En la primera de Feria de La Grita, efectuada el pasado domingo
10 de agosto, la plaza se ha llenado
hasta la Rueda de la Luna, tarde fresca y apacible, corrida que casi se la cargan cuesta abajo los señores
de la autoridad de la Plaza, no llegó al foso
gracias al toro sobrero de Rancho
Grande que dio opciones, la entrega de Rafael Orellana, un publico entendido y
festivo que se metió en la corrida desde el vamos, al final parece ser que la oscuridad
de la noche le aclaró un tanto el seso a los de la autoridad que entendieron que ser tan apegados a los mandatos
dinásticos, reglamentos y ortodoxias no va con la idiosincrasia festiva y alegre del gritense -entiendan amigos que la música no es premio para el torero ni
mucho menos, los acordes musicales en una tarde de toros es para acompañar y amenizar la faena
del torero en el ruedo-
Vimos muchos medios de comunicación sobre todo radio
estaciones, también observamos muchos amigos periodistas, como Autiquio Hevia
Porras y Cesar Omaña de San Cristóbal, Saúl del Valle y Yanara Vivas de Mérida,
Yoni Figueroa de Contrabbarera, la familia Molina Colmenares con Don Hugo al
frente, el Dr. Amenodoro Suarez y familia.
Es de resaltar la gran afluencia
de público que ha ido desde Tovar, en
fin la tarde-noche resultó amena y entretenida a pesar de los hándicaps comunes de la fiesta brava.
En
cuanto a los toros del Hierro de la Consolación, el primero fuera de tipo, limitados de fuerza, el lote de
Eduardo Valenzuela dio cierta opcion, Valenzuela pudo haber cortado orejas, dio una vuelta al ruedo en su primero y pinchó el triunfo del segundo.
El
lote de Orellana no dio opciones para el lucimiento; solo el quinto (el sobrero)
-también limitado de fueras- de Rancho Grande el cual regaló embestidas para que Rafa
Orellana le instrumetará faena sobre
amabas manos rubricada con espadazo
que solo la ejecución, limpieza
de la suerte, certero y fulminante valía la segunda oreja, quizás la oscuridad
no dejo ver con claridad a los señores de la autoridad que premiaron solo la
oreja que pidió el que paga el espectáculo, al final el publico salió alegre de
la plaza con ganas de volver el próximo domingo para ver el mano a mano: Maravilla-El
Pino con toros de Rancho Grande
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