Jesús Araujo “Castoreño” Deberían
los campanarios con su tañir melodioso anunciar que este domingo, la plaza
monumental sonríe al saber que sobre sus arenas, la fiesta brava tomara vida y
sus cimientes vibraran de emoción con los oles del paisanaje y la entrega de
los noveles.
Llegan a la mente
aquellas novilladas de lujo que se escenificaron en nuestra plaza; novilleros como,
en aquel entonces, Bernardo Valencia (Yinmer Trossel) Jorge Herrera, figurón de
la taurina Colombia, José Arriaga, Celestino Correa con aquel triunfo ante
“canastero” de Piedrahita,Pedro Jesús Cordoves el hijo de Jesus,llenaban de
ilusión los corazones taurinos de los aficionados cabales que ávidos de emoción,
colmaban las barreras de tan señorial santuario taurino.
La Escuela Taurina
“Humberto Álvarez” no es empresa ni cooperativa, simplemente, es la unión de
voluntades personales para demostrar el talento de luces que se esta formando
en este recinto, esfuerzo de un hombre dedicado a su pasión docente de torerías
que en medio de tanto torbellino, lucha contra las fuerzas adversas saca a
flote los proyectos, hombre de luces plateadas, hijo y hermano de torero y
ahijado de cronista… Fabián Ramírez.
Pues bien, Fabián con
su gerencia plausible anuncia para este domingo otra interesante novillada con
reses de la consentida Los
Aranguez,novillos que pacen bajo el ardiente sol de Carora que vienen a rendir
su bravura a los pies de las albas montañas Tulistas,pupilos Riereños que serán
lidiados por el triunfador de la temporada pasada Carlos Sulbaran de muy buenas
hechuras y entrega: José Antonio Salas que trae muy en sus adentros la casta de
su padre y saldrá a demostrar esto; Gabriel Vivas que repite después de su
corte de oreja en la novillada pasada de la escuela de Tovar y Samuel Rivas.
Debutan en esta plaza
José A. Valencia de la industriosa ciudad del cabriales y hace su presentación
Daniel Vergara “chiguarita” caras nuevas que deben dar el do de pecho para
ganarse futuras actuaciones en esta temporada Alvareña que da y quita, como
también quita y pone, pues quien triunfe en una de estas novilladas, se convierte
en figura de la novilleria, pues ya vienen los festejos menores de Tovar y el
Sol.
Vaya ilusión la de un
muchacho enfundado en un vestido de torear a veces remendado y hasta prestado,
por muy opacas que estén, rielan las lentejuelas del talar de luces y las
medias rosas principescas, remendadas, ocultan
las puntadas bajo las zapatillas con envejecidos lazos, convirtiéndose
esto en estreno, en el momento en que el toro sale al ruedo y el muchacho se
abre de capa de donde caen a la arena, cual caja de Pandora, ínfulas y
presunciones de figura que nosotros, con nuestras ovaciones, palmas y oles,
debemos apoyar…Nos vemos el domingo en la plaza
morenitomilla@hotmail.com
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