Amargo
comienzo del año para dos personajes representativos de la fiesta de toros, al
haberse encontrado con puños, violencia y agresión en vez de con la palabra, la
razón y la contraposición de opiniones en uno de los establecimientos públicos
de la capital de España. Un bar de Madrid fue el escenario físico en donde
Vicente Zabala, el crítico taurino del Mundo y Fernando Galindo, representante
del sindicato de banderilleros y picadores UNPBE resultaron heridos de distinta
consideración, aunque a juzgar solo por la foto vista, Galindo ha quedado
marcado como con una cornada de espejo desde el párpado hasta el labio
superior.
Si
no fuera por la difusión inmediata y espontánea de los llamados “tuits”
interesados por una de las partes en la red social, sin escuchar a la otra, ni
dar tampoco audiencia a ambas, la basura de adhesiones forzadas sin encomienda
alguna ni conocimiento, ni análisis ni razón, puso en la picota al torero
frente al periodista, pero luego al saberse el relato de la otra parte, se plegaron
y apagaron velas informativas de opinión y santas pascuas.
Es
palmario que un medio como la red social de inmediatez informativa ha roto
totalmente, creo que para bien, el monopolio de la información de los
diferentes asuntos, no dejando que prevalezca una de los aspectos frente al
otro. Zabala y Galindo representan a una parte del colectivo taurino con
actitudes manifiestamente mejorables pues en ellos ha asomado más la violencia,
la vejación, el odio y la agresión hacia el otro que la comprensión, el afecto,
la solidaridad, colaboración y la ayuda. Y por ahí no vamos a ningún
sitio. Ahora conviene meditar tranquilamente la acción, guardar prudencia
y esperar el desarrollo de los acontecimientos, pues el tiempo será quien ponga
a cada cual en su sitio.
Es
evidente que cuando se usa la violencia para defender
ideas, automáticamente se pierde la razón. Pero además ¿quiénes
somos cualquiera de nosotros para enjuiciar un hecho y ponernos al lado de
quien mejor nos caiga?..federaciontaurinavalladolid.com

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