Niños que no pudieron entrar
al Coliseo esperaron en las afueras al torero mexicano Alfredo Gutiérrez
Giovanni
Cegarra. Los aficionados taurinos de Tovar, capital del Municipio
Tovar del Estado Mérida, occidente venezolano, no se rendirán fácilmente, como
algunos piensan y en sus efectos, harán valer ante todo el país y el mundo
entero, que sus derechos ciudadanos son inviolables, que pueden asistir con sus
hijos mayores o menores de edad, a cualquier espectáculo que tengan a bien
gustarles, tener afición, como es el caso, de las corridas de toros.
Tal determinación de los
aficionados taurinos de "La Sultana del Mocotíes" viene dada como
reacción popular, ante el bochornoso espectáculo que protagonizaron los
funcionarios del Consejo Municipal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes
de Tovar, apoyados por los de la Defensoría del Pueblo y la Fuerza Pública, al
impedir la entrada de padres con sus hijos a la novillada y Festival Taurino e
intentaron sacar a al fuerza al novillero y alumno de la Escuela Taurina
"Humberto Álvarez" de Mérida, Camilo ,presente en el callejón del
Coliseo El Llano, la tarde del viernes seis y sábado siete del mes en curso.
Claro están los taurinos
tovareños, que existen leyes que deben ser respetadas, pero leyes que se
ajusten a la realidad y sentir de la idiosincrasia del pueblo venezolano y no
aquellas que son dictadas, para prohibir una afición, como la taurina, por
parte de quienes le hacen el juego a los adversarios de la Fiesta Brava, ni
siquiera venezolanos sino extranjeros, apoyados por mentes alienadas de los que no saben respetar y convivir con
sus vecinos, con la comunidad.
Este miércoles diez, a las
seis de la tarde, en el Coliseo El Llano de Tovar, ha sido convocada una
Asamblea Extraordinaria de Ciudadanos, para ventilar acciones y organizarse,
tal y como ya lo hacen, para defender la
afición taurina, arraigada en niños, niñas, adolescentes no solo de Tovar sino
de toda Venezuela, y en sus efectos, asistir al ciclo taurino de la 170° Feria
de Virgen de Regla, con sus hijos, haciendo valer sus derechos constitucionales
de ciudadanos venezolanos, de disfrutar de la afición que mejor les gusta sin
interferir en la de los demás, como debe ser.
conscientes están los aficionados taurinos, de cumplir
disposiciones más no pueden aceptar, bajo ningún concepto, que por el insensato
capricho de otros, que no respetan la convivencia ciudadana, se viole lo
derechos del pueblo de disfrutar de sus tradiciones, costumbres, afición y vale
preguntar ¿arremetería la fuerza pública contra un pueblo, una afición, que
defiende su justo derecho de asistir con sus hijos a las corridas de toros, al
espectáculo que mejor les agrada?.
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