A estos tres caballeros de
luces, triunfadores en un ayer ejemplos de afición y entrega hoy
Don. Ricardo Mencia |
Por:
Jesús Araujo “Castoreño”
Indudablemente que el
gusanillo de la pasión de sangre por el toreo o mal de montera, idóneos diagnósticos
para este mal, lo sufren personas que llevan en su liquido de vida un ferviente
deseo por pegar un muletazo, cosa la cual se convierte en vicio mitigable
cuando el deseo se vierte en afición y se enfunda un talar de luce
Al
Fondo Saddy Ramírez, al frente novillero José Antonio Salas Johan Santana y
Leonardo Salas
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Cuando es por sangre
heredada, la alegría y el orgullo son genéticos o mejor dicho dinásticos, ya
que se dice que cuando el padre fue o es torero, es dinastía, cuando no, casa torera.
Quiero rendirle culto a una
amistad a través de las letras…a Don Ricardo
Mencia Barros madrileño, banderillero de toros y hacedor de toreros, pues
el fue quien guio e hizo torero a Nerio
Ramírez “El Tovareño”.
Con querencia de cariño por
esta Mérida señorial, Don Ricardo acostumbra a venir una vez al
año hasta el sitio donde le aprecian y
quieren, Tovar y Lagunillas, lares de apacible vivir donde se siente como en su
casa de Nuño Gómez.
Leonardo
Salas al natural
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En diciembre pasado. Leonardo Salas llevo a Tovar uno de sus novillos para que su hijo José Antonio se preparara con miras a
la novillada del Sol, res querindió una enormidad y destaco por su pastueñidad,
prontitud y bravura potable con el cual nos dejo boquiabiertos José Antonio, entre ellos a un invitado
muy especial como lo fue Johan Santana
y su padre.
Fue tal la dulzura
incansable de “santana” que Don Ricardo Mencia. Con sus 86 años recién
cumplidos (24-12) tomo la muleta y salió a “mitigar” su afición logrando ligar
varios muletazos entre ellos un natural que quedo plasmado en fotografía para
alegría del veterano torero, sufriendo un revolcón con herida en el arco
superciliar izquierdo y moretones en manos y brazos, ejemplo de afición y amor
propio que quedo como recuerdo sobre la arena del coliseo tovareño.
En el ferial
septembrinopasado, Nerio Ramírez se enfundo de corto para pasaportar un novillo
en el festival dibujando sobre la arena verónicas de sello inconfundible y
media Belmontina poco común.
Con la muleta desempolvo
aquel temple demoniaco que tanto alabaron con razón los revisteros ligando
tandas de pureza respetable donde los derechazo y naturales fueron motivos de
inspiración para manchadores de telas con oleos, colofonandouna ración de acero
que hizo aparecer pronto el tiro de mulas, arrastrando a la res sin una de sus
orejashasta el destazadero, otro ejemplo de vida torera y amor al oficio.
Lo de Leonardo Salas “Sopita” más que literatura entretenida es amena
conversación de cosas agradables. No pierde oportunidad de
pegar muletazos cuando lo invitan, muchos de nosotros somos testigos de lo aquí
afirmado en modelo a seguir por muchos novilleros, ya
que cuando toma la muleta se trasforma y comienza un rito de personalidad y
hechuras que llaman la atención
En Tovar, ante su novillo, le pidió al hijo le permitiera pegar unos
“aguados” a tan noble res… ayayay ni “paque”… armo la marimorena plasmando sobre la
arena un variado repertorio de pases entre los que destacaron trincherazos,
desdenes, redondos y alegres molinetes que permitieron oír oles y palmas
sinceras en homenaje a quien fue uno de los mejores novilleros de Mérida después de Leonardo Rivas “el mago de la cordillera” hoy día ingeniero y
ejemplo de taurinos.
Eso de vestirse de corto
para llamarse aficionado practico no es fácil, cualquiera se viste perooo…en
Mérida tenemos a Freddy Ramírez
“Garapuyo” critico y a Augusto
Rodríguez ganadero, pues Salas no
puede considerarse aficionado practico dada su trayectoria como novillero
triunfal.
Finalizo reiterándoles mi
cariño admiración y respeto para estos tres señores, como también para tres
aficionados cabales cultores de la amistad como lo son Don Nelson Hernández presidente de la Fundación Cultural Giron,Oscar
Fernández presidente de la Fundación capitulo Mérida y a Nilson Guerra, rotores de tan bonita,
idónea y cultural fundación quienes en el pasado carnaval taurino, le
permitieron a un servidor disertar acerca de los hermanos Girón con quienes
tuve amistad desde mis años pubertos, ocasión que me permitió estrecharle la
mano a varios amigos y homenajear con ovaciones a dos baluartes de la Mérida
taurina, Nerio Ramírez ”El Tovareño” y Don Arturo Mattera López uno de los padres de nuestra plaza monumental.
Ahora solo queda organizar
charlas y coloquios para rendirle culto y pasión a la fiesta de los toros, les
recuerdo que la fiesta brava es un legado de la madre patria tan importante
como el idioma y el catolicismo donde las masas sin distingo se reúnen para
aplaudir al valiente que expone su vida ante las filosas astas de los toros y
admirar la bravura de los toros de lidia.
No permitamos que el
eco del vacío inunde nuestro santuario de toros merideño, promocionemos los
espectáculos donde se luzcan los novilleros y apuesto a una temporada con
novillos criollos, recuerden que no somos quien para prohibirlas, esas reses
pegan volteretas y cornadas como cualquier res de lidia y así nuestra plaza
sonreirá y promovemos la fiesta…va por Uds.!… Castoreño en mano!
0416
7703846- morenitomilla@gmail.com
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Leer a Castoreño es sentir el arte de torear desde su conceptualización. Es como dicen los taurinos comerse una porción de buena paella y un buen vino añejo..!
ResponderEliminarSaludos.
Hildebrando Morales López