ZEA... embrujo entre montañas con calor a fiesta brava

Por:  Jésus Araujo “Castoreño”

La zigzagueante cinta negra de la carretera que conduce a Zea, agreste, solitaria y curvilínea, se vera inundada de automóviles este fin de semana cuando los aficionados, ávidos de ver torear, hagan acto de presencia en tan cálido pueblo presto a batir palmas y secar gargantas con los aplausos y ovaciones en homenaje  los actuantes.

Rafael Orellana >>>>>>>>>>>>>

Gabriel Manfredi es un joven empresario merideño, rejoneador practico que anda sembrando fiesta brava por la provincia del estado, han sido varias las ferias que ha dado con un gran nivel  de presentación y calidad en lo que ofrece, tocándole esta vez a Zea la cual ya tiene varios años apareciendo en la agenda de ferias  importantes, pues recordemos que allí toreo y le dio peso a los carteles Tomas Campuzano en su época de estelaridad.

Para ese domingo 28 se escenificara el llamado “reencuentro de triunfadores” con Cesar Vanegas que anda en su mejor momento,placeado,puesto y con hechuras maestrantes, alternara con ”la tempestad de los paramos andinos “Rafael Orellana quien viene arrasando en cuanta tarde torea, inteligente y con seso para el oficio, harán el paseíllo junto a Rafa Rodriguez,artista del toreo a caballo cosechador de orejas e importante figura de la fiesta junto al novillero Christian Valencia de sonados triunfos en la región.

Vanegas y Orellana son las primeras figuras del pais, los dos reposados con mensajes en sus capotes y muletas, evocan glorias pasadas que le dieron grandeza al oficio, pues Vanegas nos recuerda a un Diamante con la capa y al de la difícil facilidad con la muleta, Antonio Bienvenida.

Orellana, con preciosismo en su capote maneja la roja tela del oficio con tal seguridad que el absorto inunda las pasiones, en el convergen escuelas y las pone de manifiesto como sus pases aztecas y pellizcos andaluces que son de la admiración y el gusto de entendidos y profanos.

Rafa Rodríguez es inudablemente”la espectacularidad del toreo a la jineta” gusta sembrar la emoción con su entrega y nos brinda suertes que enmudecen ante el estentóreo trepitar de aplausos, pues los violines y los pares a dos manos, se que tienen su parangon, pero, en manos de Rafa, son un modelo para pintores.

Christian Valencia tiene los ímpetus del padre y alborota el cotarro cuando torea, preciso  con la capa enardece al publico con las banderillas y enloquece a los que conocen su reata, así que todos dirijámonos a Zea, la tierra de nuestro director Garapuyo y compartamos cívicamente de un tarde de torerías al pie del niño de la cuchilla, quien, con su luz de eternidad, bendice al rinconcito encantado.

Va por Uds...¡¡Castoreño en mano..!!

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