Francia impide por ley concentraciones contra la
fiesta de los toros a menos de 500 metros de los cosos al considerarlas una
provocación y un riesgo de alteración del orden público.
Agustín Benito Alba/la gaceta de los negocios. Concentraciones
como la del jueves pasado en el coso de Illumbe de San Sebastián en la que un
grupo no muy numeroso de antitaurinos empezó a gritar "la tortura no es
arte ni cultura" o "con un poco de suerte, mañana
funeral" mientras los simpatizantes de la fiesta, que volvía a la
capital guipuzcoana tras la prohibición de Eh Bildu, entraban a la plaza e
incidentes como los ocurridos en el mes de marzo en Valencia cuando también antitaurinos
hirieron con una piedra a una aficionada que necesitó atención médica en la
enfermería de la plaza y bloquearon la puerta de cuadrillas, lugar por
el que acceden los toreros al coso, no son posibles en Francia.
La legislación gala impide por ley concentraciones
antis a menos de 500 metros de las plazas al considerarlas una provocación
y un riesgo de alteración del orden público. Además este coto a los
antitaurinos no se queda aquí, el pasado año la policía francesa detuvo al presidente
del grupo de antitaurino radical francés (CRAC) Jean-Pierre Garrigues, por
rebelión y ultraje a la fuerza pública.
La intransigencia, violencia verbal -a
veces también física- y falta de respeto con la que las asociaciones
antitaurinas se manifiestan en los cosos españoles contra la fiesta de los
toros, la cultura, la tradición y la libertad en el ejercicio de una
profesión se puede evitar. Francia, un país en el que la tauromaquia no es
Patrimonio Cultural Inmaterial, preserva el derecho de todos prohibiendo las
manifestaciones a pie de las plazas de toros.
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