven valor se sobrepuso para realizar una buena labor muleteril, perdiendo las orejas al pichar.
Se corrieron toros de la ganadería venezolana de El Prado y dos de Rancho Grande, justicos en presencia, de variado juego y comportamiento, el jugado como sobrero y que hizo de cuarto fue indultado, el segundo no dio opciones al igual que el tercero, los demás en líneas generales sirvieron para el lucimiento de los toreros. El sexto brilló por su transmisión y bravura.
La tarde fue para Leonardo Benítez que desde el vamos salió a por todas, Benítez cortó una oreja del primero tras realizar interesante faena a un toro huidizo, que se escupía de la muleta para buscar el refugio de la tablas, fue allí precisamente donde el torero venezolano logró sus mejores cuotas, al instrumentar algunos pases con la derecha y trío de circulares rematados sobre la cadera.
En el cuarto, el venezolano no quiso saber nada, el toro según él andaba reparado de la vista, señaló al palco el defecto visual del toro y se retiró al callejón a esperar la salida del toro sobrero de El Prado de nombre "Valladares", signado en sus lomos con el número 127 y de 436 kilos de peso, el cual fue un dechado de bondad, nobleza, fijeza en el engaño, con movilidad repetidor en sus embestidas, el cual fue aprovechado al máximo por el veterano matador de toros venezolano, para realizar una corta, variada y vibrante faena con pases sobre ambas manos; petición de indulto que fue concedido.
David Fandila "El Fandi", que cumplía su segunda comparecencia en esta feria, no las tuvo todas consigo, el primero suyo fue un manso sin opciones donde "El Fandi" abrevió para esperar la salida del quinto, "Valentino" de nombre, de la ganadería Rancho Grande, acá "El Fandi" echó mano de los recursos, no hubo el toreo fundamental, solo pases aislados, el rodillazo efectista, hasta mordió el pitón derecho de aquel inerme mermado de fuerzas, le mató pronto y la autoridad esta vez acertadamente no complació a la concurrencia, concediendo el corte de solo una oreja.
En iguales circunstancias que su antecesor, Alejandro Talavante se la vio con un toro primero que no sirvió donde el coleta le probó y al no ver condiciones para realizar obra alguna optó por ser breve, para esperar el sexto y último de la corrida, ya entrada la noche, Talavante realizaba una faena vibrante ante "Sureño", de El Prado, al que instrumentó innumerables pases de todas las marcas y colores, resaltando una tanda sobre la mano zurda de hasta seis naturales, templadísimos y hondos todos de mano baja y vaciados por debajo de la pala del pitón. Estoconazo hasta la empuñadura de efectos fulminantes que le valió el corte de dos orejas y la salida a hombros de la plaza junto al venezolano Leonardo Benítez.
Abrió plaza el tachirense Marcos Peña "El Pino", quien se llevó el ticket de lotería favorecido, el cual no fue cobrado en su totalidad pues apenas cortó una oreja de las tres que pudo haber cortado y la puerta grande. El primero de Ernesto Gutiérrez se dejó, acá con este "El Pino" hizo una labor como para cortar oreja, su faena corta fue musicalizada, perdió la oreja al no estar fino con el acero. En el quinto el torero de San Cristóbal se topó con un buen ejemplar de El Trébol al que le cortó una oreja después de artística faena colofonada con la espada y en el de cierre "El Pino" volvió a perder otra oreja.
El merideño Alexander Guillén estuvo muy bien en su primero, lidiando por bajo a un toro de mucha edad, de complicadas y ásperas embestidas. En el sexto Alexander estructuró interesante y artística labor que estuvo calificando para el trofeo a la mejor faena, entró a la última suerte con fe, cortando una oreja.
En cuanto a el español Iker Cobo es poco el comentario, su ilusión y deseos de agradar se fueron al pozo por culpa de su lote infame, que no dio ninguna opción al lucimiento, auténticos marrajos de malas ideas, el primero con mucho peligro y sentido, el otro sin movilidad, manso y sin recorrido.
Mala fortuna
Mala fortuna para José Miguel Parra en su debut en Mérida, apenas se fue a los medios para realizar un escalofriante péndulo y en el segundo pase una banderilla le dio en el ojo derecho lesionándolo, no obstante, el joven valor se sobrepuso para realizar una buena labor muleteril, perdiendo las orejas al pichar.
En la 5ta del Sol Leonardo Benítez consigue indultar a “Valladares” de la ganadería El Prado
El
español Alejandro Talavante le cortó las dos orejas al sexto y también sale a
hombros junto a Leonardo Benítez
Por. Freddy Ramírez/foto:Anibal Garcia Soteldo. Mérida 11 de febreo. Con sol radiante y lleno rebosante (papel
agotado) se realizó la quinta corrida del Carnaval taurino de América; tarde
pletórica de emoción y espectáculo, donde se cortaron seis orejas, dos fueron
simbólicas del indulto del cuarto de la tarde, toros que han sido lidiados por
el venezolano Leonardo Benítez, y los españoles David Fandila "El
Fandi" y Alejandro Talavante.
Se corrieron toros de la ganadería venezolana de El Prado y dos de Rancho Grande, justicos en presencia, de variado juego y comportamiento, el jugado como sobrero y que hizo de cuarto fue indultado, el segundo no dio opciones al igual que el tercero, los demás en líneas generales sirvieron para el lucimiento de los toreros. El sexto brilló por su transmisión y bravura.
La tarde fue para Leonardo Benítez que desde el vamos salió a por todas, Benítez cortó una oreja del primero tras realizar interesante faena a un toro huidizo, que se escupía de la muleta para buscar el refugio de la tablas, fue allí precisamente donde el torero venezolano logró sus mejores cuotas, al instrumentar algunos pases con la derecha y trío de circulares rematados sobre la cadera.
En el cuarto, el venezolano no quiso saber nada, el toro según él andaba reparado de la vista, señaló al palco el defecto visual del toro y se retiró al callejón a esperar la salida del toro sobrero de El Prado de nombre "Valladares", signado en sus lomos con el número 127 y de 436 kilos de peso, el cual fue un dechado de bondad, nobleza, fijeza en el engaño, con movilidad repetidor en sus embestidas, el cual fue aprovechado al máximo por el veterano matador de toros venezolano, para realizar una corta, variada y vibrante faena con pases sobre ambas manos; petición de indulto que fue concedido.
David Fandila "El Fandi", que cumplía su segunda comparecencia en esta feria, no las tuvo todas consigo, el primero suyo fue un manso sin opciones donde "El Fandi" abrevió para esperar la salida del quinto, "Valentino" de nombre, de la ganadería Rancho Grande, acá "El Fandi" echó mano de los recursos, no hubo el toreo fundamental, solo pases aislados, el rodillazo efectista, hasta mordió el pitón derecho de aquel inerme mermado de fuerzas, le mató pronto y la autoridad esta vez acertadamente no complació a la concurrencia, concediendo el corte de solo una oreja.
En iguales circunstancias que su antecesor, Alejandro Talavante se la vio con un toro primero que no sirvió donde el coleta le probó y al no ver condiciones para realizar obra alguna optó por ser breve, para esperar el sexto y último de la corrida, ya entrada la noche, Talavante realizaba una faena vibrante ante "Sureño", de El Prado, al que instrumentó innumerables pases de todas las marcas y colores, resaltando una tanda sobre la mano zurda de hasta seis naturales, templadísimos y hondos todos de mano baja y vaciados por debajo de la pala del pitón. Estoconazo hasta la empuñadura de efectos fulminantes que le valió el corte de dos orejas y la salida a hombros de la plaza junto al venezolano Leonardo Benítez.
El Cordobés y Padilla acompañaron por la puerta grande a un Orellana inmenso
Siete orejas se cortaron en la
apertura del Carnaval Taurino de América.
Dos por parte de El Cordobés, otras dos de Juan José Padilla y dos más por
el torero venezolano Rafael Orellana y la séptima para el rejoneador José Luis
Rodríguez
Por: Freddy Ramírez y fotos Aníbal García Soteldo.
Con tiempo agradable, tres cuartos del aforo, se abrió el Carnaval Taurino de América, tarde en que
se han corrido toros de la ganadería colombiana de Juan Bernardo Caicedo, de buena presencia, con
edad, arrobas y muchos pitones, toros que tuvieron variado juego. También se
jugó un sobrero de la ganadería venezolana Santa Fe noble, al que le cortaron las dos orejas; y uno de
rejones manso.
Corrida llena de expectación por el cartel que se había conformado que a la
postre resultó una corrida de variados matices y con emoción de principio a fin.
Josè Luis con la primera oreja de la tarde.
Josè Luis con la primera oreja de la tarde.
Abrió el Rejoneador José Luis Rodríguez, quien se topó con un marrajo manso
de la ganadería Santa Fe, donde el rejoneador tuvo que sacar todos los recursos
posibles para poder agradar. José Luis ha estado acertado en todas las suertes,
despachando con prontitud para cortar la primera oreja de la tarde.
El Cordobès con el buen toro cuarto de la tarde.
El Cordobès con el buen toro cuarto de la tarde.
En línea ordinaria Manuel Díaz “El Cordobés” ha estado en dos facetas, una
derrochando voluntad a más no poder con el toro primero de la corrida, que no dio opciones al lucimiento. El Cordobés fue breve
escuchando leves palmas, esperò la salida del cuarto de la tarde,
donde “estuvo superior, en una faena sobre ambas manos, donde el temple y
ligazón se hicieron presentes, la emoción máxima llegó a los tendidos con el
famoso salto de la rana, espadazo de pronta muerte le hizo acreedor a las dos
orejas, asegurando así la salida a hombros.
En segundo término salió Juan José Padilla quien tuvo que poner corazón con
tal de agradar, su lote fue el menos
potable de la corrida, alegre y bullanguero en su primero, donde su labor fue
silenciada. En el quinto Padilla estuvo mejor, a pesar que el toro poco ayudó, labor
de pases aislados sin ligar faena, trasteo efectista de poco o escaso toreo por
bajo. El toro tampoco se prestaba para hacer el toreo fundamental, le pasaportó de certera ración para cortar dos orejas que
le valió también la salida a hombros.
Circulares interminables los que instrumentò Rafa Orellana.
Circulares interminables los que instrumentò Rafa Orellana.
En tercer lugar vino el toreo caro y de altísimos quilates, del venezolano
Rafael Orellana, al bordar emocionantes y escalofriantes faenas. En el tercero,
que llevó el nombre de Abejorro, de 457 kilos de peso, signado con el número
387, gran toro de impresionante trapío, con pitones y de gran bondad, se lesionó
de una pezuña por lo que fue cambiado para que saliera “Bailador”, de la
ganadería Santa Fe, buen toro al que Orellana le instrumentó monumental faena
en los medios de la plaza, donde el
temple y el toreo hondo de sentimiento prevaleció, Orellana buscó las cercanías -que es donde el torero se
siente a gusto- arrimón de órdago, pases
en redondo, donde el público se paró de sus asientos y al grito de Venezuela, Venezuela,
el torero venezolano entró a matar dejando una ración entera un tanto
atravesada que le valió las dos primeras orejas.de la corrida.
El sexto fue otro torazo de muchos pitones, con edad y arrobas, donde
Orellana volvió a estar arrollador, en otra
faena corta pero intensa en emoción. Acá en este Orellana volvió con su arrimón
de escalofrío, pasándose el toro a milímetros de la taleguilla, al pinchar en
par de ocasiones el venezolano perdió al menos una oreja.
Daniel Luque invitado de Radio Activa comentando la actuaciòn de Rafael Orellana.
Daniel Luque invitado de Radio Activa comentando la actuaciòn de Rafael Orellana.
Al final, con la noche tendida sobre la Monumental Román Eduardo Sandia de
Mérida, los tres torreros salían a hombros de la plaza.
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