Rafael Orellana sale a hombros al cortar dos orejas, Leonardo Rivera corta una y Rejoneador Rafa Rodríguez otra.
Mérida Venezuela Jesús Araujo “Castoreño” Emotivo reencuentro de aficionados caros fue la cita taurina cuya convocatoria la hicieron Manfredi y González, teniendo como epicentro la hacienda El Morichal, pie de cría de la brava Campo Pequeño, divisa la cual, tuvo el honor de inaugurar esta nueva plaza Fr. toros que se suma a los santuarios taurinos del país.
Soleada tarde al compas del vaivén de las palmeras y el volar de las garzas sobre la planicie infinita, la plaza, hermosa y coqueta, albergo a una riada de taurinos cómodamente sentados que aplaudieron y ovacionaron a los actuantes.
Abrió plaza el azteca Paco Muñoz ataviado de obispo y oro quien saludo a “morichal” toro inaugural con tres ceñidas verónicas aderezadas de media con sello de ovacion, tomando luego la muleta para andarle por la cara a este bonito castaño ojos blancos que salió con genio y permitió ver el poder con la tela de Muñoz, hacer limitado a la lidia por bajo que culmino en un espadazo con achuchón que hizo rodar al astado sobre la arena de la naciente plaza, oyendo el azteca, una sonora ovación durante su vuelta a la redonda.
Leonardo “Rivera” vistió de purísima y oro y se enfrento a otro castaño con respeto en la testuz al cual toreo con entrega y sapiencia, labor que hizo trabajar a los maestros del pentagrama para colofonar una buena ración de acero que surtió pronto efecto y recibir de la autoridad de la plaza una merecida oreja, la cual, sonriente paseo por la redonda en medio del aplauso del paisanaje.
De sereno valor y apasionada entrega, Iker Cobo lucio un vestido berenjena y azabache de hermosura opaca, lanceo a su bien presentado toro con suaves lances culminados con media grácil muy ovacionada. Con la roja tela del hacer difícil, el toro desarrollo sentido y se puso a la defensiva pescando al diestro feamente, poniéndose de pie del artista de luces y con gran pundonor arrancarle muletazos con mucha enjundia en medio de vítores y aplausos, sepultanto el acero mortal en el sitio el cual no surtió efecto por lo que tuvo que empuñar la espada de cruz para liquidar al ultimo de la tarde, saludo del tercio.
Rafael Orellana es una autentica “tempestad de los paramos andinos” pues se ha consolidado como un exponente sin reparos del arte de torear con la capa, destapa recuerdos y revive a Lorenzo y a Silverio, labor que remato con media filmable y aderezo con una serpentina airosa. Su valía esta en la muleta.
En El Morichal se entrego como en plaza grande, le falto el respeto a la estrechez de los espacios y se puso mas cerca que bailar bolero, armo la grande y rasgaron el aire las notas musicales con el resoplar de cobres y el retumbar de cueros dirigidos por el maestro Antonio Rangel, y en la arena, Rafa Orellana dictaba un breve seminario de buen hacer y pundonor profesional al dejarse tocar la taleguilla con la punta del pitón, labor pletórica de derechazos de firma y naturales estoicos aliñados de molinetes y Lasernitas, alzando la daga hiriente para colocar una punzadura llamada “media lagartijera” que no necesito del puntillero, pues “sonajero” rodo panza arriba sobre la arena, rompiendo el publico en una atronadora ovación en procura de las orejas, premios que no dudo la autoridad en dar, los cuales Orellana mostro a los presentes lleno de orgullo y agradecimiento, demostrando que es la primerísima figura del toreo del país con sello y tinte de maestro.
Rafa Rodríguez puso en boga su valía torera al enfrentar a un astado pronto y con fuerza que lo arrollo un par de veces dado lo pequeño del ruedo para este arte, certero con los rejones, lucio un mundo con los palos de banderillas al violín que no paraban de ser ovacionados, coloco cortas y se entrego como todo un señor ante el publico que abarroto los escaños de tan solera plaza, tomo la hoja de peral, intereso carnes y echo pie a tierra con muleta y espada de cruz para realizar un solo envite efectivo que le valió una atronadora ovación y una oreja por tan espectacular demostración de torería, confianza de los toreros al tener en la brega a Mauro David Pereira y en los palos a Jerson Guerrero.
Presidio Jesús Contreras y el columnista taurino Darío González con la asesoría de Roger Baron, presentes en barreras aficionaos caros; José Luis Rodríguez y su distinguida esposa Gloria, Augusto Rodríguez y su señora Zoraida, Neliana de Cepeda, los triunfales novilleros Camilo Cepeda y “Chico” Paredes, William Velásquez padrino de Orellana, el maestro Nerio Ramírez, Ali Quintero. Leonardo Salas, Miguel Rondón Nucete y señora, Luis Alfonso “Segura” Gerard Sweickert (SIC) Juan Guillen, Alexander Guillen y uno que tuvo querencia en ese lar, Javier Grisolia aparte de tantos, tantísimos aficionados que se hicieron presentes.
Un servidor junto a Rafael Salas disfrutamos y recordamos tantas vivencias allí logradas, ahora solo queda darle sitio y funcionamiento a tan coqueta plaza para su consolidación, la bandeja esta servida.
Inquieto y pendiente de todo nuestro director Freddy Ramírez “Garapuyo” gran trabajo como revistero, enviándole a todos nuestros lectores hasta los mas recónditos lugares del planeta taurino, un abrazo en letras y nuestro (mi) agradecimiento por tan bonita deferencia de leérnosla Uds. Nos debemos.
Enhorabuena para Gabriel Manfredi y Darío González autores de esta triunfal idea y a sonar clarines y timbales pata volver a ver toros a la sombra de morichales al compas del turrar de toros bravos en medio de la dehesa…
Aplausos y ovaciones.
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