lunes, marzo 23, 2015

PERERA, dueño y señor del Paquiro


MÁXIMO GALARDÓN DEL TOREO 

El jurado premia el doble hito del extremeño el pasado San Isidro, con cinco orejas y dos Puertas Grandes, como el acontecimiento taurino de 2014 

El torero extremeño sale a hombros después de desorejar al sexto toro de Adolfo Martín el pasado 6 de junio

Lucas Pérez/El Mundo La doble cita madrileña de Miguel Ángel Perera en la Feria de San Isidro de 2014 supuso un hito histórico dentro de su inmaculada temporada: dos paseíllos, cinco orejas, dos Puertas Grandes y la sensación de una sólida consagración como máxima figura en la Cátedra del toreo. La gesta, la hazaña legendaria repartida en las fechas del 23 de mayo y el 3 de junio, no ha pasado de largo para el jurado del Premio Paquiro de Toros de El Cultural de EL MUNDO, que ha considerado el doblete del extremeño como el gran acontecimiento del año 2014. Y es que el acontecimiento es, precisamente, lo que reconoce la filosofía de este premio, el de mayor dotación del toreo y copatrocinado por CaixaBank y Telefónica.

«Por sus méritos, debe ser nombrado ganador sí o sí», dijo contundente Borja Prado, presidente de Endesa y miembro del jurado, durante un fallo en el que Jaume Giró, director general de la fundación La Caixa, defendió la opción de Perera «por cumplir los requisitos del nivel que ya ha alcanzado el Premio Paquiro».

El primero de los triunfos de Perera llegó la tarde del 23 de mayo. Una irrebatible Puerta Grande tras cuajar una inmensa faena de profundo temple a un toro de Victoriano del Río y redondear una importante tarde con tres orejas. Pero la apuesta del extremeño en San Isidro se dobló a la mayor pocos días después, el 3 de junio, con el gesto del torero de lidiar la corrida de Adolfo Martín. Un arriesgado órdago con final feliz gracias a una lección de ambición, sitio y valor con el sexto de la tarde, al que desorejó para detonar de nuevo la Puerta Grande de Las Ventas.

Perera engrosa su vitrina de premios con la IX edición del Paquiro, el más prestigioso del toreo, copatrocinado por CaixaBank y Telefónica y que llega a sus manos en un momento de plena madurez. Perera ya hizo méritos en aquel gran 2008 con salida a hombros en Madrid incluida, pero el regreso de José Tomás a Las Ventas tras cinco años retirado y sus siete orejas en dos tardes en junio, fuera de San Isidro, le privaron entonces un galardón que ahora se gana a ley por unos logros muy parecidos a los del genio de Galapagar.

'Al alcance de los elegidos'

«Lo que hizo Perera en Madrid sólo está al alcance de los elegidos: cinco orejas y dos Puertas Grandes a ese nivel con una distancia de 10 días son razones incontestables para el Paquiro», dijo ayer el jefe de la sección de Toros, Zabala de la Serna. Y es que si nos remontamos a los últimos 25 años de la historia del toreo, sólo dos matadores, César Rincón en 1991 y Víctor Puerto en 1996, han logrado descerrajar la puerta de la gloria de la Monumental madrileña dentro de la Feria de San Isidro.

Luis María Anson, que agradeció a Fernando Almansa los años al frente del jurado, aseguró que este premio lo convoca El Cultural «porque el toreo es Cultura y nosotros fuimos a la vanguardia de la idea».

Al margen del extremeño, durante la reunión del jurado se pusieron otros nombres sobre la mesa como candidatos al galardón. Entre ellos, el de Francisco Cano, Canito, que a sus 102 años es memoria viva del último siglo del toreo a través de su objetivo; los novilleros colombianos que hicieron huelga de hambre acampados a las puertas de la plaza Santamaría para exigir el regreso de los toros a Bogotá; o a la propia Corte Constitucional de Colombia, que tumbó la prohibición de la Fiesta impuesta por el alcalde Gustavo Petro.

Palmarés de lujo.

Perera entra un palmarés de lujo que estrenó Castella en 2006 como símbolo de la internacionalidad del toreo. Un año más tarde, la reaparición de José Tomás en Barcelona le valió su primer galardón. Llegarían después para él otros tres Balones de Oro: uno por el mencionado doble y apoteósico regreso a Madrid en 2008 otro por la convulsión que supuso su reaparición en Valencia en 2011 tras volver de la muerte en Aguascalientes y el último por la soberbia mañana en solitario de Nimes, en 2012, con 11 orejas, un rabo y un indulto. Morante de la Puebla fue premiado por su hito a la verónica en Madrid en 2009, y Vargas Llosa y Pere Gimferrer por su defensa del toreo ante el liberticidio catalán.

 El último año, el jurado reconoció las lecciones de Tauromaquia de Ponce en Bilbao en agosto y a la propia Junta de Administración por hacer de la ciudad un referente taurino nacional.

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