viernes, noviembre 09, 2018

MANOLITO se levanta de su caballo de hierro y con alma de fuego logra la faena de su vida


EL MILAGRO TAURINO DEL SIGLO XXI

/// Los milagros si existen: entre el Santo Cristo de La Grita y la Ciencia Médica del nuevo milenio se obtiene lo que muy pocos han logrado; volver a caminar y soñar con el albero.


/// Diestros como Julio Robles y Nimeño II terminaron su sueño taurino en sillas de ruedas; el francés  tomó una trágica decisión 


/// El buen hijo que obra bien, termina por irle bien, es Manolito quién le hizo la casa a su señora madre con los primeros €uros que ganó en su etapa novilleril.
 
Manolito, tras cumplir con su terapia cada mañana se alista para empezar su segunda tarea, entrenarse en serio. (Foto. Cortesía) La Gaceta de Salamanca
(Especial/Eduardo Ravell) Diario  Pico  Bolívar  Mérida Venezuela.  Han transcurrido exactamente 5 meses desde que el joven diestro venezolano Manuel Vanegas “Manolito” ingresó al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, zona 3, aquel 4 de junio tras sufrir el destrozo de las cervicales con la precisión de una tarascada seca y es ahí donde sale a relucir aquel viejo refrán “el enemigo ha sido grande, pero el miedo es muy pequeño”.

La evolución ha sido hasta ahora EXCEPCIONAL. Cuando los médicos le visitan cada mañana es cuando el torero sudamericano les dice con franca mejoría: “Aquí he aprendido a valorar la vida y esta profesión, pero tengo una motivación para proponérmela: Mi familia me necesita y la fiesta brava también“:

Ha sido apenas el mero comienzo del milagro del siglo XXI y comienza cada mañana a las 9 AM con fuerza de voluntad, mentalmente obsesionado por verse de nuevo en el albero vestido de luces porque apenas va en la “tetraplejia incompleta“  que ya se ve recuperada en un 80% y para muestras es que cada día Manolito se levanta de su cabalgadura de hierro, la silla de ruedas, y con su alma de fuego se para como un gladiador, como si fuera el coloso de Rodas, o un caballero de las Cruzadas europeas de los siglos pasados para finalmente vencer cada obstáculo.

Mientras tanto, en su natal Venezuela, Mesitas de Seboruco del Estado Táchira, su señora madre no cesa de pedirle al milagroso Santo Cristo de La Grita que desde su santuario ha hecho múltiples milagros entre sus peregrinos. 

De pie como los colosos, sin complejo alguno, venciendo lo imposible.

Pero el torero no se rezaga y también se acopla a las oraciones al acostarse y al levantarse cada día con su Santo Patrono de La Grita. A nuestro modo de ver, es muy prematuro para decir que Manolito va a salir a torear el año que está por comenzar, el 2019, pero tampoco se puede negar que a cómo van las cosas se puede decir que soñar no cuesta nada y recordar lo que anteriormente ha dicho hace días el joven torero; “me dicen que estoy loco porque vuelvo a pensar en que voy a regresar a los ruedo por mi oficio". La fe mueve montañas, y desde las empinadas montañas que dan acceso a La Grita del Táchira se puede ver que ese Cristo lo está levantando a pasos agigantados.

En España, Francia, Portugal y el resto de países donde se ama el arte de la tauromaquia no salen del asombro de lo que está sucediendo en Toledo, en  la Zona 3 del Hospital Nacional de Parapléjicos donde el miedo se está quedando rezagado y la esperanza se acrecienta entre el hombre y el toro, entre la ciencia de fe cristiana y la ciencia médica del nuevo milenio. Sí se puede Manolito, vamos con fuerza y di una oración.

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