miércoles, junio 04, 2025

LOPEZ SIMON / "Para rendir Madrid debes asumir con felicidad la muerte"

 


Torero madrileño, se retiró después de abrir cinco veces la Puerta Grande de Las Ventas, tres su experienca al lado del apoderado Julián Guerra. Trabaja, ha rehecho su vida y se casa el 7 de junio.


Es la primera vez que habla: 

Pregunta. ¿Qué es un treintañero retirado del toreo? Respuesta. Me sentía desubicado. Pasé dos meses raros de vacaciones. Me aficioné al golf. Cuando analicé la situación me di cuenta de que me juntaba con señores de 70, con quienes coincidía en el club entre semana. Gracias a mis amigos me reencaucé y empecé a generar ingresos. Me dedico a asuntos inmobiliarios. Trabajo con el ganadero Antonio Palla. Con otros amigos fundé un fondo inmobiliario. Ahora me siento útil.

P. ¿Por qué no disfrutó de las tres Puertas Grandes consecutivas?

R. Tenía un choque emocional muy fuerte. Llegaban los triunfos y no era dueño de mi situación. No tomé ninguna decisión en mi carrera. En mi interior intuía que había cosas mal, pero me entregué. Te pongo un ejemplo: ¿qué pintaba, en 2016, toreando seis toros en Salamanca, sin haber debutado en Salamanca o ser de Salamanca? No supe imponerme. Se fueron acumulando muchas decisiones así. En Bilbao, el día del mano a mano con José Garrido, era ajeno a todo [la gente le echó en cara vetar a Javier Jiménez, que acababa de abrir la Puerta Grande de Madrid]. Cuando hacemos el paseíllo hay una pitada tremenda que no entiendo. Pensaba que era compartida. Pero cuando salgo con el capote, empiezo a escuchar insultos y comentarios. Entro en la enfermería con un ataque de ansiedad. Llega esta persona [Julián Guerra, su apoderado entonces]. Llorando me dice que somos un equipo, que me quiere mucho y que vamos a salir adelante. Cuando sale le escucho decir: «Me cago en la puta de oros. La mierda del ataque de ansiedad nos vas a costar un millón de euros». Pues todo eso pasa factura. Que te traten así es muy jodido.

P. ¿Por qué no se le puede decir 'no' a Julián Guerra?

R. Hay personas con las que no se puede hablar como adultos. Pasan a otro nivel. Por no discutir, te callas. Amigos que están en la profesión me cuentan que no ha cambiado. Generaba dependencia. Cuando cortas dos orejas te dice que el triunfo llega por hacer lo que te manda. Si haces lo mismo y no triunfas, te decía que era por no hacerle caso. En mis momentos más señalados ha estado ahí. Lo opacaba todo. Me gustaría haber sacado más rendimiento a mi carrera. Hace poco recordaba con Juli cuando me felicitó por mis primeros triunfos. Julián Guerra vaticinó que acabaría invitándome a su casa y decía que no debía ir porque me iba a comer la cabeza. Al final, El Juli me llamó y no fui. El otro día me dijo que entonces solo quería conocerme. Me habría encantado equivocarme por mí mismo.

P. ¿Qué aconsejaría a Borja Jiménez [apoderado por Julián Guerra]?

R. No soy nadie para darle un consejo. Le admiro como torero y como persona. Aunque le diría que tomara sus propias decisiones. Así, aunque te equivoques, nunca te equivocas. Es una situación extraña. Le doy más mérito a lo que hace por quien tiene al lado. Yo soy muy transparente y se me notaba mucho.

P. ¿Qué no supo contar la crítica taurina de aquella hazaña?

R. Quizá no fue contundente el triunfo si había críticas. Buscar excusas es de egocéntricos. Una vez cometí el error de intentar enfrentarme a un compañero tuyo. ¿Quedarme a gusto me sirvió de algo o me perjudicó? No sirvió para nada.

P. ¿Qué compró a sus padres con el primer dinero que ganó?

R. Tuve el gusto de comprarle un coche porque hacían muchos kilómetros siguiéndome. No me sentía bien yendo en un Q7 y ellos de cualquier manera. Y mi hermano quiso hacer un curso de cine. Le pagué el curso en la mejor escuela.

P. ¿Es aficionado a los toros?

R. Sí. Más que antes. Ahora me doy cuenta de muchas cosas. De los viajes y las horas al lado del maestro Curro Vázquez, por ejemplo. Durante

«Ahora tengo más afición a los toros. Curro Vázquez me ayudó mucho»

«Le doy más mérito a Borja Jiménez por ir con Julián Guerra»

una época no asimilé nada. Estaba muy condicionado. El maestro me decía que menos era más, que me olvidara de la cantidad. Y ahora me doy cuenta de que llevaba razón.

P. ¿Sufre celos de no estar anunciado en San Isidro?

R. A veces tengo un punto de nostalgia, pero también sé de la exigencia y mi mente no está para hacer ese esfuerzo y soy consecuente. A lo mejor en dos años el cuerpo me pide meterme en el convento a funcionar otra vez.

P. ¿Cuál es el truco para rendir Las Ventas?

R. En Madrid pasa a segundo o tercer plano la técnica. También conocer al toro. Debes ser feliz al asumir la posibilidad de la muerte, de no volver. Es el día. Piensas ‘se acaba todo hoy’ y te da igual. Y eso lo capta el aficionado y el público general. A mí se me alinearon los astros cinco veces. Madrid es impresionante.

P. ¿Cuál es su insulto favorito?

R. Depende del momento. No soy mucho de insultar. Antes tenía el ‘julay’ todo el día en la boca. Desde la escuela taurina de Madrid.

P. ¿Cuál es su chiste negro favorito? R. Soy el típico que en una comida escucha un chiste corto y fácil de contar y no me acuerdo. Tengo muchos stickers prohibidos. Y alguna broma sobre el Gobierno.


El Mundo Madrid  / Matador de toros Juan Diego Madueño

 

Matador de toros Juan Diego Madueño

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