Este miércoles 22 de agosto
de nuevo como siempre fui invitado a las actividades de campo en la ganadería
Los Ramírez y yo con la confianza que me
ha dado el ganadero Ricardo Ramírez
convide a José Gutiérrez alumno
de la Unidad de Atención Escuela Taurina Humberto Álvarez de Mérida -quien no había visto pitón desde febrero Feria
del Sol- quien esta acartelado en la
novillada con ´picadores de la Feria de Tovar, también invite al aficionado
practico Giovanni Rivas quien hace parte
de la feria, al estar su nombre en el cartel internacional de aficionados
particos que abre el ferial septembrino de la Sultana del Mocoties.
CRISIS.
Por tierras bajas de la Zona Norte del Táchira y el pie del
monte de Estado Mérida linderos con
Zulia y Táchira, la crisis no descasa, las
fincas a la vera de la carretera
panamericana así lo deja ver, sus verdes praderas, libres de malezas, son
recuerdos gratos, algunas ya son todo
unos matorrales con yarumos ya crecidos, otras han sido
destinadas al cultivo de la palma africana y en muchas han levantado
“cambuches” con techos plásticos con la
mata de yuca como jardín.
La finca donde está el pie
de cría de la ganadería Los Ramírez no escapa, el personal adiestrado, el
peón, el vaquero que bregaba en el campo bravo, se han ido, buscando
otros horizontes, esto se nota apenas se pisa los predios de los bravos.
No obstante el hombre de
campo hacedor del toro de lidia y el de ceba, hace de tripas corazón para
mantener la finca limpia y productiva.
AL
TORO.
A la hora acostumbrada ya
con el sol en el ocaso empezó la lidia y
juzgamiento de un par de eralas (vacas de
dos años) una castaña y otra jabonera su comportamiento fue igual que sus pelos
muy distintas en todo los órdenes. Una muy buena, la más bonita, la castaña que permito a los invitado mostrar
el talento artístico y la Jabonera con su temperamento dejo ver las cualidades lidiadoras y el oficio, sobre todo del
matador Curro Ramírez.
El escrupuloso ganadero
mucho antes de escoger las vacas, dio una especie de charla donde explicó el por qué la escogencia de vacas pequeñas, pues
allí se estila echarlas más crecidas, lo
antes expuesto, la lluvia previa que acondiciono el ruedo a la precaución fue el limitante.
DE
UNO EN UNO.
Debo pedir disculpas, que en el reporte grafico falta las de José
Gutiérrez, que al estar pendiente, de sopón, dar alguna voz, se me olvido tomar las
respectivas fotos… “Pollo, no ligue un
muletazo con el otro, la vaca es distinta a la castaña, esta se defiende al final del muletazo, tiene
medio recorrido… si, los muletazos son
de uno en uno, te cruzas un poquito al pitón contrario, te colocas más cerca, le
pega quinientos”… así fue, el joven escucho,
así lo hizo. Quizás, yo, que la entendí de ese modo no le hubiese
pegado uno…
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