MÁXIMO GALARDÓN DEL TOREO
El
jurado premia el doble hito del extremeño el pasado San Isidro, con cinco
orejas y dos Puertas Grandes, como el acontecimiento taurino de 2014
El torero extremeño sale a hombros después de desorejar al sexto toro de Adolfo Martín el pasado 6 de junio |
Lucas Pérez/El
Mundo
La doble cita madrileña de Miguel Ángel
Perera en la Feria de San Isidro de 2014 supuso un hito histórico
dentro de su inmaculada temporada: dos paseíllos, cinco orejas, dos Puertas
Grandes y la sensación de una sólida consagración como máxima figura en la
Cátedra del toreo. La gesta, la hazaña legendaria repartida en las fechas del 23 de mayo
y el 3 de junio,
no ha pasado de largo para el jurado del Premio Paquiro de Toros de El Cultural
de EL MUNDO, que ha considerado el
doblete del extremeño como el gran acontecimiento del año 2014. Y es que el acontecimiento
es, precisamente, lo que reconoce la filosofía de este premio, el de mayor
dotación del toreo y copatrocinado por CaixaBank y Telefónica.
«Por sus méritos, debe ser nombrado ganador
sí o sí», dijo contundente Borja Prado, presidente de Endesa y miembro del
jurado, durante un fallo en el que Jaume Giró, director general de la fundación
La Caixa, defendió la opción de Perera «por cumplir los requisitos del nivel
que ya ha alcanzado el Premio Paquiro».
El primero de los triunfos de Perera llegó la
tarde del 23 de mayo. Una irrebatible Puerta Grande tras cuajar una inmensa
faena de profundo temple a un toro de Victoriano del Río y redondear una
importante tarde con tres orejas. Pero la apuesta del extremeño en San Isidro
se dobló a la mayor pocos días después, el 3 de junio, con el gesto del torero
de lidiar la corrida de Adolfo Martín. Un arriesgado órdago con final feliz
gracias a una lección de ambición, sitio y valor con el sexto de la tarde, al
que desorejó para detonar de nuevo la Puerta Grande de Las Ventas.
Perera engrosa su vitrina de premios con la
IX edición del Paquiro, el más prestigioso del toreo, copatrocinado por
CaixaBank y Telefónica y que llega a sus manos en un momento de plena madurez.
Perera ya hizo méritos en aquel gran 2008 con salida a hombros en Madrid
incluida, pero el regreso de José Tomás a Las Ventas tras cinco años retirado y
sus siete orejas en dos tardes en junio, fuera de San Isidro, le privaron
entonces un galardón que ahora se gana a ley por unos logros muy parecidos a
los del genio de Galapagar.
'Al
alcance de los elegidos'
«Lo que hizo Perera en Madrid sólo está al
alcance de los elegidos: cinco orejas y dos Puertas Grandes a ese nivel con una
distancia de 10 días son razones incontestables para el Paquiro», dijo ayer el
jefe de la sección de Toros, Zabala de la Serna. Y es que si nos remontamos a
los últimos 25 años de la historia del toreo, sólo dos matadores, César Rincón
en 1991 y Víctor Puerto en 1996, han logrado descerrajar la puerta de la gloria
de la Monumental madrileña dentro de la Feria de San Isidro.
Luis María Anson, que agradeció a Fernando
Almansa los años al frente del jurado, aseguró que este premio lo convoca El
Cultural «porque el toreo es Cultura y nosotros fuimos a la vanguardia de la
idea».
Al margen del extremeño, durante la reunión
del jurado se pusieron otros nombres sobre la mesa como candidatos al galardón.
Entre ellos, el de Francisco Cano, Canito, que a sus 102 años es memoria viva
del último siglo del toreo a través de su objetivo; los novilleros colombianos
que hicieron huelga de hambre acampados a las puertas de la plaza Santamaría
para exigir el regreso de los toros a Bogotá; o a la propia Corte
Constitucional de Colombia, que tumbó la prohibición de la Fiesta impuesta por
el alcalde Gustavo Petro.
Palmarés
de lujo.
Perera entra un palmarés de lujo que estrenó Castella
en 2006 como símbolo de la internacionalidad del toreo. Un año más tarde, la
reaparición de José Tomás en Barcelona le valió su primer galardón. Llegarían
después para él otros tres Balones de Oro: uno por el mencionado doble y
apoteósico regreso a Madrid en 2008 otro por la convulsión que supuso su
reaparición en Valencia en 2011 tras volver de la muerte en Aguascalientes y el
último por la soberbia mañana en solitario de Nimes, en 2012, con 11 orejas, un
rabo y un indulto. Morante de la Puebla fue premiado por su hito a la verónica
en Madrid en 2009, y Vargas Llosa y Pere Gimferrer por su defensa del toreo
ante el liberticidio catalán.
El
último año, el jurado reconoció las lecciones de Tauromaquia de Ponce en Bilbao
en agosto y a la propia Junta de Administración por hacer de la ciudad un
referente taurino nacional.
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