Golfredo Rojas. Con un
tercio del aforo de la plaza de toros de San Cristóbal, Venezuela, con un sol
resplandeciente se lidiaron toros con cuatro hierros, aunque tres del mismo
ganadero, corrida terciada con comportamiento desigual.
Abrió plaza uno de "Don Pelayo", del Niño De La Capea,
para el rejoneador yaracuyano Francisco Javier Rodríguez, quien alargó la faena
por lo que fue pitado, escuchó un aviso y al final fue silenciada su actuación.
El francés Juan Bautista, en
su primero de Rancho Grande estuvo sobrio demostrando técnica y ganas de
agradar mata de estocada desprendida, palmas; en su segundo del mismo ganadero
no logró realizar nada para resaltar debido a las broncas embestidas del
animal.
Javier Castaño, corta una
oreja al mejor de la corrida, toro perteneciente a la ganadería la Consolación
de Hugo José Molina, con el segundo abrevio debido al comportamiento del
burel.
Gregorio Torres “Maravilla” bailo
con la mas fea aunque pudo cortar una oreja de su primero de no marrar con los aceros, con el que
cerró imposible triunfar.
Como nota un grupo de
aficionados sacaron una pancarta solicitando la renuncia del Presidente de la
República
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