
El Dr. Alfonso Ramírez “El Polaco” con su pieza oratoria en defensa de las corridas de toros cortaba las dos orejas y rabo en el acto donde se declaraba a esta actividad como patrimonio Histórico del Municipio Libertador. (Foto cortesía Héctor Cardona.)
Freddy Ramírez. “Garapuyo”. La corrida había empezado muy temprano, el Astro Rey, rompía la mañana amenazando con su desigual poder a las densas nubes, hasta que a las diez de la mañana este impuso su ley disolviendo aquellas nubes amenazantes, así fue como la fría mañana tomaba calor.
En otro lugar de la ciudad La fiesta brava continuaba con el acto especial en defensa de las corridas toros, el Alcalde del Municipio Libertador Ing. Lester Rodríguez cristalizaba con muchas micras de blindaje a la fiesta del toro, firmando decretó en el cual las corridas pasan hacer parte del patrimonio histórico del Municipio, en ese mismo acto, un altérnate de lujo, como lo es el Dr. Alfonso Ramírez discurseaba en la más emocionante, veraz y argumentada pieza oratoria jamás escuchada y leída por este servidor en pro de las corridas de toros; rabo y orejas con larga ovación para este genio insigne y notable hombre.
De la extensa obra del Dr. Ramírez entresacamos del penúltimo de los trece pliegos este fragmento. “¡Elevamos esta conquista cultural, que es la lidia del toro, a la altura del arte que lo pinta, de la ciencia que lo estudia, de la libertad que nos hermana! Entremos en las plazas de todo el país, para defenderla; salgamos de las plazas a las calles y a las escuelas, para proclamarla con la pasión que nos da esta fe que arranca de lo mas profundo de nuestras convicciones; vayamos en auxilio de los que en otros países encaran, igual que nosotros, esta nueva inquisición, que mira como si fuera brujas a las mujeres que van a las corridas; marchemos, como lo han hecho los ecuatorianos, unos vestidos de luces y otros con sus humildes trajes, en una procesión que solo puede detenerse cuando se venga abajo esa execrable violación de nuestras libres preferencias; porque si no lo hacemos, mañana querrán imponernos losa caprichos de los que no piensan, que son los que dejan que otros piensen por ellos. ¡Enfrentemos esa mafia fanatizada que no ha declarado la guerra! ¡Convirtamos las muletas y los capotes en banderas de libertad!”... Al toro.
Con buen tiempo y excelente entrada se efectuó la primera corrida del ciclo ferial del Sol, se corrieron toros de los hierros de Rancho Grande y El Prado, justos de presencia, algunos nobles y fijos en los engaños, pero faltos de raza y fuerza, a excepción del jugado en primer lugar el cual fue desorejado y aplaudido en el arrastre.
AbrIo la tarde el venezolano Leonardo Benítez, quien se consiguió con un buen ejemplar que se presto al lucimiento en largas y continuas embestidas aprovechas al maximo por el torero venezolano, le mato pronto para cortar dos orejas. En su segundo Benítez, no encontró oponente adecuado, el torito muy chico por cierto, fue noble pero invalido, a lo que Benítez abrevio, el respetable silencio su labor.
En segundo termino Manuel Díaz “El Cordobés” quien sustituía a Miguel Ángel Perera, sin los oponentes adecuados, hizo lo que pudo con tal de agradar, derrochando voluntad, en ambos toros su labor fue silenciada.
A David Fandila “El Fandi” le correspondió lidiar el tercero y sexto de la corrida, al primero suyo, un toro que a las primeras de cambio, nadie daba un centavo por el, incierto, que cambio un tanto después de haber sido picado, es cierto, el torero exponiendo lo necesario, sacándole lo poco de bueno que tenia el del Prado, en varias tandas vibrantes con la mano derecha, le despachó con prontitud, de espada caída. Oreja. En su segundo “El Fandi” volvió a estar como siempre, solvente y alegre en banderillas y acomedido en la muleta, al final del trasteo “El Fandi” oyó algunas palmas.
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