Por: Jesús Araujo “Castoreño”
Gran sorpresa y ahogo
causo en los medios taurinos la muerte de José María “Manzanares” hallado en su
finca de Cáceres por un familiar.
La marisma
Alicantina, sus viñedos y olivares sienten la ausencia de este gran torero
dueño de una inspiración y un arte para carteles grandes de toros, matador de
toros de entrega y raza, su aporte a la fiesta quedara tatuado en las hojas de
los calendarios de los años por venir, pues las pauta marcada por este torero
ha sido escuela y ejemplo para las nuevas generaciones de hombres de luces.
Desde que Luis Miguel
González Lucas “Dominguín” lo abrazo doctoralmente, comenzó una brillante
trayectoria que solo el destino y el altísimo convierten en leyenda dado su
performance como artista, pues hemos de recordar que en Mérida en su feria del
Sol, el maestro dicto cátedra en varias oportunidades que lo convertían en
garantía del abono para el siguiente año.
Poseía el esquivo don
del duende y el pellizco en su hacer, cincelo los remates de tandas con un
forzado de pecho único, pues citaba al toro y muy lentamente se pasaba la
muleta del brazo izquierdo sobre el derecho o viceversa con quietud de estatua y estética inconmensurable, tenia un concepto
del derechazo y el natural muy distinto a todos y sus aderezos tenían tinte de
escuela.
Dueño de unos andares
y unas hechuras a escrutar, José María era un torero indiscutible al que poco
se le criticaba pues cada faena era una lección un aporte al oficio, reino en
el toreo en su España natal e impuso su valía en estos lados del charco, donde
hasta el mas imprudente callaba pues con su sola presencia, la majestad del
maestro causaba respeto y silencio.
El tiempo como el
viento, cargado de años pero sin arrugas quizo que su hijo heredara la
exquisitez de su hacer quien sabe si para seguir toreando en el, pues
Manzanares hijo posee un embrujo Merlinico que convence que lo ha llevado a ser
primerísima figura de la fiesta, teniendo la suerte de ver su nombre en grandes
letras en las ferias mas importantes del país.
Hoy día cuando las
hojas ya marchitas han caído al pie del árbol de la vida, la egregia figura
torera del maestro escrutara el buen hacer de los protagonistas de la fiesta,
velara, estamos seguros, porque el alma y sentir del pueblo Español, los toros,
sigan siendo patrimonio o artístico de la Hispanidad para grandeza de la patria
del idioma., de Cervantes, de Primo de Rivera, de Picasso y por ende de la
Cristiandad. Sueño eterno maestro.....va
por Uds...¡Castoreño en mano! .
0416 7703846
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